Atlas
Nowhere | Fénix
16-09-2024, 08:07 PM
Caminé por medio de la arboleda en paralelo a mis compañeros, alcanzando una posición cercana al faro pero sin llegar a salir del bosque. Mientras observaba lo que ellos hacían, mantenía un ojo en los alrededores en espera de identificar cualquier posible amenaza que pudiese tornar una misión de escolta en una carnicería. Al menos esperaba que unos hipotéticos enemigos esperasen a que se hiciera de día para emprender su ofensiva. Bastante tedioso resultaba un combate ya de por sí, como para encima tener que hacerlo por la noche.
Por desgracia, no fue así. Todo marchaba a la perfección, al menos en apariencia. El acceso al faro se había abierto después de que Ray le hablase a su ocupante, pero en ese momento una sombra en medio de la noche llamó mi atención. Cuando quise darme cuenta, no era una sino varias las siluetas que emergían como pesadillas desde lo más profundo de la oscuridad. Avanzaban hacia el claro con lentitud y en silencio en una clara maniobra que pretendía atraparnos con la guardia baja.
—¡Vienen desde el bosque! —exclamé al Den Den Mushi para advertir a mis compañeros. Ése no sería el día en que nos cogiesen por la espalda... O sí, porque mi advertencia coincidió con el estruendo de los cañones al disparar desde la distancia. Efectivamente, alguna embarcación había abierto fuego contra el faro desde la lejanía, convirtiendo a mis compañeros en su objetivo. Nos atacaban desde el mar y desde tierra firme. ¿Qué podía salir peor? En realidad, casi que parecía mejor no preguntarlo por lo que pudiese pasar.
A lo lejos pude ver cómo Taka y Octojin se encaraban hacia el mar. Del mismo modo, pude apreciar a la perfección cómo Camille intentaba atrapar a Meethook para separarle de la zona más peligrosa. Lo que probablemente no sabía era que el enemigo también se encontraba en la zona que presumiblemente debía ser más segura.
¿Cuál debía ser mi siguiente paso? Se antojaba evidente que debía avisar a mis compañeros de lo que podrían encontrar si se aproximaban demasiado al bosque, pero tal vez pudiese hacer algo más para inclinar la balanza un poco a nuestro favor antes de la advertencia. Con las ideas algo más claras, saqué mi arma de su soporte y me dirigí hacia el enemigo. En la mano derecha portaba mi naginata, mientras que en la izquierda llevaba mi Den Den Mushi. A toda velocidad, corrí hacia la sombre más cercana y tracé un único y profundo tajo vertical antes de, con un gran salto, tratar de alejarme del enemigo e incluso salir de la zona boscosa para reunirme con Camille y Ray.
—¡También están aquí! —comentaría en caso de que todo hubiese salido tal y como había planeado—. El enemigo avanza también desde el bosque. He intentado avisaros, pero ha coincidido con los disparos de los cañones —añadiría, procurando mantener abierta la línea del Den Den Mushi para que también Octojin y Taka, más alejados, estuviesen al tanto de nuestra situación—. Estoy bien —diría, por último, tras posicionarme al lado de Camille—. No sé si alegrarme de la idea de haber ido por el bosque o maldecir mi suerte por haber sido yo quien se ha topado con ellos.
Lo decía en broma, pues era evidente que me alegraba de haber podido advertir a mis compañeros. No obstante, tenía unas apariencias que guardar y una imagen que mantener.
Por desgracia, no fue así. Todo marchaba a la perfección, al menos en apariencia. El acceso al faro se había abierto después de que Ray le hablase a su ocupante, pero en ese momento una sombra en medio de la noche llamó mi atención. Cuando quise darme cuenta, no era una sino varias las siluetas que emergían como pesadillas desde lo más profundo de la oscuridad. Avanzaban hacia el claro con lentitud y en silencio en una clara maniobra que pretendía atraparnos con la guardia baja.
—¡Vienen desde el bosque! —exclamé al Den Den Mushi para advertir a mis compañeros. Ése no sería el día en que nos cogiesen por la espalda... O sí, porque mi advertencia coincidió con el estruendo de los cañones al disparar desde la distancia. Efectivamente, alguna embarcación había abierto fuego contra el faro desde la lejanía, convirtiendo a mis compañeros en su objetivo. Nos atacaban desde el mar y desde tierra firme. ¿Qué podía salir peor? En realidad, casi que parecía mejor no preguntarlo por lo que pudiese pasar.
A lo lejos pude ver cómo Taka y Octojin se encaraban hacia el mar. Del mismo modo, pude apreciar a la perfección cómo Camille intentaba atrapar a Meethook para separarle de la zona más peligrosa. Lo que probablemente no sabía era que el enemigo también se encontraba en la zona que presumiblemente debía ser más segura.
¿Cuál debía ser mi siguiente paso? Se antojaba evidente que debía avisar a mis compañeros de lo que podrían encontrar si se aproximaban demasiado al bosque, pero tal vez pudiese hacer algo más para inclinar la balanza un poco a nuestro favor antes de la advertencia. Con las ideas algo más claras, saqué mi arma de su soporte y me dirigí hacia el enemigo. En la mano derecha portaba mi naginata, mientras que en la izquierda llevaba mi Den Den Mushi. A toda velocidad, corrí hacia la sombre más cercana y tracé un único y profundo tajo vertical antes de, con un gran salto, tratar de alejarme del enemigo e incluso salir de la zona boscosa para reunirme con Camille y Ray.
ESP201
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 2
No Aprendida
33
1
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un [Dash] de hasta 8 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido del Dash.
Golpe Basico + [FUEx2,2] de [Daño perforante]
—¡También están aquí! —comentaría en caso de que todo hubiese salido tal y como había planeado—. El enemigo avanza también desde el bosque. He intentado avisaros, pero ha coincidido con los disparos de los cañones —añadiría, procurando mantener abierta la línea del Den Den Mushi para que también Octojin y Taka, más alejados, estuviesen al tanto de nuestra situación—. Estoy bien —diría, por último, tras posicionarme al lado de Camille—. No sé si alegrarme de la idea de haber ido por el bosque o maldecir mi suerte por haber sido yo quien se ha topado con ellos.
Lo decía en broma, pues era evidente que me alegraba de haber podido advertir a mis compañeros. No obstante, tenía unas apariencias que guardar y una imagen que mantener.