Muken
Veritas
19-09-2024, 07:19 AM
El ambiente del lugar era agitado, todo estaba pasando muy rápido y Muken estaba listo para lo que se viniera. El capitán Byron tras recibir la información del tirador le ordeno dirigirse en dirección de sus dos compañeros Kael y Vesper, sin mucho problema el joven tirador asintió con la cabeza y se movió en dirección a sus dos compañeros, en el fondo Muken quería ir con el señor Duck, pero esta vez fue imposible.
Mientras se acercaba a sus compañeros, escucho a lo lejos a la joven de la tripulación, -como era que se llamaba esta chica… ah si Jun. – pensaba el tirador mientras escuchaba la petición de su compañera. Al parecer debido a la caída de la primera trampa, la joven había perdido sus municiones. Para suerte de la chica Muken tenía suficiente munición para los dos, llevando su mano a su mochila este saca dos cajas de 20 balas para la joven. En total le había dado 40 municiones, luego de este acto se siguió moviendo en dirección de sus colegas, pero en dirección contraria. Para suerte del tirador tanto Kael como Vesper lo tuvieron cortito para que no se llegara alejar, subiéndolo de prepo a la plataforma.
Una vez en la plataforma Muken escucho las palabras de Kael el cual transmitía lo que decía el mensaje oculto “¡Los números son el Avance, No debéis perder el balance!” Colocados sobre la plataforma con el numero indicado, tal vez el razonamiento de Kael sea el adecuado, pero por si algo saliera mal, Muken se encontraba alerta mientras llevaba su mano al bolsillo en busca de un caramelo de fruta. Al tocar su bolsillo y no encontrar ese pequeño pedazo de cielo empezó a buscar por toda su ropa, -Mi caramelo donde están mis caramelos. – pensó mientras se empezaba a registrar por todos lados en busca de sus preciados caramelos de fruta.
La respiración del tirador se volvía cada vez más fuerte, mientras sus manos temblaban de ira - ¿Dónde están, donde están esos maldecidos caramelos? Siempre los guardo en este bolsillo, nunca me han faltado los putos caramelos. Dios DIOS DIOS DIOS, que mierda. - todo esto pasaba por la cabeza de Muken el cual no paraba de moverse en busca de sus caramelos. Los nervios subían hasta que un nombre vino a su cabeza -Kael- el niño lodo había guardado todo lo que estaba en la cocina en su lodo, tal vez con algo de suerte el pirata abría guardado uno de sus caramelos, pero las posibilidades eran pocas.
Respirando profundamente Muken intento calmarse, el cuerpo le pedía algo dulce pero aun los síntomas no eran tan graves, pero si no se ponía a pensar en un sustituto de sus caramelos, las cosas para el podrían ponerse algo difíciles.
Mientras se acercaba a sus compañeros, escucho a lo lejos a la joven de la tripulación, -como era que se llamaba esta chica… ah si Jun. – pensaba el tirador mientras escuchaba la petición de su compañera. Al parecer debido a la caída de la primera trampa, la joven había perdido sus municiones. Para suerte de la chica Muken tenía suficiente munición para los dos, llevando su mano a su mochila este saca dos cajas de 20 balas para la joven. En total le había dado 40 municiones, luego de este acto se siguió moviendo en dirección de sus colegas, pero en dirección contraria. Para suerte del tirador tanto Kael como Vesper lo tuvieron cortito para que no se llegara alejar, subiéndolo de prepo a la plataforma.
Una vez en la plataforma Muken escucho las palabras de Kael el cual transmitía lo que decía el mensaje oculto “¡Los números son el Avance, No debéis perder el balance!” Colocados sobre la plataforma con el numero indicado, tal vez el razonamiento de Kael sea el adecuado, pero por si algo saliera mal, Muken se encontraba alerta mientras llevaba su mano al bolsillo en busca de un caramelo de fruta. Al tocar su bolsillo y no encontrar ese pequeño pedazo de cielo empezó a buscar por toda su ropa, -Mi caramelo donde están mis caramelos. – pensó mientras se empezaba a registrar por todos lados en busca de sus preciados caramelos de fruta.
La respiración del tirador se volvía cada vez más fuerte, mientras sus manos temblaban de ira - ¿Dónde están, donde están esos maldecidos caramelos? Siempre los guardo en este bolsillo, nunca me han faltado los putos caramelos. Dios DIOS DIOS DIOS, que mierda. - todo esto pasaba por la cabeza de Muken el cual no paraba de moverse en busca de sus caramelos. Los nervios subían hasta que un nombre vino a su cabeza -Kael- el niño lodo había guardado todo lo que estaba en la cocina en su lodo, tal vez con algo de suerte el pirata abría guardado uno de sus caramelos, pero las posibilidades eran pocas.
Respirando profundamente Muken intento calmarse, el cuerpo le pedía algo dulce pero aun los síntomas no eran tan graves, pero si no se ponía a pensar en un sustituto de sus caramelos, las cosas para el podrían ponerse algo difíciles.