-Mierda, no ha sido suficiente...-. Dije luego de ver que mi Karate Gyojin tan solo había conseguido abrir un agujero en la pared. Luego de la decepción, observé el muro más detenidamente para darme cuenta que mi golpe había debilitado en gran medida la estructura. -Un golpe más y lo tumbo-. Volví a apretar el puño con todas mis ganas cuando de pronto escuché pasos detrás de mi, se trataba de nuestra cerda que nos había dado caza por fin y lanzando esta vez un zurdazo con la mano contraria al primer golpe. El choque causó un gran estruendo seguido de la avalancha de escombros en la que se convirtió lo que antes era una pared.
Nada más terminar de asentarse el polvo se dejaba ver del otro lado una sala con una estatua al fondo, de espaldas. -¿Y ahora qué?-. Dije viendo que apenas saltar los escombros tocaría otro puzle complejo de resolver. No podía estar más errado en mis conclusiones, ya que justo antes de llegar a la estatua, a sus pies se encontraba otra apertura hacia el suelo. -Oye oye, ¿Hasta donde llega este agujero?-. Dije mientras me daba un escalofrío por la espalda, no sabía a ciencia cierta cuanto habíamos descendido ya, pero seguramente estuviésemos cerca de alcanzar el fondo marino del litoral costero.
Por las escaleras que llevaban a los puentes de antes se podía escuchar ajetreo, seguramente el resto de la banda y las otras personas que nos habíamos reunido allí nos habrían recortado bastante distancia, no teníamos un solo segundo que perder. -¡Gretta, Shiro vamos! Seguro que Lance y el resto han encontrado la manera de seguir avanzando, no podemos quedarnos aquí-. Les dije a mis dos queridos compañeros de tripulación y amigos, quería animarles ya que en el pasado ya nos ocurrió algo similar, cuando nos veíamos algo arrinconados nosotros tres la situación nos sobrepasaba y nos costaba un poco recuperarnos de esos baches. -No dejéis que ocurra como en Rocstock cuando asaltamos aquel barco Marine, nos hemos hecho mucho más fuertes-. Ellos dos se habían convertido en poco tiempo en dos compañeros inseparables para mi, se habían convertido en mi fuerza y mi voluntad para seguir hacia adelante.
Salté los escombros y seguí descendiendo, el infierno nos estaba esperando o al menos daba la sensación de que acabaríamos allí de tanto que estabamos adentrándonos en las entrañas de la tierra.
Nada más terminar de asentarse el polvo se dejaba ver del otro lado una sala con una estatua al fondo, de espaldas. -¿Y ahora qué?-. Dije viendo que apenas saltar los escombros tocaría otro puzle complejo de resolver. No podía estar más errado en mis conclusiones, ya que justo antes de llegar a la estatua, a sus pies se encontraba otra apertura hacia el suelo. -Oye oye, ¿Hasta donde llega este agujero?-. Dije mientras me daba un escalofrío por la espalda, no sabía a ciencia cierta cuanto habíamos descendido ya, pero seguramente estuviésemos cerca de alcanzar el fondo marino del litoral costero.
Por las escaleras que llevaban a los puentes de antes se podía escuchar ajetreo, seguramente el resto de la banda y las otras personas que nos habíamos reunido allí nos habrían recortado bastante distancia, no teníamos un solo segundo que perder. -¡Gretta, Shiro vamos! Seguro que Lance y el resto han encontrado la manera de seguir avanzando, no podemos quedarnos aquí-. Les dije a mis dos queridos compañeros de tripulación y amigos, quería animarles ya que en el pasado ya nos ocurrió algo similar, cuando nos veíamos algo arrinconados nosotros tres la situación nos sobrepasaba y nos costaba un poco recuperarnos de esos baches. -No dejéis que ocurra como en Rocstock cuando asaltamos aquel barco Marine, nos hemos hecho mucho más fuertes-. Ellos dos se habían convertido en poco tiempo en dos compañeros inseparables para mi, se habían convertido en mi fuerza y mi voluntad para seguir hacia adelante.
Salté los escombros y seguí descendiendo, el infierno nos estaba esperando o al menos daba la sensación de que acabaríamos allí de tanto que estabamos adentrándonos en las entrañas de la tierra.