Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Misión de Temporada] El Gato y el Ratón - Grupo B
Airgid Vanaidiam
Metalhead
Personaje



Unos días antes...

Tras repasar el plan varias veces junto a sus compañeros, había quedado más que claro cuales eran las partes más importantes de la misión. Tofun se dedicó a tratar de camelarse un poco a los balleneros, una idea que tanto Airgid como Ragnheidr decidieron también llevar a cabo. Tratando de no relacionarse con los mismos círculos que sus compañeros, Airgid pasó días codeándose con los civiles de la zona. Eran gente humilde y trabajadora, quizás algo cerrados de primeras con los extranjeros, pero la labia, el carisma y la belleza de la rubia le ayudaron bastante a la hora de generar cercanía con los pueblerinos. La confianza creció rápidamente y le contaron las inquietudes y problemas con los que estaban viviendo, una situación que ella ya conocía, pero el hecho de que contaran con ella para explicárselo de primera mano era señal suficiente para saber que estaba cumpliendo bien con su parte del plan.

Acabaron hablándose sobre Karina, la líder de los balleneros. No la había conocido personalmente, pero solo por lo que decían de ella... Airgid se la imaginaba como una mujer increíble, fuerte ya no solo a nivel mental sino que tremendamente musculosa y fibrada. ¿Cuánto peso sería capaz de levantar? Se moría de ganas por conocerla, en su mente ya se veía haciéndose amiga de ella y haciendo press de banca juntas. Pero los balleneros resultaron ser lo suficientemente reservados como para no compartir con ella un dato tan importante como su paradero, tampoco se lo llegaron a contar a Ragnheidr... al parecer eran más discretos de lo que se había imaginado en un primer lugar.

Día 25, actualidad.

Airgid llevaba horas preparádose para lo que se avecinaba aquel día. Había entrenado como hacía todas las mañanas, se había tomado su desayuno que consistía en unos onigiris y medio litro de refresco y dedicó gran parte del tiempo a poner a punto todas las cosas que le serían necesarias. Se había hecho con una mochila un poco más robusta y sobretodo, más espaciosa, que junto a las ropas que había conseguido le ofrecían un montón de bolsillos y recobecos donde guardar sus cosas. Y es que Airgid se había transformado en casi en un tanque. Vestida preparada para la guerra, un top ajustado, pantalones holgados y cómodos, zapatillas todoterreno... Llevaba el cabello suelto, dorado, ondeando como si fuera una bandera a su alrededor, y sobre su cabeza, sus queridas gafas de aviador. Guardó en la mochila varios útiles médicos que le había entregado Asradi, su den den mushi, varias latas de refresco y mucha chatarra. Sí, sí, y no solo en la mochila, en los múltiples bolsillos de la ropa también había guardado pequeños trocitos de metal. Tornillos, engranajes, chinchetas, clavos... todo lo que tuviera que no fuera demasiado grande. En su espalda llevaba aquel rifle de largo alcance que había comprado hacía ya un tiempo, mientras en el cinturón llevaba MÁS latas de refresco, su pistola y sus dos escopetas, una a cada lado de la cintura. También se había equipado con unas punteras de metal en la bota, para hacer más dañito cuando tuviera que ponerse a repartir patadas, y por último, llevaba las balas en diferentes cinturones que había colocado alrededor de su cuerpo. Cualquiera al verla pensaría que se estaba preparando para toda una batalla. No le faltaría razón, tampoco.

Imagen de Airgid


Finalmente salió a cubierta. Su "imponente" apariencia enseguida se volvía divertida al ver cómo tenía que moverse, dando saltitos a la pata coja. Pero para Airgid aquello no era ridículo en absoluto, era de hecho, una forma de seguir entrenándose. Vio los chupitos que Tofun les había dejado sobre la mesa y esbozó una sonrisa al recordar que prácticamente todo el viaje se lo habían pasado borrachos como cubas. Ese Tofun sí que era un grande. La rubia no se lo pensó dos veces, tomando el chupito y metiéndose entre pecho y espalda de un solo trago. Le había llamado "polvazo" en honor a ella, y la verdad es que le pegaba un poco, porque siempre estaba llena de polvo y aceite de motor y porque estaba más buena que el pan, pa qué mentir.

Notando cómo las fuerzas le aumentaban después de aquel chupitazo, se encontró con Ragnheidr y Asradi. Estos habían tenido algunas diferencias los últimos días, pues en cuanto al tema de los ballerenos cada uno tenía su propia opinión... y bastante opuesta, la verdad. Airgid había intentado ser la que calmaba un poco las aguas, manteniendose relativamente neutral solo por no crispar más el ambiente, tratando de quitarle hierro al asunto soltando bromas y tonterías. Solo esperaba que el día de hoy no se viera demasiado incomodado por aquella discusión. — ¡Hey! — Dijo al alcanzarles. — Hoy es el día, ¿eh? La Karina esa es más escurridiza que una salamandra remojá, pero de hoy no pasa. — Lanzó un poco al aire, creando conversación y hablando levemente de la misión que les esperaba por delante. Notaba la tensión, pero intentaba aligerar el ambiente con sus bobadas. — Que se vaya preparando, la vamos a camelar de lo lindo. — Sonrió, echando un leve vistazo a ambos. Asradi era parecida a ella, al menos en el sentido de que también iba dando saltitos, tan graciosa. Llevaba una falda larga para que nadie descubriera su cola de sirena... a ver, no es como si creyera que los balleneros fueran a pescarla ni nada, pero nunca se sabía la verdad. Por otro lado, Ragnheidr era una puta mole de músculos, una montaña imponente, con esas dos enormes espadas a su espalda, su armadura y su bonito casco alado. Cuando iba desnudo era increíble, un portento físico, pero así, equipado hasta los dientes, era todo un espectáculo. Airgid les miraba y se moría de ganas por comenzar la misión, tuvo que morderse la lengua para contener la emoción en su interior.

Off
#4


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RE: [Misión de Temporada] El Gato y el Ratón - Grupo B - por Airgid Vanaidiam - 21-09-2024, 04:02 PM

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