Jack D. Agnis
Golden Eyes
19-09-2024, 01:45 AM
(Última modificación: 19-09-2024, 01:46 AM por Jack D. Agnis.)
Di un gran suspiro tras oir sus palabras. Aquello ya me había agotado. Mis preguntas seguían sin respuesta y lo único que podía oír era a un idiota decir cosas que apenas entendía, lo cual comenzaba a ponerme de muy mal humor.
-Creo que esto no está yendo a ningún lado. Apenas me dices lo que quiero saber. No sé quien eres pero dices que puedes estar si te llamo. No tienes poder, solo que tienes una gran ambición, que a mi parecer no me sirve de nada. – le dije ya un poco harto de estar en una charla que parecía no ir a ningún lado.
-Lo siento Percival, pero no puedo confiar en alguien que ni siquiera puede explicar por qué debería aceptar su favor y sobre todo cuando veo que no tienes poder alguno que me pueda servir. La verdad tu actitud es una mierda y poco me interesa negociar contigo, pero aun tienes una sola oportunidad para convencerme de que te venda lo que buscas. Sino, como dije, me iré y buscaré otro comprador que si pueda pagar lo que pido. - le dije, mientras lo miraba fijamente. Mi sonrisa ya había desparecido y un notable cansancio que había posado en mi rostro.
-Dime, ¿Perteneces a la marina? Eso si me serviría mas que nunca, pero necesito saber en qué me podría servir tu favor. Ya te lo dije miles de veces…- exclamé exagerando.
-…No confío en ti y desde que empezamos a hablar no has hecho méritos para que éste negocio se lleve a cabo. Te vuelvo a preguntar ¿Quién eres? ¿Dónde perteneces? Y ¿Por qué crees que tu favor vale los 2.5 millones extras que pido? – pregunté, esperando que esta vez mis respuestas fuera contestadas.
-Depende de tu respuesta, es si este negocio se lleva a cabo. Te daré unos momentos para que lo pienses. Todo lo que salga de tu boca que no contesten mis preguntas, las ignoraré. Tus insultos no me hacen daño y mucho menos tus amenazas– exclamé.
Sin dudarlo, esperé el tiempo necesario, siempre y cuando fueran pocos minutos, a que aquel hombre decidiera contestarme algo que me dijera que realmente valía la pena obtener su favor.
-Creo que esto no está yendo a ningún lado. Apenas me dices lo que quiero saber. No sé quien eres pero dices que puedes estar si te llamo. No tienes poder, solo que tienes una gran ambición, que a mi parecer no me sirve de nada. – le dije ya un poco harto de estar en una charla que parecía no ir a ningún lado.
-Lo siento Percival, pero no puedo confiar en alguien que ni siquiera puede explicar por qué debería aceptar su favor y sobre todo cuando veo que no tienes poder alguno que me pueda servir. La verdad tu actitud es una mierda y poco me interesa negociar contigo, pero aun tienes una sola oportunidad para convencerme de que te venda lo que buscas. Sino, como dije, me iré y buscaré otro comprador que si pueda pagar lo que pido. - le dije, mientras lo miraba fijamente. Mi sonrisa ya había desparecido y un notable cansancio que había posado en mi rostro.
-Dime, ¿Perteneces a la marina? Eso si me serviría mas que nunca, pero necesito saber en qué me podría servir tu favor. Ya te lo dije miles de veces…- exclamé exagerando.
-…No confío en ti y desde que empezamos a hablar no has hecho méritos para que éste negocio se lleve a cabo. Te vuelvo a preguntar ¿Quién eres? ¿Dónde perteneces? Y ¿Por qué crees que tu favor vale los 2.5 millones extras que pido? – pregunté, esperando que esta vez mis respuestas fuera contestadas.
-Depende de tu respuesta, es si este negocio se lleva a cabo. Te daré unos momentos para que lo pienses. Todo lo que salga de tu boca que no contesten mis preguntas, las ignoraré. Tus insultos no me hacen daño y mucho menos tus amenazas– exclamé.
Sin dudarlo, esperé el tiempo necesario, siempre y cuando fueran pocos minutos, a que aquel hombre decidiera contestarme algo que me dijera que realmente valía la pena obtener su favor.