Vesper Chrome
Medical Fortress
16-09-2024, 11:55 PM
La vida en ocasiones era bastante dura, tanto así que en esta noche me frecuentaría otros bares, pues estar en el gran perezoso me llenaba de una increíble nostalgia, pues al final de cuentas decidí que partiría de la isla dejando todo atrás, estuve demasiado tiempo varado aquí, conociendo personas, creando lazos, armando relaciones que quien sabe si un pirata como yo podrá sostener durante mucho tiempo, era penoso, pero era cierto así que era momento de hacer lo que mejor se hacer, largarme a beber y ponerme tan pedo que olvide porque me llaman La Hiena.
Así fue como llegue a ese bar de mala muerte, y como todo borracho no pude evitar comenzar apostar en cuanto vi un juego, y es que, aunque no soy amante a los juegos, no puedo mentir, tengo la necesidad de verme siendo el mejor en todo lo que aparentemente veo, y puede que sea egoísta, pero soy el puto Vesper Freezeman Chrome. Siempre he buscado la perfección en mis acciones, en mis operaciones, en mis técnicas, y dudo que eso pueda cambiar en algún momento. El grupo de personas jugando me acepto rápidamente, pues quien en sus sanos cinco sentidos no aceptaría a alguien que estaba dispuesto apostar lo que traía encima.
—Para que uste… *hip* sepan, el primero que haga tram… *hip* le corto un brazo. — Estaba claro que en este grupo no habría nadie que intentara algo tan tonto como eso delante de mí, aunque no me conocen o las cosas que he hecho, suelen sentirse intimidados por la mirada vacía que suele tener mi cara, los ojos que parecen tener la capacidad para tragarse el mismo infinito. Entre mano y mano fui ganando un poco de dinero, no es que soy un excelente jugador, para nada, sino que esta gente tiene miedo de utilizar algún tipo de trampa. Pocos minutos después habían llegado más personas llenando el local y entre aquellos que entraron mis ojos se posaron en aquella figura que a ciencia cierta podía reconocer, es tez, esos tatuajes, imposible no reconocer al Doctor Bonez.
—¡¡¡Doctaaa Strangeeee!!!— Lo vi y como si hubiera visto a un hermano de toda la vida le pedí que se acercara a la mesa, en donde no hicimos mas que ganar y ganar partidas, Bonez era inteligente, y yo daba una intimidación mas potente que un Arcanine nivel 100, Después de unas horas, con monedas en los bolsillos y alcohol en el cuerpo, Bones y yo nos dirigimos hacia otro bar en donde poder seguir aquella fiesta. Eso sin darnos cuenta que pronto la suerte golpearía de nuevo, en El momento en el que Bonez abrió la puerta de la cantina con una botella de sake en mano, seguido por mi como quienes se conocían de toda una vida.
¡Vesper! Estos tipos se me hacen conocidos ¿No los habremos estafado en alguno de los otros *hic* bares?
En cuanto escuche las palabras de Strange, me apresuré rápidamente a golpear aquel que se veía mas contento que todos, quizá ese nos daría problemas, pero con esta borrachera al único que puedo distinguir es al mismo Bonez, con un sprint me acerqué a la barra. —No te preo… *Hip* les parto su madre. — Le dije a Bonez antes de detener mi sprint justo en frente de Drake, este tipo por alguna razón me parecía demasiado grande y la silueta de quien tiene al lado me parece demasiado conocida.
—¿Ricitos de Plata? — Observe con los ojos entrecerrados al tipo que me parecia conocido, pero por aquel estado de ebriedad no podia distinguir demasiado bien su rostro, sin embargo esa sonrisa burlona no podia olvidarla desde aquella primavera queria pelear con este hombre para demostrar quien era verdaderamente mas fuerte.
Así fue como llegue a ese bar de mala muerte, y como todo borracho no pude evitar comenzar apostar en cuanto vi un juego, y es que, aunque no soy amante a los juegos, no puedo mentir, tengo la necesidad de verme siendo el mejor en todo lo que aparentemente veo, y puede que sea egoísta, pero soy el puto Vesper Freezeman Chrome. Siempre he buscado la perfección en mis acciones, en mis operaciones, en mis técnicas, y dudo que eso pueda cambiar en algún momento. El grupo de personas jugando me acepto rápidamente, pues quien en sus sanos cinco sentidos no aceptaría a alguien que estaba dispuesto apostar lo que traía encima.
—Para que uste… *hip* sepan, el primero que haga tram… *hip* le corto un brazo. — Estaba claro que en este grupo no habría nadie que intentara algo tan tonto como eso delante de mí, aunque no me conocen o las cosas que he hecho, suelen sentirse intimidados por la mirada vacía que suele tener mi cara, los ojos que parecen tener la capacidad para tragarse el mismo infinito. Entre mano y mano fui ganando un poco de dinero, no es que soy un excelente jugador, para nada, sino que esta gente tiene miedo de utilizar algún tipo de trampa. Pocos minutos después habían llegado más personas llenando el local y entre aquellos que entraron mis ojos se posaron en aquella figura que a ciencia cierta podía reconocer, es tez, esos tatuajes, imposible no reconocer al Doctor Bonez.
—¡¡¡Doctaaa Strangeeee!!!— Lo vi y como si hubiera visto a un hermano de toda la vida le pedí que se acercara a la mesa, en donde no hicimos mas que ganar y ganar partidas, Bonez era inteligente, y yo daba una intimidación mas potente que un Arcanine nivel 100, Después de unas horas, con monedas en los bolsillos y alcohol en el cuerpo, Bones y yo nos dirigimos hacia otro bar en donde poder seguir aquella fiesta. Eso sin darnos cuenta que pronto la suerte golpearía de nuevo, en El momento en el que Bonez abrió la puerta de la cantina con una botella de sake en mano, seguido por mi como quienes se conocían de toda una vida.
¡Vesper! Estos tipos se me hacen conocidos ¿No los habremos estafado en alguno de los otros *hic* bares?
En cuanto escuche las palabras de Strange, me apresuré rápidamente a golpear aquel que se veía mas contento que todos, quizá ese nos daría problemas, pero con esta borrachera al único que puedo distinguir es al mismo Bonez, con un sprint me acerqué a la barra. —No te preo… *Hip* les parto su madre. — Le dije a Bonez antes de detener mi sprint justo en frente de Drake, este tipo por alguna razón me parecía demasiado grande y la silueta de quien tiene al lado me parece demasiado conocida.
—¿Ricitos de Plata? — Observe con los ojos entrecerrados al tipo que me parecia conocido, pero por aquel estado de ebriedad no podia distinguir demasiado bien su rostro, sin embargo esa sonrisa burlona no podia olvidarla desde aquella primavera queria pelear con este hombre para demostrar quien era verdaderamente mas fuerte.