¿Sabías que…?
... Oda tenía pensado bautizar al cocinero de los Mugiwaras con el nombre de Naruto, pero justo en ese momento, el manga del ninja de Konoha empezó a tener mucho éxito y en consecuencia, el autor de One Piece decidió cambiarle el nombre a Sanji.
[Aventura] [T2] La cabalgata de la Walkyria - Ragnheidr Grosdttir
Ragnheidr Grosdttir
The Storm
Personaje


La luna llena iluminaba suavemente el bosque, proyectando sombras sobre el suelo mientras Ragn se adentraba en el corazón de la espesura. Sus pasos, aunque poderosos, eran silenciosos sobre la hierba húmeda. La noche era fría, pero el aire limpio llenaba sus pulmones y le daba una energía renovada para enfrentar su último entrenamiento del día. El colosal guerrero, de cinco metros de altura, tenía músculos tan marcados como las rocas mismas. Cada movimiento suyo parecía un despliegue de fuerza cruda. Sus hombros anchos se mecían con cada paso, y su respiración pausada era un eco suave entre los árboles. El cabello rubio, largo y suelto, caía en cascada sobre su espalda, ondeando ligeramente con el viento. Ragn se detuvo en un claro, donde la luna bañaba la hierba en plata. En el centro del claro se encontraba una enorme roca, casi del tamaño de una casa pequeña. Era su desafío de esta noche.

El calentamiento comenzó suavemente, con una serie de sentadillas profundas. Cada descenso hacía crujir el suelo bajo su peso, y cada ascenso era como el empuje de una montaña. Hizo veinte repeticiones, sintiendo cómo la sangre comenzaba a fluir por sus piernas como ríos desbordados. Luego, pasó a las flexiones con palmada, pero las suyas eran diferentes. No eran simplemente ejercicios de fuerza, cuando sus manos se separaban del suelo, su cuerpo completo flotaba brevemente en el aire antes de que cayera con fuerza, como si la tierra misma fuera incapaz de sostener su energía descomunal. Hizo treinta, y el suelo tembló con cada impacto. Tras este calentamiento, Ragn avanzó hacia la roca. La primera prueba de fuerza real de la noche, levantamiento de piedras. Esta no era cualquier piedra. Pesaba lo que cien hombres juntos, una masa inmóvil que se alzaba como un desafío a su poder. Se sentía frustrado ... Eso le daba mucha capacidad de concentración, paradógicamente. Con las piernas firmemente plantadas y el torso inclinado hacia adelante, Ragn introdujo los brazos debajo de la roca. Sus bíceps, ya de por sí titánicos, se hincharon aún más, como si fueran a romper la piel. Con un gruñido bajo y gutural, comenzó a levantarla. La roca chirriaba y temblaba, pero él no cedía. Poco a poco, la masa colosal se separó del suelo. Ragn levantó la roca sobre su cabeza, sus músculos vibraban por el esfuerzo, y la mantuvo en esa posición, como un pilar que sostenía los cielos.

Con un rugido de victoria, dejó caer la roca de nuevo al suelo con un estruendo que resonó por todo el bosque. Pero su entrenamiento no había terminado. Aún quedaba más. Se dirigió hacia un tronco caído, uno enorme que habría bastado para hacer un puente sobre un río. Lo levantó con facilidad, colocándolo sobre sus hombros, y comenzó a hacer zancadas largas a través del claro, avanzando y retrocediendo. Cada zancada hundía sus pies profundamente en la tierra. Cada vez que terminaba un circuito, aumentaba la intensidad, hasta que su respiración era un rugido que competía con el viento. Cuando finalmente soltó el tronco, sus músculos ardían con el esfuerzo, pero aún quedaba la última prueba. Las flexiones invertidas. Se colgó de la rama más alta de un árbol cercano y comenzó a elevar su enorme cuerpo hacia arriba. Sus brazos, como ramas de roble, subían y bajaban con una cadencia perfecta, hasta que completó cincuenta repeticiones. El tronco crujía bajo su peso, pero resistía.

Después de casi una hora de esfuerzo inhumano, Ragn estaba empapado en sudor. Sus músculos brillaban a la luz de la luna, tensos, pero aún llenos de energía. La noche era tranquila, su respiración se normalizaba, y los sonidos del bosque volvían a llenar el aire. De repente, su agudo oído captó algo fuera de lugar. El chocar metálico de armas. Al principio fue un sonido distante, pero en segundos se intensificó. Espadas, hachas... era una batalla, seguro ... Era un mensaje de Nosha ... ¡Seguro! El instinto de guerrero se despertó en él. Giró su cabeza en dirección al sonido, sus ojos azules centellearon con la emoción de la batalla. Sin perder tiempo, Ragn corrió hacia el origen del sonido, sus piernas colosales lo impulsaban con una velocidad impresionante para alguien de su tamaño. El chocar de armas se volvía más claro, más cercano. El olor a hierro, a tierra removida y a sudor llegó hasta él. Algo importante estaba ocurriendo, y él no iba a quedarse al margen.

Y tanto que no. Con fuerza, desenvainó a Rompetormentas y cayó en el agujero de la batalla, prácticamente en el centro, golpeando la tierra. El efecto de ola de aire barrió la tierra, hojas y cualquier cosa que hubiera allí. Su presencia afectaría seguro a los tipos que estaban batallando. Poco tuvo que esperar para ver que se encontraban en un combate de desventaja. Já. Eso era gloria. Movilizó a Rompetormentas de costado, rotando sobre su propio eje Ragn conseguiría acertar a los máximos posibles.

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RE: [T2] La cabalgata de la Walkyria - Ragnheidr Grosdttir - por Ragnheidr Grosdttir - 19-09-2024, 09:33 AM

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