[Diario] Moon tear

No podía evitar que las lágrimas escaparan de mis ojos mientras sostenía su cuerpo entre mis brazos sintiendo como su calidez se iba debilitando, ¿porque no podía salvarle?, ¿porque debía de perderla?, ¿porque debía perder la mitad de mi alma?, una sensación cálida se apodero de mi rostro mientras su mano se posaba en mi mejilla con delicadeza, sus palabras fueron un susurro delicado –Vive… nunca dejes… de salvar a… o…tros…- era capaz de sentir como sus latidos se debilitaban a cada palabra antes de desaparecer, en aquel instante mi corazón se despedazo mientras mi aullido rompía el cielo nocturno de aquel campo de lucha antes que todo se oscureciera aferrándome a las memorias distantes memorias de hacía ya 5 años que se habían arraigado en mi corazón y mi alma
 
Un recuerdo de aquel día en que ella había llegado como naufraga a Zunisha y había sido rescatada por nuestra gente, el día en que mi madre había sido la doctora que había atendido a una humana venida de una tierra distante, su figura frágil, cansada, pequeña en comparación a mi familia, algo me hizo acercarme a ella mientras mi madre la revisaba antes de sentir como su mano se sujetaba a mis garras marcando mi vida y mi destino pues en aquel instante lo supe, ella era, ella sería mi pareja del alma; conforme los días pasaban me volvía más y más apegado a aquella joven, ella era tan diferente a nosotros, aun así se sentía tan correcto que estuviera a mi lado, solía escoltar a Mai a través de las calles de Zou platicando por horas de cualquier cosa que viniera a nuestras mentes, incluso encontraba cierto gusto en como ella no tenía miedo alguno de regañarme o desafiarme en cada momento, algo de lo que muchos de mis compañeros encontraban gusto en hacer algo de mofa pues como decían Mai era toda una fierecilla que no le deja nada que desear a una leona pero aquello era una de las partes más fuertes en su encanto a mi parecer
 
Algo que mi padre jamás acepto, éramos lobos, debíamos ser orgullosos en especial mi linaje que había protegido Zou por generaciones, e igualmente debería tomar aquel roll junto con una loba que no amaba por pareja pues era lo que mi familia exigía de mí, algo que jamás pude aceptar, durante años aquella situación continuo incluso con mi padre llegando a mandar a gente para desaparecer a Mai pero jamás permití que llegaran a ello haciendo que mi padre se diera cuenta que atentar contra la vida de aquella humana seria atentar contra mi propia vida causando que desistiera de ello
 
Aun así en mi familia mi destino estaba sellado, al cumplir los 16 años mi padre decreto que debía casarme con una loba de otra familia, una loba ártica de pelaje blanquecino y ojos azules fríos como el hielo, sin duda alguna era hermosa junto con una familia fuerte apoyándole pero no poseía ningún tipo de sentimiento o atracción ante ella simplemente no podría tolerar aquel abuso por lo cual Mai y yo tomamos una elección, nos iríamos de Zou, no a Wano ni a ningún otro lugar del nuevo mundo donde mi familia pudiera rastrearnos escaparíamos a los océanos cardinales donde realmente podríamos ser libres; así fue que Mai y yo partimos bajo el abrigo de la noche dejando todo atrás
 
Al paso del tiempo Mai y yo vagamos a lo largo de los mares hasta llegar al west blue, la gente era recelosa con nosotros mientras buscábamos un hogar entre ellos dada mi apariencia, un Mink no era una vista común y menos uno con apariencia feroz como la mía, a la par que nos tratábamos de una pareja entre un mink y una humana mucha gente nos acusaba de pecadores u otras cosas pero siempre decidimos ignorar aquellas acusaciones pues nuestros destinos habían estado entrelazados desde antes de nacer, incluso considerábamos establecernos, formar una familia y que estableciera una clínica para mantenernos pero sin dinero aquello sería difícil iniciar; para nuestra fortuna la marina siempre guardaba lugar para nuevos reclutas a los cual decidimos unirnos para poder reunir dinero y conseguir nuestro propio hogar
 
Mis habilidades de combate no fueron algo que pasaran desapercibida entre la marina, después de todo no existía un solo mink nacido en Zou que no poseyera entrenamiento de combate básico, por ello rápidamente se me envió a un entrenamiento más especializado en el West Blue empezando a aprender los fundamentos básicos del Hasshoken, una disciplina que se especializaría en el combate en corta distancia canalizando hondas para poder penetrar armaduras esto sumado a mis conocimientos médicos podría volverse una poderosa arma o eso esperaban los superiores de la base en que nos había asignado
 
Nuestro entrenamiento continuo semanas hasta que se nos dio luz verde para poder integrarnos en misiones de la marina partiendo a nuestras primeras misiones, a Mai y a mí se nos asignó a un escuadrón en el cual rápidamente nos compenetramos durante meses estuvimos realizando misiones con un índice de éxito más que aceptable, el futuro parecía prometedor, hasta que todo cambio; debió ser nuestro quinceava, quizás dieciseisava misión, no lo recuerdo bien, fuimos desplegados para apoyar en la defensa de una aldea de una pequeña isla en el West Blue contra una banda pirata, una mera misión de rutina según se comentaba pero la inteligencia estaba equivocada
 
Rápidamente la situación se deterioró pues el enemigo estaba mejor equipado y preparado de lo que se había esperado causando que rápidamente perdiéramos la posición, siendo superados por el enemigo, aquel día vi caer a varios de mis colegas y miembros de mi escuadrón incluida mi esposa haciendo que desatara todo mi poder ante la luz de la luna perdido en mi sufrimiento, deja que la luz de la luna llenara mi mirada sintiendo algo primigenio surgir de lo profundo de mi ser desate mi sulong dejando que la bestia se adueñara de mi lo que paso después de ello será una historia para otra ocasión, pues la noche ya es tarde esta noche pero continuare mis memorias más adelante