King Kazma
Shiromimi
20-09-2024, 12:43 PM
Todo iba bastante más rápido de lo que había anticipado. Poco después de llegar al final del recorrido de aquel ascensor se escuchó un ruido proveniente de la sala anterior, indicando que el techo había terminado de caer y había sellado la estancia por completo, impidiendo la vuelta atrás. Bueno, a lo mejor aquel tipo que se había fusionado con la roca podía volver si quería… ¿Qué? Había estado concentrado pensando e ignorando lo que sucedía a su alrededor pero… ¿Realmente había obviado a alguien capaz de hacer algo así? Podía ser una gran amenaza. En aquel nuevo sitio también había una inscripción con una pista críptica sobre lo que había que hacer. King la leyó y… nada. Era historiador, se le daban bien los idiomas y eso, pero nunca había sido especialmente bueno resolviendo enigmas y acertijos. El de la primera sala era relativamente obvio pero este…
Su pensamiento se vio interrumpido por el característico “puru-puru-puru” de un Den-Den Mushi proveniente de su bolsillo. Descolgó y escuchó a Alexander, alegrándose de que estuviera bien. – Aquí estamos bien. Pero la pista de este lugar no me está resultando de mucha ayuda. – El camino a seguir parecía obvio, pues los puentes eran completamente rectos. Pero había algo más, algo que no estaba viendo. ¿Habría puentes falsos? Podían derrumbarse sin previo aviso, o llevarlos a un callejón sin salida. Pero… ¿Cuál podía ser el correcto? La pista podía referirse a que el del medio era el más largo, pero tampoco podía estar seguro. De nuevo, el Den-Den Mushi sonó, interrumpiéndole mientras pensaba tanto que podía salirle humo de la cabeza. Era Alexander de nuevo, con una pista proveniente del mismísimo Indiana. Al parecer, salvarle la vida había resultado de lo más beneficioso. No importaba si no se habían colocado donde él había dicho, su médico sabía apañárselas por sí mismo y alguien ocupó una de las baldosas que señaló antes de que pudieran hacerlo sus compañeros. Aquella pista encajaba con la que estaba escrita, claro que había que verla de un modo un tanto retorcido, pero igualmente allí estaba.
El plan no le hacía mucha gracia por obvios motivos, pero Indiana era un gran explorador con años de carrera a sus espaldas, había que confiar en que no habría mentido a Alexander tras haberle salvado la vida. – Venga Panda, si no pensara que puedes con esto y más no te habría invitado a mi tripulación. ¿No crees? Ahora agárrate fuerte y no tengas miedo. – Dijo, echándose a su amigo a la espalda, que pesaba algo más de lo que tenía calculado. Entonces se acercó al borde del puente y saltó. Pero no alcanzó el puente contiguo. Parece que había subestimado el peso extra de Panda para su salto y ahora ambos estaban cayendo al agua del fondo. Por fortuna tenía su Dial de Bola, así que lo utilizó para crear dos bolas de nube que flotaran en el agua, porque ninguno de los dos podía nadar.
Su pensamiento se vio interrumpido por el característico “puru-puru-puru” de un Den-Den Mushi proveniente de su bolsillo. Descolgó y escuchó a Alexander, alegrándose de que estuviera bien. – Aquí estamos bien. Pero la pista de este lugar no me está resultando de mucha ayuda. – El camino a seguir parecía obvio, pues los puentes eran completamente rectos. Pero había algo más, algo que no estaba viendo. ¿Habría puentes falsos? Podían derrumbarse sin previo aviso, o llevarlos a un callejón sin salida. Pero… ¿Cuál podía ser el correcto? La pista podía referirse a que el del medio era el más largo, pero tampoco podía estar seguro. De nuevo, el Den-Den Mushi sonó, interrumpiéndole mientras pensaba tanto que podía salirle humo de la cabeza. Era Alexander de nuevo, con una pista proveniente del mismísimo Indiana. Al parecer, salvarle la vida había resultado de lo más beneficioso. No importaba si no se habían colocado donde él había dicho, su médico sabía apañárselas por sí mismo y alguien ocupó una de las baldosas que señaló antes de que pudieran hacerlo sus compañeros. Aquella pista encajaba con la que estaba escrita, claro que había que verla de un modo un tanto retorcido, pero igualmente allí estaba.
El plan no le hacía mucha gracia por obvios motivos, pero Indiana era un gran explorador con años de carrera a sus espaldas, había que confiar en que no habría mentido a Alexander tras haberle salvado la vida. – Venga Panda, si no pensara que puedes con esto y más no te habría invitado a mi tripulación. ¿No crees? Ahora agárrate fuerte y no tengas miedo. – Dijo, echándose a su amigo a la espalda, que pesaba algo más de lo que tenía calculado. Entonces se acercó al borde del puente y saltó. Pero no alcanzó el puente contiguo. Parece que había subestimado el peso extra de Panda para su salto y ahora ambos estaban cayendo al agua del fondo. Por fortuna tenía su Dial de Bola, así que lo utilizó para crear dos bolas de nube que flotaran en el agua, porque ninguno de los dos podía nadar.