Galhard
Gal
18-09-2024, 02:07 PM
Galhard observó a Nathan por unos segundos, esperando que su compañero encontrara las palabras para compartir su sueño. Sin embargo, el silencio continuó, y aunque el momento no se sintió incómodo, fue evidente que Nathan no estaba listo para hablar. Galhard sabía que no todos podían expresar sus pensamientos con facilidad, especialmente cuando se trataba de algo tan personal como los sueños. A veces, la reflexión y la introspección tomaban tiempo. Tal vez Nathan solo necesitaba más espacio para encontrar las palabras adecuadas, o tal vez prefería escuchar antes de hablar.
Con una ligera sonrisa, Galhard decidió no presionar. Después de todo, no había prisa. Cada miembro del grupo aportaba algo diferente, y la diversidad de pensamientos y sentimientos era lo que hacía que momentos como este fueran valiosos. Sin querer romper la tranquilidad del ambiente, Galhard desvió su atención hacia Lovecraft, quien había estado observando todo en silencio, como si ya hubiera previsto que la pregunta cambiaría de dirección.
— Parece que Nathan prefiere meditar un poco más sobre su sueño —comentó Galhard con una leve inclinación de cabeza hacia Nathan, manteniendo su tono suave y comprensivo. Era importante no forzar el momento, sino dejar que las respuestas fluyeran naturalmente cuando fuera el tiempo adecuado.
Luego, volvió su atención completamente a Lovecraft, quien siempre había sido un enigma para él. Con la misma calma que había mostrado al hablar sobre su propio sueño, Galhard dirigió la pregunta hacia su compañero.
— Lovecraft, ¿y tú? —preguntó, su curiosidad genuina reflejada en sus ojos—. ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué te impulsa a seguir adelante? Dado a que parece que no eres de muchas palabras... ¿Te sería raro escribirme tu respuesta en esta libreta?— Finalizó sacando una pequeña libreta y un lapiz.
La brisa del East Blue seguía acariciando suavemente los rostros de los presentes, mientras el sol comenzaba a descender en el horizonte. El ambiente era perfecto para este tipo de conversaciones profundas, y Galhard sentía que conocer los sueños de sus compañeros no solo los acercaría más, sino que también fortalecería el vínculo entre ellos. Estaba convencido de que juntos podrían lograr grandes cosas, pero primero debían entender qué los impulsaba individualmente. Con la mirada fija en Lovecraft, Galhard aguardaba su respuesta.
Con una ligera sonrisa, Galhard decidió no presionar. Después de todo, no había prisa. Cada miembro del grupo aportaba algo diferente, y la diversidad de pensamientos y sentimientos era lo que hacía que momentos como este fueran valiosos. Sin querer romper la tranquilidad del ambiente, Galhard desvió su atención hacia Lovecraft, quien había estado observando todo en silencio, como si ya hubiera previsto que la pregunta cambiaría de dirección.
— Parece que Nathan prefiere meditar un poco más sobre su sueño —comentó Galhard con una leve inclinación de cabeza hacia Nathan, manteniendo su tono suave y comprensivo. Era importante no forzar el momento, sino dejar que las respuestas fluyeran naturalmente cuando fuera el tiempo adecuado.
Luego, volvió su atención completamente a Lovecraft, quien siempre había sido un enigma para él. Con la misma calma que había mostrado al hablar sobre su propio sueño, Galhard dirigió la pregunta hacia su compañero.
— Lovecraft, ¿y tú? —preguntó, su curiosidad genuina reflejada en sus ojos—. ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué te impulsa a seguir adelante? Dado a que parece que no eres de muchas palabras... ¿Te sería raro escribirme tu respuesta en esta libreta?— Finalizó sacando una pequeña libreta y un lapiz.
La brisa del East Blue seguía acariciando suavemente los rostros de los presentes, mientras el sol comenzaba a descender en el horizonte. El ambiente era perfecto para este tipo de conversaciones profundas, y Galhard sentía que conocer los sueños de sus compañeros no solo los acercaría más, sino que también fortalecería el vínculo entre ellos. Estaba convencido de que juntos podrían lograr grandes cosas, pero primero debían entender qué los impulsaba individualmente. Con la mirada fija en Lovecraft, Galhard aguardaba su respuesta.