Asradi
Völva
20-09-2024, 05:00 PM
(Última modificación: 20-09-2024, 05:09 PM por Asradi.
Razón: Añadir el apartado de Virtudes y Defectos
)
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Aquello no iba a ser fácil para ella.
No tanto por el lugar o la situación en sí, sino más bien por temas morales. Les habían informado de lo que estaba ocurriendo en Oykot y hasta ahí se habían dirigido en el barco que pertenecía a Tofun y Gertrudis. La vieja... Bueno, al principio no sabía si esa señora iba a aguantar tanto trajín pero estaba dando más de una sorpresa. Había terminado por caerle bien, al fin y al cabo. Solo era una ancianita, ¡pero qué mujer! Tenía más vitalidad que casi todos ellos juntos. El grupo, como quien dice, se había terminado por dividir, y ahora Ragnheidr, Airgid y ella desembarcaban en el puerto.
Mientras bajaba la rampa, dando unos graciosos saltitos, Asradi miraba a su alrededor. No tanto con desconfianza, pero sí más bien con comedida curiosidad. Era un pueblo claramente pesquero, que dependían exclusivamente del mar. De las capturas del día y de, definitivamente, la obtención de aceite de ballena. Casas pequeñas, pobres, apenas pudientes algunas. La sirena solo suspiró ligeramente, mordisqueándose apenas el labio inferior. No culpaba ni tenía nada en contra de esas gentes, ya bastantes penurias debían de estar pasando. Pero... ¿Aceite de ballena? Eso era lo que la tenía en ese laberinto moral. No lo aprobaba, el cazar ballenas únicamente para beneficiarse de eso. Podía entenderlo si el animal terminase varando en la costa, por enfermedad o signos de la edad. Pero no si estaba totalmente sano.
Se acomodó la falda que, efectivamente, cubría su cola de sirena, comprobó los útiles de su mochila y miró a sus dos compañeros.
— Deberíamos preguntar, a ver si alguien nos puede decir donde encontrar a Karina. — Mencionó, antes de volver a echar un breve vistazo.
El mercado, pequeño y demasiado humilde, se abría ante ellos. En realidad solo eran puestos mediocres hechos con algunos barriles y tablas. Poca cosa, pero suficiente para exponer la mercancía que hubiese a la venta.
— Quizás si compramos algo, consigamos algo de información de manera amable. — Y sin tener que recurrir a amenazas o desconfianzas.
Y, al mismo tiempo, ayudaban de una pequeña forma a esa pobre gente.
De hecho, recordaba el día anterior, que había hablado con Lobo Jackson. Tenía apenas un poco de trato con el mink revolucionario, de cuando se conocieron en Gray Terminal. Ambos habían decidido coordinar los Den Den Mushi para estar comunicados por cualquier eventualidad que pudiese pasar durante la misión en concreto. Había sido buena idea esa, y esperaba que todo saliese bien, dentro de lo que cabía.