Cuando Shiro llegó, pareció no gustarle nada lo que estaba viendo en las acciones de Gretta; incluso le dieron como arcadas. A Gretta no le gustó ver a Shiro así asique tiró la pierna.
—Gretta… por favor… deja de comerte eso. No, no pienso quedarme aquí esperando hasta que llegue el barco esta noche, Gretta— Le contestó en un tono enfadado a Gretta y esta se extrañó. "Asique tienes carácter, ¿eh?, por fin, nunca te había oído quejarte". —Por si no lo sabes, comerse la gente no está muy bien visto por la marina y tú misma has dicho que vienen hacia aquí.
"Qué pasa, la gente puede comer cerdo todo el rato y ¿yo no puedo darle un bocadito a un humano de vez en cuando? Si estás dispuesto a comerte algo, tienes que aceptar que ese algo pueda comerte a ti también. Es la ley de la naturaleza; grande come a pequeño. Es que ¿acaso no aceptan las leyes naturales estos marines? menudos salvajes..." Pensó Gretta cuando Shiro nombró que los marines se enfadarían si la viesen.
Entonces, mientras ella pensaba en la situación que le planteaba este dilema comilístico, Qazan y Shiro discutieron un plan para irse de ese sitio en dirección a un acantilado. Gretta se limitó a seguirlos. Cuando llegaron al acantilado y estaban a cubierto, les dijo lo que había rumiado por el camino.
—Siento Shiro si tu no acostumbrado ah— Le dijo Gretta a Shiro con un tono arrepentido para luego seguir. —Tu dicho que ¿marinies no gusta que coma gente ah? Ellos come cerdo muchias veces ¿sabies lo que es eso? ¡Eso es de hipocritias!— Dijo Gretta asintiendo con la cabeza, sintiéndose como si acabase de sentar catedra en la ponencia de una clase donde se impartía moralismo.
—Y ahora que todo claro con comer piersona o no, pasiamos tema de tisioro, si barco viene nioche, viamos a puerto con oscruidad, cogiemos marine hipocritia, quitamos ropa, Shiro pones, cuelas barco, Qazan y yo viamos por agua, no ven, cuando tú dentro, subimos, damos ostias y cogiemos tisioro. Banda recibe como héroes eh. Terminó de decir Gretta, contando su plan magistral.
Estaba ya empezando a bajar el sol, Gretta miró a la playa, les miró otra vez y les hizo un gesto con la cabeza en dirección al puerto; acto seguido comenzó a andar escondida hacía allí por la costa en busca de algún marine solitario. "Les guste o no mi plan genial, no hay tiempo para más, si se les ocurre otra cosa, que lo digan por el camino".
—Gretta… por favor… deja de comerte eso. No, no pienso quedarme aquí esperando hasta que llegue el barco esta noche, Gretta— Le contestó en un tono enfadado a Gretta y esta se extrañó. "Asique tienes carácter, ¿eh?, por fin, nunca te había oído quejarte". —Por si no lo sabes, comerse la gente no está muy bien visto por la marina y tú misma has dicho que vienen hacia aquí.
"Qué pasa, la gente puede comer cerdo todo el rato y ¿yo no puedo darle un bocadito a un humano de vez en cuando? Si estás dispuesto a comerte algo, tienes que aceptar que ese algo pueda comerte a ti también. Es la ley de la naturaleza; grande come a pequeño. Es que ¿acaso no aceptan las leyes naturales estos marines? menudos salvajes..." Pensó Gretta cuando Shiro nombró que los marines se enfadarían si la viesen.
Entonces, mientras ella pensaba en la situación que le planteaba este dilema comilístico, Qazan y Shiro discutieron un plan para irse de ese sitio en dirección a un acantilado. Gretta se limitó a seguirlos. Cuando llegaron al acantilado y estaban a cubierto, les dijo lo que había rumiado por el camino.
—Siento Shiro si tu no acostumbrado ah— Le dijo Gretta a Shiro con un tono arrepentido para luego seguir. —Tu dicho que ¿marinies no gusta que coma gente ah? Ellos come cerdo muchias veces ¿sabies lo que es eso? ¡Eso es de hipocritias!— Dijo Gretta asintiendo con la cabeza, sintiéndose como si acabase de sentar catedra en la ponencia de una clase donde se impartía moralismo.
—Y ahora que todo claro con comer piersona o no, pasiamos tema de tisioro, si barco viene nioche, viamos a puerto con oscruidad, cogiemos marine hipocritia, quitamos ropa, Shiro pones, cuelas barco, Qazan y yo viamos por agua, no ven, cuando tú dentro, subimos, damos ostias y cogiemos tisioro. Banda recibe como héroes eh. Terminó de decir Gretta, contando su plan magistral.
Estaba ya empezando a bajar el sol, Gretta miró a la playa, les miró otra vez y les hizo un gesto con la cabeza en dirección al puerto; acto seguido comenzó a andar escondida hacía allí por la costa en busca de algún marine solitario. "Les guste o no mi plan genial, no hay tiempo para más, si se les ocurre otra cosa, que lo digan por el camino".