Ray
Kuroi Ya
15-09-2024, 08:51 PM
El hombre aguanta los insistentes ofrecimientos de Lemon estoicamente, ignorándolos prácticamente por completo. Da la sensación de que querría estar en cualquier sitio menos allí mismo, ya que la expresión de su rostro muestra a la perfección lo incómodo que está en esa situación, aunque el motivo no esté del todo claro (tal vez tenga que ver con Lemon).
Cuando Rocket finge necesitar ir al baño tan solo para tener excusa que le permita desplazarse hasta donde ha caído el trozo de papel, consigue llegar hasta este sin problema. Lo coge y, al desdoblarlo, puede ver que está escrito a mano. La letra no es la más cuidada ni la más bonita, pero al menos resulta legible. Si pierdes unos segundos en leerla, esto es lo que te encontrarás:
Mientras Rocket se encuentra entretenido con la nota que el hombre de la barra ha dejado caer de su bolsillo, claramente destinada a vosotros, las palabras de Lemon comienzan a atraer miradas innecesarias. Hablar en voz alta sobre la pertenencia de uno al Ejército Revolucionario en un lugar público de una isla en la que el Gobierno Mundial y la Marina ostentan un gran poder no suele ser una idea demasiado buena, y pronto la mitad de los clientes del local tienen sus ojos fijos en el grandullón. La gente cuchichea, susurrando entre sí con expresiones que van desde la curiosidad al miedo abarcando un amplio rango de emociones.
El tipo de la barra, quien ya podéis asumir que es Wick, levanta la cabeza del plato en cuanto oye al enmascarado hablar de esa forma. Escasos segundos después se levanta tras apurar lo poco que quedaba en su plato y, sin mediar palabra, abandona la taberna. Su paso no es rápido pero es firme, pero si se observa adecuadamente se puede ver en su rostro un rictus tenso. Apretando ligeramente los dientes y con una mirada que mezcla preocupación y miedo. La escasa profesionalidad de Lemon podría poner en peligro su identidad, que resulta de gran valor para el Ejército Revolucionario por su labor como espía e informante en la ciudad, por lo que no parece querer tener nada más que ver con vosotros para evitar ser asociado también con esta organización. Aunque intentéis hablarle o seguirle no os responderá, y una vez en la calle aprovechará el primer recoveco o esquina que encuentre para hacer que le perdáis de vista gracias a su conocimiento de la ciudad.
Cuando Rocket finge necesitar ir al baño tan solo para tener excusa que le permita desplazarse hasta donde ha caído el trozo de papel, consigue llegar hasta este sin problema. Lo coge y, al desdoblarlo, puede ver que está escrito a mano. La letra no es la más cuidada ni la más bonita, pero al menos resulta legible. Si pierdes unos segundos en leerla, esto es lo que te encontrarás:
Cita:Muelle número tres del puerto, esta noche a las once y media. Armados. No intentéis comunicaros conmigo.
Wick.
Mientras Rocket se encuentra entretenido con la nota que el hombre de la barra ha dejado caer de su bolsillo, claramente destinada a vosotros, las palabras de Lemon comienzan a atraer miradas innecesarias. Hablar en voz alta sobre la pertenencia de uno al Ejército Revolucionario en un lugar público de una isla en la que el Gobierno Mundial y la Marina ostentan un gran poder no suele ser una idea demasiado buena, y pronto la mitad de los clientes del local tienen sus ojos fijos en el grandullón. La gente cuchichea, susurrando entre sí con expresiones que van desde la curiosidad al miedo abarcando un amplio rango de emociones.
El tipo de la barra, quien ya podéis asumir que es Wick, levanta la cabeza del plato en cuanto oye al enmascarado hablar de esa forma. Escasos segundos después se levanta tras apurar lo poco que quedaba en su plato y, sin mediar palabra, abandona la taberna. Su paso no es rápido pero es firme, pero si se observa adecuadamente se puede ver en su rostro un rictus tenso. Apretando ligeramente los dientes y con una mirada que mezcla preocupación y miedo. La escasa profesionalidad de Lemon podría poner en peligro su identidad, que resulta de gran valor para el Ejército Revolucionario por su labor como espía e informante en la ciudad, por lo que no parece querer tener nada más que ver con vosotros para evitar ser asociado también con esta organización. Aunque intentéis hablarle o seguirle no os responderá, y una vez en la calle aprovechará el primer recoveco o esquina que encuentre para hacer que le perdáis de vista gracias a su conocimiento de la ciudad.