Asradi
Völva
23-09-2024, 11:31 AM
Desde su lugar, cómodamente sentada, Asradi podía contemplar el ir y venir de Yoshiro a medida que iba preparando los utensilios y los primeros ingredientes. También curiosear, desde su lugar, el interior de la casa donde se encontraba. O, más bien, la zona en donde estaba acomodada. El chico parecía entusiasmado por haberse encontrado con una sirena. Pero no era el entusiasmo típico de un hombre que, por un motivo u otro, quizás más mundano, quisiese encontrarse con una. No, era el entusiasmo sincero y familiar de alguien que encontraba a uno de su especie, aunque fuese un mestizo.
El aroma del arroz pronto comenzó a invadir, deliciosamente, el lugar. Aunque Asradi miró el vaso de leche, le dió una probadita y luego lo dejó en la mesa aledaña que estaba próxima al sofá. No es que le disgustase, pero no quería mezclar ese sabor con lo que el pelirrojo estuviese cocinando.
— ¿Qué quieres saber exactamente? — Preguntó ella con respecto a lo que Yoshi quería saber. No le gustaba mucho hablar de sí misma, básicamente porque tenía demasiadas cosas que ocultar. Aunque con el pelirrojo pudiese mostrar una parte.
El no sentirse perseguida por pertenecer a los habitantes del mar.
Continuó siguiendo al chico con la mirada, ahora contemplando como envolvía el arroz y los taquitos del atún en alga seca. ¡Sushi! Amaba el sushi en todas sus formas y maneras. Así que no tardó en sonreír de forma más amistosa incluso.
— Vengo de los mares del norte. Hay varias colonias de sirenas y gyojins por ahí, aunque he pasado también una buena temporada en Isla Gyojin. — El corazón central de su civilización, por decirlo de alguna manera.
Luego miró al chico con más interés.
— ¿Y qué hay de ti? ¿Eres mestizo por parte de padre o de madre? — Preguntó con sana curiosidad. El océano era grande, vasto. No creía que conociese a los familiares del chico.
Él no le sonaba de nada, al menos.
Cuando Yoshiro le entregó el plato con varios sushis, sonrió de manera suave.
— Gracias, tienen muy buena pinta. — Y era verdad. Se notaba especialmente que eran caseros y recién hechos. Tomó uno con los dedos, de manera delicada. No se necesitaban cubiertos para el sushi, al fin y al cabo. Tras mirarlo un poco, se lo llevó a la boca, y pronto su expresión fue de absoluto deleite. — ¡Están muy buenos! — Sonrió, tras haber pasado el bocado.
El aroma del arroz pronto comenzó a invadir, deliciosamente, el lugar. Aunque Asradi miró el vaso de leche, le dió una probadita y luego lo dejó en la mesa aledaña que estaba próxima al sofá. No es que le disgustase, pero no quería mezclar ese sabor con lo que el pelirrojo estuviese cocinando.
— ¿Qué quieres saber exactamente? — Preguntó ella con respecto a lo que Yoshi quería saber. No le gustaba mucho hablar de sí misma, básicamente porque tenía demasiadas cosas que ocultar. Aunque con el pelirrojo pudiese mostrar una parte.
El no sentirse perseguida por pertenecer a los habitantes del mar.
Continuó siguiendo al chico con la mirada, ahora contemplando como envolvía el arroz y los taquitos del atún en alga seca. ¡Sushi! Amaba el sushi en todas sus formas y maneras. Así que no tardó en sonreír de forma más amistosa incluso.
— Vengo de los mares del norte. Hay varias colonias de sirenas y gyojins por ahí, aunque he pasado también una buena temporada en Isla Gyojin. — El corazón central de su civilización, por decirlo de alguna manera.
Luego miró al chico con más interés.
— ¿Y qué hay de ti? ¿Eres mestizo por parte de padre o de madre? — Preguntó con sana curiosidad. El océano era grande, vasto. No creía que conociese a los familiares del chico.
Él no le sonaba de nada, al menos.
Cuando Yoshiro le entregó el plato con varios sushis, sonrió de manera suave.
— Gracias, tienen muy buena pinta. — Y era verdad. Se notaba especialmente que eran caseros y recién hechos. Tomó uno con los dedos, de manera delicada. No se necesitaban cubiertos para el sushi, al fin y al cabo. Tras mirarlo un poco, se lo llevó a la boca, y pronto su expresión fue de absoluto deleite. — ¡Están muy buenos! — Sonrió, tras haber pasado el bocado.