Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
30-07-2024, 03:16 AM
(Última modificación: 30-07-2024, 04:47 AM por Rengetsu D. Tenji.)
Día 13 del Verano...
Tenji ya había viajado por unos días por la isla de Dawn, desde su capital en Goa hasta su villa más acogedora y humilde en Fosha. Era una isla que exhumaba paz y mucha diversidad, siendo capaz de reunir a personas muy diversas y pintorescas, el propio ciego ya había logrado conocer a algunos de ellos, desde un panda que hablaba, hasta un pez que también hablaba, parece lo mismo pero no lo es. Posiblemente estaban ante una de las islas con mayor densidad de habitantes de todo el East Blue, aunque claro es muy difícil estimar esto para una persona que no ve, como mucho puede valorar el ruido que hacen todos juntos en hora punta en las calles comerciales de las ciudades; y en eso Goa destaco.
Pero ahora no estaba en ese bosque por turismo o una simple vuelta turística. Lo cierto es que tenia un próximo trabajo que cumplir en el ejercito revolucionario. Pero las fechas para la ejecución aun estaban lejanas y el chico era un alma inquieta y algo traviesa que no podía quedarse pacientemente en la ciudad esperando a que le tocara actuar. Tras ya haber tenido alguna contienda con animales en las afueras del bosque supo de buena fuente que en el centro del mismo estaban los animales más fuertes y peligrosos de la isla. Así como multitud de bandidos que se ocultaban de la justicia por las montañas y riscos del bosque.
Lo cierto es que cuanto más le describían el bosque menos parecía un sitio para pasear. Riscos imponentes que matarían a una persona de la caída, ríos con corrientes rápidas y rocas afiladas, montañas escarpadas con la maleza invadiéndolas, algunas noches con tormentas donde sopla tanto viento que pueden llevarse a un niño por los aires, asentamientos de bandidos sedientos por saquear; y sobre todo un surtido de bestias peligrosas que podrían matar a más de un soldado armado con facilidad. Un entorno que automáticamente pasaba de ser un simple bosque a una jungla donde la ley del más fuerte decidía quien era el gobernante de ese lugar.
Lo cierto es que Tenji aspiraba a ser rey. Aunque su vida estuviera llena de problemas y obstáculos por su falta de visión estaba dispuesto a enfrentarlos con todo. Y volverse el rey del bosque Saluce igual era el primer paso en su ascenso a la cima, un pequeño reto que estaba encantado de enfrentar con toda la valentía e insensatez de su pequeño ser. ¿Pero que desafío se acabaría creando en aquel cruce de caminos en el bosque salvaje?
Tenji se sentó con las piernas cruzadas apoyando su bastón sobre sus piernas mientras agudizaba su oído para escuchar su entorno aguardando por un desafío, tomando ese asiento de roca central como el trono del lugar. Su trono...
![[Imagen: a7ba77c44012012ad1287d4464f80c5f.jpg]](https://i.pinimg.com/474x/a7/ba/77/a7ba77c44012012ad1287d4464f80c5f.jpg)
Tenji ya había viajado por unos días por la isla de Dawn, desde su capital en Goa hasta su villa más acogedora y humilde en Fosha. Era una isla que exhumaba paz y mucha diversidad, siendo capaz de reunir a personas muy diversas y pintorescas, el propio ciego ya había logrado conocer a algunos de ellos, desde un panda que hablaba, hasta un pez que también hablaba, parece lo mismo pero no lo es. Posiblemente estaban ante una de las islas con mayor densidad de habitantes de todo el East Blue, aunque claro es muy difícil estimar esto para una persona que no ve, como mucho puede valorar el ruido que hacen todos juntos en hora punta en las calles comerciales de las ciudades; y en eso Goa destaco.
Pero ahora no estaba en ese bosque por turismo o una simple vuelta turística. Lo cierto es que tenia un próximo trabajo que cumplir en el ejercito revolucionario. Pero las fechas para la ejecución aun estaban lejanas y el chico era un alma inquieta y algo traviesa que no podía quedarse pacientemente en la ciudad esperando a que le tocara actuar. Tras ya haber tenido alguna contienda con animales en las afueras del bosque supo de buena fuente que en el centro del mismo estaban los animales más fuertes y peligrosos de la isla. Así como multitud de bandidos que se ocultaban de la justicia por las montañas y riscos del bosque.
Lo cierto es que cuanto más le describían el bosque menos parecía un sitio para pasear. Riscos imponentes que matarían a una persona de la caída, ríos con corrientes rápidas y rocas afiladas, montañas escarpadas con la maleza invadiéndolas, algunas noches con tormentas donde sopla tanto viento que pueden llevarse a un niño por los aires, asentamientos de bandidos sedientos por saquear; y sobre todo un surtido de bestias peligrosas que podrían matar a más de un soldado armado con facilidad. Un entorno que automáticamente pasaba de ser un simple bosque a una jungla donde la ley del más fuerte decidía quien era el gobernante de ese lugar.
Lo cierto es que Tenji aspiraba a ser rey. Aunque su vida estuviera llena de problemas y obstáculos por su falta de visión estaba dispuesto a enfrentarlos con todo. Y volverse el rey del bosque Saluce igual era el primer paso en su ascenso a la cima, un pequeño reto que estaba encantado de enfrentar con toda la valentía e insensatez de su pequeño ser. ¿Pero que desafío se acabaría creando en aquel cruce de caminos en el bosque salvaje?
Tenji se sentó con las piernas cruzadas apoyando su bastón sobre sus piernas mientras agudizaba su oído para escuchar su entorno aguardando por un desafío, tomando ese asiento de roca central como el trono del lugar. Su trono...