¿Sabías que…?
... el Reino de Oykot ha estrenado su nueva central hidroeléctrica.
[Aventura] [Aventura T4] La Infinita Sabana
Gautama D. Lovecraft
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A la luz de las flamas de la hoguera, los Naga más jóvenes danzaban a su alrededor con ávidos movimientos que desafiaban el calor del fuego, y dibujaban sobre las tiendas de campaña sombras vivas de deformada y cambiante apariencia. Contemplaba con gusto sus bailes, parecían rituales propios de sus costumbres y grabé en mi mente algunos de los pasos más comunes que entre ellos realizaban, pues a pesar de los prejuicios que se pudieran tener al respecto, cualquiera que sea algo observador podría darse cuenta de que estaban constituidos en ciertos patrones coreográficos, y aunque no supiera su significado, por las posturas de sus manos, giros e inclinaciones de su cuerpo parecían que imploraban a algo o a alguien.

Lamentaba no poder aportar más a la conversación de Hacket, pero el joven Naga me estuvo comentando aspectos muy importantes de como se clasificaban entre sus semejantes allí en la sabana. Aunque guardase silencio, demostré estar completamente atento a cada dato, a cada sílaba y a cada gesto que realizaba, con una expresión afable y agradecida. El chico se explayó por informarme en la medida de lo posible, pasando por cada grupo y resaltando sus características más esenciales, que hacían que mi mente recogiera cada dato con los que más tarde podría sacar alguna conjetura para tenerla en cuenta llegado el momento. Era información básica al fin y al cabo, pero para cualquiera que fuera un poco perspicaz, sabría perfectamente que la información era a día de hoy uno de los mayores poderes que regían el mundo, y fuera básica o no, era profundamente bienvenida.

He de reconocer que, cayendo quizá un poco en el cliché, mi atención y curiosidad se fijaría en la tribu Lagia, especialmente hacia el tipo de devoción que procesaban según Hacket, pero ¿a qué?, quizá no tardase mucho en saberlo. No obstante, cada cosa a su tiempo, pues el chico ya me comunicó que la siguiente que conocería será la de los Zing, y valoré su alerta para que tuviera muy en cuenta al líder de esta, por lo que cada palabra quedaría marcada a fuego en mí. Le dediqué una acentuada reverencia al término de su monólogo, esperaba que no se molestase por no añadir nada más a lo que dijo, en cambio, el tenaz líder de los Naga, se había ganado por enteros mi admiración y gratitud.

A la mañana siguiente, justo al amanecer, el grupo se puso en marcha. Medité momentos antes de la salida del sol, y me vestí aunque no tenía mucho más que ponerme salvo la camiseta que portaba y que me quité eventualmente para la caza de la cebra, fue sorprendente ver como los jóvenes recogieron todo rápidamente y dejaron el terreno tal y como estaba salvando el círculo negro que dejó la hoguera. Ayudé en lo que pude al grupo, y los acompañé rumbo al asentamiento de los Zing. Cargamos entre varios a la cebra momificada durante el trayecto, salvando y repartiendo el peso de esta durante lo que duró la caminata.

Ya entrada la mañana, comenzamos a vislumbrar lo que parecían ser los primeros resquicios de los dominios de los Zing, los campos de cultivo se expandían en los terrenos previos que se dividían en algunos caminos agrícolas, nosotros, encabezados por Hacket, seguimos uno que conducía hacia lo que parecía ser la entrada al poblado, donde se dibujaba una imponente figura que parecía aguardar casas de paja y tiendas. Las palabras del joven líder volvieron a tomar presencia, y algo más alto que un susurro, me indicó como proceder al respecto.

Aquello, pronto me hizo suponer que aquel enorme tipo podría tratarse del supuesto líder de la tribu, ¿a quién si no se le debería de llevar con tal cortesía a la cebra? Aquel líder portaba un aspecto más estrafalario e inquietante que Hacket, con diversos motivos tribales como plumas, pequeñas calaveras y diversas pinturas de desconocida justificación sobre su piel. Otro aspecto a resaltar, era su enorme volumen y gran altura, no quise dedicarle mucho tiempo viéndole directamente para evaluarle más concretamente con el fin de evitar un desacertado malentendido, y por ello, no pude calcular más certeramente cuanto podría medir, pero para la ocasión, me valió lo suficiente como para saber que aquel líder era grande, sumamente grande.

Atendí al gesto de Hacket para poder acercarme, y metiéndome por debajo de la cebra, los otros Naga que me ayudaron a cargarla posicionaron las patas de esta por delante de mis brazos. Sin demora, hice un levantamiento tirando de la fuerza de mis piernas con la espalda recta, el enorme volumen del animal hacía difícil su sujeción, pero por suerte, solo tendría que cargarla unos metros en línea recta ante ambos líderes. Con el enorme cuerpo del herbívoro sobre mis hombros, me planté ante ellos, salvaguardando una distancia prudente y me clavé allí sin emitir palabra alguna ni bajar a la cebra al suelo. Primero, quería esperar para ver si se me daba permiso para hablar, aunque no fuera mucho, y segundo, me planteé que dejar la cebra en el suelo, pero cuando la misma podría ser comida, podría ser arriesgado y resultar en una ofensa para el líder a evitar, por lo que esperé una señal para obrar de una forma u otra mientras le ofrecía el animal como un evidente regalo.
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RE: [Aventura T4] La Infinita Sabana - por Gautama D. Lovecraft - 24-09-2024, 01:44 PM

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