Hay rumores sobre…
... un algún lugar del East Blue los Revolucionarios han establecido una base de operaciones, aunque nadie la ha encontrado aun.
[C- Presente] Over the Boardwalk, Beyond the Sunset | Priv. Asradi
Alistair
Rengoku
Cuán útil podría ser siquiera un fragmento de memorabilia en estos momentos era algo que nunca acabaría de superar en su cabeza. Algo más que simples trozos de pesadillas esporádicas y rotas, algo tangible con lo cual empezar. Por suerte, encontrar un par de Lunarians era lejos de la tarea mas ardua que el universo podía colocar sobre sus hombros, o él a sí mismo; estar emparentados era secundario, una cosa podía conducirlo a la otra. Y tanto para bien como para mal, sabía que no era la única persona con tales objetivos de búsqueda en mente; debía recordarse a sí mismo mantenerse tenaz en su meta, y utilizar la desconocida cantidad de tiempo en sus manos de manera sabia.

Sus manos se separaron finalmente, dejándose descansar un momento sobre su regazo mientras sus ojos, ahora abiertos, nuevamente se permitían disfrutar de la vista frente a él por seguramente última vez en el día. Su expresión seria y meditativa, tal como una llama encendiéndose con una chispa, se avivó en un instante para ahora ser sobrescrita por una expresión radiante acompañado de una sonrisa a juego, permitiéndose resaltar los ojos naranja de búho que tenía irremediablemente pegados al rostro. Y no es que lo lamentara, sino muy por el contrario; cualquier ave gusta de un sano juego de plumas radiantes en su vestimenta, ¿por qué él no se enorgullecería de sus vivos colores?

-¡Bien! Tanto como me encantaría quedarme aquí a pensar un poco más, va siendo hora de regresar a casa.- Y por supuesto, sería bueno no tener esperando a la base por el informe diario. Un revuelo por un descuido de horarios es lo último que él quisiera en su historial, o en las consecuencias para otros.

Miró hacia los lados rápidamente, apenas suficiente para asegurarse que no hubiera nadie mirando de reojo, y una vez estuviera seguro se levantó de un salto impulsado por un disimulado batir de sus alas. De pie, extendió los brazos frente a él para estirarse un poco, y cómo no, las extremidades de vuelo junto con éstos. Jamás se acostumbraría a cuán placentero era no solo poder estirar las alas hasta su límite, sino el poder moverlas sin miramientos aunque fuera por solo un instante.

Lo que su mirada dejó escapar, su olfato no. El aire arrastró consigo un aroma agradable que atrajo su atención, que en realidad era una mezcla de olores fáciles de descomponer en capas. Lavanda, una generosa cantidad de menta, albahaca... Y un desconocido aroma a agua salada que, de alguna forma, se diferenciaba del gigante azul a su lado. No, no era el mar en sí mismo sino... Su curiosidad le superó. Para estas cosas era un Golden Retriever en alma: Muy buen olfato, muy curioso y probablemente metiéndose en cuatro problemas por saciar lo segundo. Probablemente un Mink en una vida pasada, o un can directamente, no descartaba nada.

Un paso a la vez, cada uno dejaba tras de sí la forma de su calzado en la arena, desplazándola y tomándose su sagrado tiempo persiguiendo lo que, para su nariz, era como de una franja de colores cambiantes dibujada frente a él. Se sentía idéntico a una relajante caminata a lo largo de la orilla con la promesa de un premio al final, tan solo le quedaba cruzar los dedos porque fuera uno bueno, y que ese proverbial lanzamiento de moneda no acabara en el lado incorrecto. 

Hasta que finalmente llegó a su punto de destino, tan solo unos minutos después de partir. O mas bien, quedó a unos cuantos pasos de ella, el origen del aroma cautivador. 

Levantó su mano en un saludo amistoso, acompañado de la expresión sonriente que ya era de facto en su rostro cuando la seriedad no pesaba por encima de todo lo demás. Cortesía ante todo; la primera persona en interactuar debía arrojar el primer saludo. 

-¡Hola, señorita! Dime, ¿por casualidad cargas algunas plantas medicinales contigo?- Prioridades: Primero quería saciar su curiosidad. 

Sus intenciones eran amigables cuanto menos, y si no amigables, completamente inocentes e inofensivas, intentando transmitirlo con transparencia absoluta en su lenguaje corporal. A esta intención ayudaba haber dejado su katana en casa, pues había quienes veían con mala cara llevar un arma adherida a la cintura. Le facilitaba la vida, y si podía evitar un conflicto, conseguía lograr dos beneficios por un sacrificio tan pequeño como temporal.

¡Además! Siempre le agradaba llegar a conocer a una cara nueva, mas aún cuando se trataba de una raza de la que aún solo escuchaba cuentos y descripciones de libro. Conocer a una nueva persona ya era bueno por sí solo, conocer a una sirena era una muy bien recibida sorpresa adicional.
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RE: [C- Presente] Over the Boardwalk, Beyond the Sunset | Priv. Asradi - por Alistair - 20-09-2024, 10:32 AM

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