Tofun
El Largo
23-09-2024, 04:44 PM
La estrategia del luchador fue sorprendentemente efectiva. La garra y perseverancia de Yoshiro le permitieron, a pesar del impacto recibido, continuar combatiendo de manera casi inmediata. Su reacción fue tan instantánea que Yui, apenas recuperado del anterior golpe, tuvo tiempo de interponer su espada entre ambos, efectuando un bloqueo a medias. El poderoso impacto de la patada lanzó a Yui por los aires, recorriendo más de diez metros antes de que su espalda chocara violentamente contra un árbol. El dolor era evidente, pero Yui, con una mezcla de enfado y frustración en el rostro, no perdió la concentración. A pesar de haber evitado una lesión visible, su ropa había quedado destrozada, lo que le molestaba profundamente. Sabía que aquello no pasaría desapercibido en su hogar, y la idea de tener que dar explicaciones le quemaba por dentro. Tendría que comprar nuevas prendas antes de regresar, si quería evitar las miradas inquisitivas de su padre.
Se levantó rápidamente, con la guardia en alto, pero la rabia hervía en su interior. No era solo el hecho de haber recibido un segundo golpe, sino la humillación que sentía por ello. En lugar de felicitar la estrategia de Yoshiro o reconocer la potencia de su ataque, el orgullo herido de Yui le impidió hacerlo. ¿Era realmente la ira lo que le corroía o la pesada carga de las expectativas de su familia? Las exigencias implacables de su padre siempre pesaban sobre sus hombros, y este combate estaba despertando esos sentimientos de impotencia que tanto intentaba ocultar.
Mientras Yui emprendía una carrera furiosa hacia su oponente, algo en su interior se desbordaba. No era un simple deseo de ganar, sino de recuperar el control sobre una situación que se le escapaba de las manos. En su mente, la imagen de su hogar, de las expectativas que lo seguían como una sombra, nublaba sus pensamientos. Sin siquiera darse cuenta, una figura se acercaba a lo lejos, pero en ese momento Yui estaba demasiado inmerso en su propia frustración para percatarse de ella.
Aceleró el paso, y justo antes de llegar a la distancia crítica de combate, hizo un quiebre rápido hacia la derecha, seguido de una finta a la izquierda. Estaba decidido a no fallar esta vez. Con tres metros de separación entre ellos, Yui lanzó un poderoso corte a modo de estocada, concentrando toda su ira y frustración en ese ataque, buscando con desesperación recuperar su honor perdido en el duelo.
