Lemon Stone
MVP
17-09-2024, 09:37 PM
Abandonas el edificio del alcalde sin ninguna complicación, aunque la señora te queda mirando a medida que te alejas de la casa. Hay algo en ella que no te termina de gustar, pero me pregunto qué será… En cualquier caso, has montado un escenario hipotético plausible, sin embargo… Necesitas más información, bastante más. ¿Desde cuándo los piratas están entregando las plantas a los habitantes del pueblo? ¿Cuál es su propósito? ¿Únicamente desean clientes? Y de ser así, ¿por qué atacar al pueblo y destruir sus casas? Si lo que desean son riquezas, les conviene que los pueblerinos prosperen para tener más dinero y así gastar más… ¿Acaso se te ha escapado un detalle?
Eres libre de irte a dormir, construir más empalizadas y esperar a los piratas, o seguir a la misteriosa figura que acaba de aparecer. ¿Hay más opciones? Por supuesto, tú decides qué línea seguir. Eso sí, comienza a anochecer…
Ya verás tú si decides regresar a la casa del alcalde a hacerle más preguntas o, quién sabe, investigar a la señora. Lo que sí sabemos es que, luego de unos escasos minutos, consigues encontrar al hombre que estaba masticando esa extraña hoja, mientras el pueblo parece más agitado de lo “normal”. Sigue donde mismo, buscando algo entre los escombros, su mirada lunática y difícil de comprender. Le haces la pregunta, pero no te responde. Insistes de un modo más… sutil, incluso manipulador, pero tampoco te da una respuesta. Al menos no la que tú estás buscando.
-¡Vete! -te gruñe como un perro furioso-. ¡Largo de aquí! El alcalde dijo que no habláramos sobre esto…
¿Por qué el alcalde querría que su gente no hablase de la planta? Los políticos suelen esconder sus errores para continuar en el podio, para seguir siendo el popular del salón. Sin embargo, ¿será este el caso…?
Puedes insistir y preguntarle más cosas al hombre, pero no te responderá. Como si fuera el personaje de un videojuego programado con unas pocas líneas de diálogo, te dirá una y otra vez lo mismo.
Entre las preguntas y las respuestas, las insistencias y las desilusiones, notas una presencia escondida entre las casas. Sientes que alguien, o puede que algo, te observa. Al elevar la mirada descubres una figura femenina, cabello negro y nariz gruesa y grande. Sus rizos le cubren parte del rostro y lleva unos harapos medio sucios, aunque tampoco tanto. Hay dos cuestiones que te llaman la atención: sus ojos increíblemente perturbados, como si dentro de ellos vivieran nubes tormentosas y caóticas, y que sus dedos no paran de rascar la madera de la casa tras la cual te vigila.
Antes de que puedas acercarte a ella, ves a dos hombres grandes y robustos tomándola de los brazos y llevándosela a… ¿Hacia dónde?