Muzen Kibutsuji
Raiden
15-09-2024, 10:36 AM
O carne pasada se podría decir también...
Algo que caracterizaba a Muzen era su forma de hablar, ya hablaba con el joven y de cierta forma se burlaba de su color de piel como si lo conociera de mucho tiempo aunque lo dijo con una sonrisa que era difícil molestarse con el albino, que enseguida regreso a la seriedad del asunto que lo había traído hasta ese lugar el poder conseguir la ubicación de cierto mercader que tenía algo que él estaba buscando esperaba, que la pelirroja terminara accediendo a su pedido ya que el hombre era conocido por tener variedad de cosas una más exóticas que otras, meterse en ese mundo siempre era problemático pero algo que Muzen no podía perder la oportunidad, se recostó en la silla esperando que ella cayera tentada por obtener algún beneficio de parte del albino la joven se mordió el labio por un momento y miro a la joven que estaba en la puerta.
-Vamos dime lo que te gustaría conseguir y te lo traeremos…
Incluyo al joven sin siquiera preguntárselo, pero como se estaba portando tan bien no pudiera evitar aprovecharse y contar con dos manos extras, lo que seguramente el joven aprovecharía para hacerse rico si le era posible también, algo que claramente era imposible dejar de lado. Espero unos momentos y eventualmente la joven termino sonriendo mordiendo su labio inferior y se inclinó hacia delante dejando ver un poco de su escote para luego guiñarles un ojo.
-Si existe algo que ese mercader tiene que yo quiero…
La joven llegaría con una caja la cual le entregaría a Natasha en ese momento y ella la pondría sobre la mesa la cual simplemente esperaría a que Muzen la abriera cuando lo hizo dejo ver algo que ella necesitaba se trataba de una especie de estatua, con un diseño bastante peculiar que Muzen no reconocía solo había una imagen del mismo, tomo esto y lo guardo en su bolsillo ya que eso quería decir que había un trato entre los dos este se puso de pie para mirarla atentamente.
-Él tiene una librería en el norte de la isla, no suele ser muy frecuentada pero los que conocen sus gustos y a lo que se dedica, saben la clave eso si no puedo ayudarte querido, el nombre es la perla dorada.
La sonrisa que les dejo a ambos, dejaba ver otra cosa como que quería darle un poco de picante a su trabajo o simplemente era venganza por lo que ellos habían realizado en su edificio, por los daños que le estaban causando después de todo ella no perdía nada si ellos tenían o no éxito en su misión por lo tanto sonrió levemente nada más poniéndose de pie señalo a la joven que había traído la cajita.
-Ella los guiara hasta la salida, ya sabes tráeme lo mío o no serán a mis guardias los que encontraran querido.
Le guiño un ojo mirando a Muzen mientras luego le dedico una sonrisa al joven moreno que estaba a su lado, esperando que se marcharan con la joven que los guio a ambos por los caminos de aquel edificio bajando al primer nivel del mismo, pasarían por donde estuvieron generando el jaleo y todo estaba como si nunca hubiera pasado nada, algo que era bastante curioso si no estaba acostumbrado al poder que tenían esas personas, estaban jugando y apostando otras personas ya como si los dos jamás hubieran generado todo el revuelo Muzen ni miraría avanzaría sin siquiera preocuparse pero tocaría en el tema.
-Pasa siempre, eso es que tener dinero y estar más interesado en seguir generando dinero, gracias por la ayuda ahí dentro.
No sería Muzen quien le pidiera al joven moreno que le acompañara, aunque no se negaría si este insistía en querer acompañarlo a lo que se venía.
Algo que caracterizaba a Muzen era su forma de hablar, ya hablaba con el joven y de cierta forma se burlaba de su color de piel como si lo conociera de mucho tiempo aunque lo dijo con una sonrisa que era difícil molestarse con el albino, que enseguida regreso a la seriedad del asunto que lo había traído hasta ese lugar el poder conseguir la ubicación de cierto mercader que tenía algo que él estaba buscando esperaba, que la pelirroja terminara accediendo a su pedido ya que el hombre era conocido por tener variedad de cosas una más exóticas que otras, meterse en ese mundo siempre era problemático pero algo que Muzen no podía perder la oportunidad, se recostó en la silla esperando que ella cayera tentada por obtener algún beneficio de parte del albino la joven se mordió el labio por un momento y miro a la joven que estaba en la puerta.
-Vamos dime lo que te gustaría conseguir y te lo traeremos…
Incluyo al joven sin siquiera preguntárselo, pero como se estaba portando tan bien no pudiera evitar aprovecharse y contar con dos manos extras, lo que seguramente el joven aprovecharía para hacerse rico si le era posible también, algo que claramente era imposible dejar de lado. Espero unos momentos y eventualmente la joven termino sonriendo mordiendo su labio inferior y se inclinó hacia delante dejando ver un poco de su escote para luego guiñarles un ojo.
-Si existe algo que ese mercader tiene que yo quiero…
La joven llegaría con una caja la cual le entregaría a Natasha en ese momento y ella la pondría sobre la mesa la cual simplemente esperaría a que Muzen la abriera cuando lo hizo dejo ver algo que ella necesitaba se trataba de una especie de estatua, con un diseño bastante peculiar que Muzen no reconocía solo había una imagen del mismo, tomo esto y lo guardo en su bolsillo ya que eso quería decir que había un trato entre los dos este se puso de pie para mirarla atentamente.
-Él tiene una librería en el norte de la isla, no suele ser muy frecuentada pero los que conocen sus gustos y a lo que se dedica, saben la clave eso si no puedo ayudarte querido, el nombre es la perla dorada.
La sonrisa que les dejo a ambos, dejaba ver otra cosa como que quería darle un poco de picante a su trabajo o simplemente era venganza por lo que ellos habían realizado en su edificio, por los daños que le estaban causando después de todo ella no perdía nada si ellos tenían o no éxito en su misión por lo tanto sonrió levemente nada más poniéndose de pie señalo a la joven que había traído la cajita.
-Ella los guiara hasta la salida, ya sabes tráeme lo mío o no serán a mis guardias los que encontraran querido.
Le guiño un ojo mirando a Muzen mientras luego le dedico una sonrisa al joven moreno que estaba a su lado, esperando que se marcharan con la joven que los guio a ambos por los caminos de aquel edificio bajando al primer nivel del mismo, pasarían por donde estuvieron generando el jaleo y todo estaba como si nunca hubiera pasado nada, algo que era bastante curioso si no estaba acostumbrado al poder que tenían esas personas, estaban jugando y apostando otras personas ya como si los dos jamás hubieran generado todo el revuelo Muzen ni miraría avanzaría sin siquiera preocuparse pero tocaría en el tema.
-Pasa siempre, eso es que tener dinero y estar más interesado en seguir generando dinero, gracias por la ayuda ahí dentro.
No sería Muzen quien le pidiera al joven moreno que le acompañara, aunque no se negaría si este insistía en querer acompañarlo a lo que se venía.