¿Sabías que…?
... Robin y Ussop son los encargados de cortarles el pelo a su tripulación, ya que después de todo, es algo que alguien debe hacer.
[Aventura] T3 Típica mercancía misteriosa, no tan típica
Octojin
El terror blanco
Octojin sabía que algo se estaba gestando, pero no podía entender del todo la gravedad de la situación. Sin embargo, cada vez que pensaba en la expresión de preocupación que había visto en Camille, sentía un nudo en el estómago. Algo no estaba bien, y la oni lo estaba sufriendo en silencio.

Su propia compañera le había contado todo lo que rondaba su cabeza. Y seguía aparentemente distraída. Era raro verla así, tan pensativa. Y es que el breve intercambio de palabras fue suficiente para que el escualo notase que estaba mucho más preocupada de lo que parecía a simple vista. El resto de la brigada no estaban en la base, ocupados en otras misiones, lo que les dejaba solos para lidiar con lo que fuera que estuviera ocurriendo. Y ya no solo el problema, sino con el estado anímico de la oni.

Camille habló de la caja que habían recuperado en aquella misión junto con el alcohol de la taberna. Octojin escuchaba atento, pero notaba cómo la preocupación se acentuaba en la voz de la oni. No podía evitar sentirse un poco perdido, pero intentó ofrecer apoyo de la mejor manera posible. Aquello no era lo suyo, pero debía intentarlo.

Pensó por qué opción decantarse. Por una parte, estaba quitarle hierro al asunto, quizá aquello le hacía ver a Camille que se estaba preocupando por algo que no debía. Otra opción era intentar tranquilizarla, ya que la caja estaba a buen recaudo y sus superiores sabían qué hacer con ella. Y otra, la que cogía más fuerza en su interior, era incitarla a hacer algo fuera de la marina. Ir a tomar algo, distraerse con otra cosa, o incluso jugar a algún juego de mesa en su habitación. Había visto cómo varios marines se juntaban en una habitación para jugar a varios juegos distintos. Alguna vez le habían propuesto jugar, pero tenía cierto pavor a tener que leer las instrucciones o no entender la dinámica y terminar siendo rechazado.

De repente, antes de que el tiburón pudiese hablar, un mensajero llegó al comedor. Octojin observó cómo el joven marine parecía temblar al acercarse a ellos, claramente más aterrorizado por Camille que por él. Aquello le hizo sonreír con una leve carcajada. Por lo general, la gente se asustaba al ver a un tiburón como él, pero esta vez la oni parecía intimidar más.

Cuando Camille recibió la carta, su expresión cambió inmediatamente. Octojin la observaba con preocupación. Aunque no le dijo lo que contenía, no hacía falta, pues al instante le pidió que la acompañara al despacho de Beatrice. El escualo asintió, y ambos se dirigieron al despacho de la capitana. El recorrido fue breve, pero el silencio se apoderó de ambos seres, que lo aceptaron y se limitaron a andar.

El despacho de Beatrice era un caos. Papeles apilados desordenadamente, el ambiente cargado, y una sensación de urgencia palpable. Octojin no podía evitar notar lo inusual que era aquello. Beatrice siempre había sido una mujer ordenada y meticulosa, pero ahora todo parecía estar fuera de lugar.

La mirada de Beatrice se clavó en ellos cuando fueron preguntados sobre a cuántas gente le habían comentado el tema de la caja. Al escualo se le aceleró el pulso durante unos segundos. ¿Qué posibilidad había de que les hubieran llamado sobre el tema que habían hablado pocos minutos antes?

Octojin negó con la cabeza, con el semblante firme y mirando a su superiora.

—Yo no lo he comentado con nadie —respondió, aunque su semblante pronto cambió cuando escuchó que la caja había sido robada y que un guardia había sido asesinado. Todo apuntaba a una traición dentro de la Marina. Y lo peor de todo, la sospecha caía primero sobre él. El nuevo. Por un momento, el tiburón sintió una punzada de tristeza. A pesar de haber demostrado su lealtad, no podía evitar sentirse apartado, sospechoso simplemente por ser el último en llegar.

Sin embargo, la capitana descartó rápidamente esa posibilidad, y Octojin pudo respirar con algo más de calma. Ahora, lo importante era trazar un plan. Debían encontrar al traidor y recuperar la caja. Una misión que parecía ser muy difícil.

—Capitana, ¿cómo fue asesinado el guardia? —preguntó el tiburón, con un tono grave—. Si fue un ataque violento, puede que lo pillaran desprevenido, pero si no hay señales de lucha… podría haber sido alguien de su confianza. Eso podría darnos pistas.

Octojin esperaría una respuesta de su superiora y después se giraría hacia Camille.

—Recuerda el día que entregaste la caja —le dijo—. ¿Qué marines estaban allí? ¿Quién te vio entregarla? Puede que alguno de ellos haya hablado más de lo necesario. Quizás podamos usar esa información para acotar a los sospechosos.

Camille parecía reflexionar sobre sus palabras, y Octojin esperó su respuesta con calma, aunque la tensión en el aire era palpable. Aquello que le estaba pidiendo a la oni era un ejercicio de memoria que no cualquiera podría hacer. Y, francamente, podía no tener mucho sentido. En el día a día no nos vamos fijando de quién nos ve, quién hay a nuestro lado, o cómo viste el de al lado. Actuamos por pura inercia que, en ocasiones, nos genera algún tipo de problema.

—¿Cómo actuarías tú en esta situación? —le preguntó, queriendo conocer su opinión—. Todo esto parece demasiado calculado para ser una coincidencia.

El escualo se llevó la mano derecha a la frente mientras llevaba la mirada al suelo. Reflexionó sobre cómo abordar el tema. Lo suyo eran otro tipo de misiones, de usar más los músculos que la mente, pero aquello le abría un mundo que no conocía. ¿Cómo actuaban los criminales? ¿Podría él pensar como ellos para detenerlos? Por el momento había muchas preguntas y ninguna respuesta. El tema pintaba feo, la verdad.

resumen
#5


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RE: T3 Típica mercancía misteriosa, no tan típica - por Octojin - 15-09-2024, 02:50 PM

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