Octojin
El terror blanco
23-09-2024, 02:52 PM
(Última modificación: 23-09-2024, 02:54 PM por Octojin.
Razón: resumen
)
KGY300
GYOJIN KARATE
Pasiva
Tier 3
No Aprendida
Las técnicas del estilo emplean el elemento agua en ellas, con lo cual serán capaces de golpear a los usuarios de Akuma no Mi que normalmente contarán con ciertas inmunidades tangibles con normalidad. Por otro lado, siempre que se encuentre en el agua o tenga una fuente de agua de al menos 10 litros a 30 metros, sus técnicas físicas basadas en la utilización del cuerpo causan +40 de Daño adicional y costarán -5 Energía (Hasta un mínimo de 5 Energía). Obtiene [Colisión] +50 en tus ataques cuerpo a cuerpo con el estilo.
Octojin, con el agua rodeándolo, se permitió un breve instante para ojear la situación. Observó cómo Takahiro se alejaba hacia tierra firme tras su impulso, avanzando con la agilidad que lo caracterizaba. Mientras tanto, él mantenía su foco en el objetivo que aún quedaba por completar: hundir definitivamente el barco pirata antes de que pudieran causar más daños con sus cañones. Su mente calculaba los movimientos necesarios, enfocándose en el único punto débil en pie.
Arriba, en la cubierta, el gyojin oía cómo los piratas eran incapaces de controlar su nerviosismo. El crujir de la madera era un ruido que se podría presentar en cualquier pesadilla de un navegante, ya que era un síntoma inequívoco de que todo se iba al garete. Y aquello era lo que parecía estar sucediendo con los piratas, que corrían de aquí para allá y gritaban cosas que el gyojin no podía descifrar.
El escualo ya había conseguido tumbar, junto con la ayuda del humano espadachín, dos de los tres puntos detectados. El ancla y el timón ya estaban totalmente destruidos, y el barco comenzaba a dar esos pequeños titubeos hacia un lado y el otro, denotando un claro síntoma de que estaba apunto de ceder por completo. Pero para hacer que aquello ocurriese antes, había que acelerar el proceso, y aquello solo podía hacerse de una manera; yendo a por el último punto débil del barco: La grieta del casco.
Si bien ya se había aproximado tras lanzar a su compañero, no le hizo falta mucho tiempo para detectar dónde irían sus golpes. Solo tuvo que seguir el rastro de la madera hasta llegar a un punto donde empezaba a levantarse, así que ahí irían los golpes hasta que la hendidura fuese aún mayor.
Sin embargo, un ruido lo interrumpió. El chapoteo violento en el agua y el crujir de la madera en el barco señalaban algo mucho más peligroso que simples daños estructurales. Una nutria inmensa cayó al agua, justo a su lado.
Octojin se quedó mirándola, con el semblante serio. La criatura tenía una apariencia poderosa y musculosa, con una expresión bastante agresiva que hacía ver que su caída no había sido casualidad. Su pelaje era blanco y denso, con detalles en negro que destacaban a lo largo de todo su cuerpo. Pero si algo llamaba la atención era sin duda sus ojos rojos, cuya intensidad transmitía una extraña sensación de furia o una energía sobrenatural. Su boca, abierta mientras parecía gritar, mostraba unos dientes afilados que por un momento intimidaron al tiburón.
Y allí, ojeando su pelaje oscuro que brillaba bajo la luz lunar, el tiburón le marcó con una mirada que atravesaba hasta el alma, sintiendo como la nutria mink hacía exactamente lo mismo. El gyojin supo en ese momento que el combate no sería fácil, y mucho menos rápido.
Aunque el habitante del mar no sabía mucho de aquellas criaturas llamadas minks, conocía algo de su raza. No se había cruzado con muchos a lo largo de su vida, pero sí que en su pasado, uno descendió hasta su isla natal, la Isla Gyojin, y allí les contó a los suyos muchas cosas sobre ellos. Entre otras, mencionó aquella historia del Sulong y el poder que aquello les daba. Y en aquel momento, le tocaba luchar contra uno de ellos y lidiar con aquella habilidad extraña que poseían.
En ese breve intercambio de miradas, Octojin supo que no tendría tiempo para completar la misión si no tomaba una decisión inteligente. La nutria no le daría un solo segundo de respiro, podía verlo en su mirada. Su mente trabajó rápidamente, y entonces, una idea se le ocurrió. Con un ágil movimiento y sin apartar sus ojos de los enrojecidos del mink, el tiburón deslizó su mano derecha hacia el bolsillo, extrayendo con rapidez su dial de destello. Era un recurso valioso, y sabía que debía usarlo en el momento justo, y ese momento era ese preciso instante.
Levantó el dial hacia su cabeza apuntando al mink y, con un movimiento preciso, presionó el botón. Una luz cegadora estalló desde el dial, iluminando el acuático campo de batalla con una intensidad casi insoportable. La potente luz tenía como objetivo desorientar al mink, intentando hacer que retrocediera momentáneamente. Si le daba de lleno, sería incapaz de ver más allá de la explosión luminosa. Ese era el breve instante que Octojin necesitaba. ¿Cómo se vería aquella explosión de luz desde el barco? ¿Y desde la zona del faro? Quizá había creado una especie de faro marino, quién sabe.
Con suma agilidad, el escualo aprovecharía el posible desvío de la atención de su oponente y se lanzaría hacia el casco del barco. Sabía que el punto débil estaba cerca, justo donde la estructura de la nave ya mostraba signos de debilidad. En el rápido trayecto cubriría ambas manos de una película negruzca que le daba el pdoer del haki de armadura, endureciendo sus puños para asegurarse de que su golpe fuera lo suficientemente fuerte como para causar un daño irreversible que fuera el último que la embarcación recibiese.
Golpearía con toda su fuerza un par de veces. El primer impacto directo, si diese en su objetivo, resonaría a través del casco, haciendo que la madera crujiera, como si estuviera a punto de ceder bajo la presión. El segundo golpe, de impactar, sería el decisivo. La grieta, de recibir ambos impactos, se expandiría, y el agua no tardaría mucho en entrar con fuerza, tragándose poco a poco la embarcación.
COM101
COMBATIENTE
Ofensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
17
1
El usuario encarará de frente a su adversario propinándole un poderoso impacto directo con alguna de sus extremidades, aplicando un [Empuje] de 4 metros.
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño contundente]
Octojin, independientemente de haber cumplido su misión o no, se daría la vuelta, enfrentando nuevamente a la nutria, quien muy probablemente ya habría recuperado la vista y la compostura, si es que las había perdido, tras el destello. El gyojin se preparó, notó cómo su cuerpo se tensaba mientras sus ojos, llenos de determinación, se clavaban en los del mink.
Justo en ese momento el tiburón escucharía tres cañonazos, que probablemente irían dirigidos hacia la zona del faro, nuevamente. Aquello le hizo pensar si sus compañeros estarían bien, aunque pronto se dió cuenta de que no valía de nada preocuparse por algo que no estaba viendo. En ese momento tenía otro problema mucho mayor: una furiosa nutria mink en su forma Su-Long, que estaba sumamente furiosa y no se detendría hasta que uno de los dos cayera. Parecía que los problemas cada vez se hacían mayores.
—Esta es mi primera vez contra un mink —diría a la par que se concentraba—. Espero que no sea la última.