Atlas
Nowhere
24-09-2024, 07:18 PM
(Última modificación: 24-09-2024, 07:21 PM por Atlas.
Razón: Editado para corregir signo de puntuación al final
)
Como podrás imaginar dado el transcurso del combate, tus golpes impactan en la anguila y, por fin, cae inconsciente. Su cuerpo escurridizo flota despacio hasta depositarse, inmóvil sobre el fondo marino. Te diría que aprovechases para respirar después de un arduo esfuerzo, pero creo que no es necesario. En cualquier caso, imagino que sacarás a ese tipo del agua y lo pondrás bajo custodia. Una vez empecéis a interrogarle y le amenacéis con pasar una buena temporada entre rejas, no tardará demasiado en confesaros la existencia de una brecha bajo uno de los arrecifes de coral que conduce hasta una gruta submarina que, después de descender y extenderse durante no menos de cincuenta metros, finalmente asciende a una suerte de gran cueva conectada con la superficie por largas y finas grietas en el techo. Es allí, en una zona de nuevo sobre el nivel del mar donde es posible respirar para los seres humanos, donde el sujeto tenía a las personas mayores.
Quiero imaginarme que seguiréis apretándole las tuercas. En ese caso también os dará información sobre el tal The Whip, que al parecer había ordenado el secuestro de esas personas para usarlas —enteras o partes en función de la raza de los secuestrados— como especias para una clientela selecta capaz de pagar mucho dinero por cosas no demasiado legales. Languetti, como finalmente se presenta, resulta ser un esbirro de The Whip enviado hasta la isla en la que os encontráis y otras en el East Blue para conseguir determinados productos. Parece que no sabe mucho más acerca de su jefe u otras operaciones en las que pueda estar implicado, pero parece bastante más asustado de él que de la Marina en el momento actual. No sabemos si después de ser encarcelado seguirá siendo igual.
Durante el proceso Olof te llamará ante su presencia, buscando en primer lugar agradecerte por tu inestimable ayuda en la investigación y captura de Languetti, ya que no había nadie más entre los destinados a la zona que pudiese hacer lo que tú has hecho.
—Dígame —dice—, en caso de que en el futuro solicitase su cesión puntual a mi brigada para continuar con la búsqueda de The Whip, ¿aceptaría?
Su mirada sólo desprende sinceridad y agradecimiento a partes iguales. El hecho de que haya tenido que llegar una medusa novata para solucionarle la papeleta es algo que habría que hacerse mirar, pero vamos a dejar ese tema aparcado por el momento. El capitán Olof espera por tu respuesta con las manos apoyadas en la mesa y un gesto serio en el rostro. Entiéndeme, te pide ayuda pero no va a suplicar por ella. Como oficial tiene un orgullo y una apariencia que mantener.
En caso de que aceptes, y tras considerarlo unos segundos, terminará por abrir un cajón de la mesa que os separa y extraer un dosier. Bueno, más bien una copia del original. Se ve que Languetti tenía más información de la que parecía en un principio. En el informe se comenta que... bueno, creo que con la euforia que tienes que estar experimentando gracias a tu éxito no es el momento de ponernos a hablar de trabajo. Ya podrás leerlo más adelante —si es que has aceptado la oferta, claro— y descubrir qué demonios han averiguado sobre ese tal The Whip que mantiene en vilo a todo un capitán de la Marina. Mientras tanto, ¿por qué no celebras el triunfo con los demás?
Quiero imaginarme que seguiréis apretándole las tuercas. En ese caso también os dará información sobre el tal The Whip, que al parecer había ordenado el secuestro de esas personas para usarlas —enteras o partes en función de la raza de los secuestrados— como especias para una clientela selecta capaz de pagar mucho dinero por cosas no demasiado legales. Languetti, como finalmente se presenta, resulta ser un esbirro de The Whip enviado hasta la isla en la que os encontráis y otras en el East Blue para conseguir determinados productos. Parece que no sabe mucho más acerca de su jefe u otras operaciones en las que pueda estar implicado, pero parece bastante más asustado de él que de la Marina en el momento actual. No sabemos si después de ser encarcelado seguirá siendo igual.
Durante el proceso Olof te llamará ante su presencia, buscando en primer lugar agradecerte por tu inestimable ayuda en la investigación y captura de Languetti, ya que no había nadie más entre los destinados a la zona que pudiese hacer lo que tú has hecho.
—Dígame —dice—, en caso de que en el futuro solicitase su cesión puntual a mi brigada para continuar con la búsqueda de The Whip, ¿aceptaría?
Su mirada sólo desprende sinceridad y agradecimiento a partes iguales. El hecho de que haya tenido que llegar una medusa novata para solucionarle la papeleta es algo que habría que hacerse mirar, pero vamos a dejar ese tema aparcado por el momento. El capitán Olof espera por tu respuesta con las manos apoyadas en la mesa y un gesto serio en el rostro. Entiéndeme, te pide ayuda pero no va a suplicar por ella. Como oficial tiene un orgullo y una apariencia que mantener.
En caso de que aceptes, y tras considerarlo unos segundos, terminará por abrir un cajón de la mesa que os separa y extraer un dosier. Bueno, más bien una copia del original. Se ve que Languetti tenía más información de la que parecía en un principio. En el informe se comenta que... bueno, creo que con la euforia que tienes que estar experimentando gracias a tu éxito no es el momento de ponernos a hablar de trabajo. Ya podrás leerlo más adelante —si es que has aceptado la oferta, claro— y descubrir qué demonios han averiguado sobre ese tal The Whip que mantiene en vilo a todo un capitán de la Marina. Mientras tanto, ¿por qué no celebras el triunfo con los demás?