Dharkel
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18-09-2024, 07:42 PM
Cuando Dharkel preguntó a su viejo conocido, éste dio un paso hacia atrás, oteando las callejuelas cercanas con una mirada nerviosa. Aquel indigente sabía algo y el espadachín estaba seguro de ello. Escuchó lo que tenía que decir, asintiendo en silencio con un leve cabeceo. Reafirmando las teorías del hombre. Sus miradas se volvieron a encontrar, esta vez durante más de un instante. En los ojos de Dharkel podía verse honestidad, pero principalmente remordimiento.
No tardaron, de forma inteligente, en moverse del lugar y dirigirse a una vieja taberna. Durante el trayecto Dharkel intentó focalizar sus sentidos en los callejones, en busca del temor de su compañero; alerta.
Los hedores del destartalo tugurio eran demasiado agresivos. Debido a la falta de práctica y en un acto reflejo se tapó la nariz y la boca con la mano al abrir la puerta del local. Mas no tardó en recobrar la compostura, recordando dónde se encontraba. No quería ni debía parecer un turista. Tras esquivar varias jarras voladoras, danzarines involuntarios y otra clase de curiosa fauna, finalmente encontraron un par de huecos libres en una mesa astillada, cubierta de suciedad y de licores derramados, pegada a una pared.
Alguien que parecía del servicio posó dos jarras en la mesa y desapareció entre la multitud tan rápido como había venido. Extrañado por tal comportamiento fingió beber. No recordaba que aquel antro tuviese servicio, ni mucho menos que no te cobrasen en el acto por las consumiciones, pero para ser justos, no recordaba la mayor parte del tiempo que había pasado entre los necesitados.
- Este sitio también parece… diferente. – Dio otro falso trago y se encendió un cigarro, ofreciéndole otro a su acompañante. – Quizás solo sea yo el que ha cambiado – musitó. – A parte de la información, si realmente hay alguien detrás de todo esto, voy a necesitar ropa que no llame la atención. Quizás pueda hacerme pasar por uno de vosotros… al fin y al cabo la experiencia ya la tengo – dijo con una sonrisa forzada intentando no herir los sentimientos de aquel hombre.