Enith Nazashi
Nith
29-07-2024, 12:55 PM
(Última modificación: 29-07-2024, 01:01 PM por Enith Nazashi.)
- Pues si es verdad, siempre le digo que aprenda de los que saben - comentaba Rukia sonrojada.
- Muchas gracias, señor por sus palabras de aliento, prometo no fallar y siempre salvar las mayores vidas que pueda... - deje de mirarlo a los ojos un poco tímido y evadí su mirada viendo el piso con temor a equivocarme ya que me atrae más el ámbito de utilizar venenos y experimentar con ellos, no solo salvar vidas sino ir mas allá.
- Es un honor Alexander, es una gran clínica al igual que usted un gran medico por lo que veo - parecía un tipo respetable, al cual no dudaría en pedir su ayuda si de problemas médicos tratase al sacar su caja de cigarros sonreí, parecía algo inusual para un médico. - ahh Conque él era el responsable de todos esos ruidos - pensé.
Cuando comento su desorden lo primero que se me vino a la mente fue en que se desmayaría al ver el desorden que hay en casa - no hay problema - le dije riéndome amistosamente, Parecía increíble como contaba la historia de como salvo al hijo de un noble, ahí reafirme que era un hombre, valiente y respetable, Enith por otro lado se encontraba callado desde aquella charla con Alex en la entrada, me pareció extraño, al entrar en su habitación, nos comentó sobre distintas enfermedades muy peligrosas, me recomendó que leyera un libro en específico que hablaba de una extraña enfermedad de hace más de 400 años la cual no sabía que existía hasta el día de hoy.
Luego de tomar asiento y escucharlo con mucha atención le comente mi situación en mi pueblo - Muchas gracias por el consejo Alex, disculpa ¿puedo llamarte Alex verdad?, en mi pueblo somos precarios en Equipos médicos de todo tipo, simplemente soy la única que se encarga de cuidar la salud de la gente ya que allí no existen más médicos, aunque gran parte de mi tiempo lo paso practicando con venenos, nuestra familia trabaja con arañas generalmente, las tratamos como familia y nos proveen dichos venenos, además de buscarlos en distintas plantas, aunque no lo creas durante años de investigación pude descubrir un veneno especifico que al mezclarlo con algunos Amarilis blancos y raíz del bosque, puede curar varias enfermedades extrañas, no todos los venenos son dañinos pero siempre deben usarse con mucha precaución, a esa cura tan extravagante le puse de nombre "Varaplata", nunca sabes tal vez con venenos se podría curar esa enfermedad que mencionas. - - tal vez con mi experiencia y la suya logremos encontrar distintas curas - Pensaba mientras me sostenía la cara con mi mano derecha.
- Mi madre tiene razón ella es una gran médico - decía mientras intentaba agarrar un libro de el librero que se encontraba a unos pies, cuando de repente me resbale al pisar un libro abierto que se encontraba en el piso, caí con la cabeza sobre la punta de una mesa desde aquel momento perdí el conocimiento y me desmaye.
- ENITH ESTAS BIEN - gritaba mi madre, solo podía oír su voz, sentí como me cargaron y luego de eso, solo hubo silencio por un tiempo largo.
Estaba preocupada por Enith, nunca le había pasado nada, empecé a temblar sin saber que hacer, no era como cuando intentaba tratar a otras personas, él era mi debilidad ya que era mi hijo. - Alex, por favor trátalo tú, yo... no puedo es mi hijo. - se lo pedi casi llorando, estaba preocupada y esperando que Alex lograra que mi hijo se repusiera, mientras esperaba en su habitación intentado distraerme leyendo el libro tan mencionado, sobre la fiebre Arborea.
- Muchas gracias, señor por sus palabras de aliento, prometo no fallar y siempre salvar las mayores vidas que pueda... - deje de mirarlo a los ojos un poco tímido y evadí su mirada viendo el piso con temor a equivocarme ya que me atrae más el ámbito de utilizar venenos y experimentar con ellos, no solo salvar vidas sino ir mas allá.
- Es un honor Alexander, es una gran clínica al igual que usted un gran medico por lo que veo - parecía un tipo respetable, al cual no dudaría en pedir su ayuda si de problemas médicos tratase al sacar su caja de cigarros sonreí, parecía algo inusual para un médico. - ahh Conque él era el responsable de todos esos ruidos - pensé.
Cuando comento su desorden lo primero que se me vino a la mente fue en que se desmayaría al ver el desorden que hay en casa - no hay problema - le dije riéndome amistosamente, Parecía increíble como contaba la historia de como salvo al hijo de un noble, ahí reafirme que era un hombre, valiente y respetable, Enith por otro lado se encontraba callado desde aquella charla con Alex en la entrada, me pareció extraño, al entrar en su habitación, nos comentó sobre distintas enfermedades muy peligrosas, me recomendó que leyera un libro en específico que hablaba de una extraña enfermedad de hace más de 400 años la cual no sabía que existía hasta el día de hoy.
Luego de tomar asiento y escucharlo con mucha atención le comente mi situación en mi pueblo - Muchas gracias por el consejo Alex, disculpa ¿puedo llamarte Alex verdad?, en mi pueblo somos precarios en Equipos médicos de todo tipo, simplemente soy la única que se encarga de cuidar la salud de la gente ya que allí no existen más médicos, aunque gran parte de mi tiempo lo paso practicando con venenos, nuestra familia trabaja con arañas generalmente, las tratamos como familia y nos proveen dichos venenos, además de buscarlos en distintas plantas, aunque no lo creas durante años de investigación pude descubrir un veneno especifico que al mezclarlo con algunos Amarilis blancos y raíz del bosque, puede curar varias enfermedades extrañas, no todos los venenos son dañinos pero siempre deben usarse con mucha precaución, a esa cura tan extravagante le puse de nombre "Varaplata", nunca sabes tal vez con venenos se podría curar esa enfermedad que mencionas. - - tal vez con mi experiencia y la suya logremos encontrar distintas curas - Pensaba mientras me sostenía la cara con mi mano derecha.
- Mi madre tiene razón ella es una gran médico - decía mientras intentaba agarrar un libro de el librero que se encontraba a unos pies, cuando de repente me resbale al pisar un libro abierto que se encontraba en el piso, caí con la cabeza sobre la punta de una mesa desde aquel momento perdí el conocimiento y me desmaye.
- ENITH ESTAS BIEN - gritaba mi madre, solo podía oír su voz, sentí como me cargaron y luego de eso, solo hubo silencio por un tiempo largo.
Estaba preocupada por Enith, nunca le había pasado nada, empecé a temblar sin saber que hacer, no era como cuando intentaba tratar a otras personas, él era mi debilidad ya que era mi hijo. - Alex, por favor trátalo tú, yo... no puedo es mi hijo. - se lo pedi casi llorando, estaba preocupada y esperando que Alex lograra que mi hijo se repusiera, mientras esperaba en su habitación intentado distraerme leyendo el libro tan mencionado, sobre la fiebre Arborea.