Nagaki
Medusa
24-09-2024, 11:04 PM
Las risas y el buen trayecto que estábamos teniendo se interrumpió de repente por la presencia de un barco. Al dar la voz de alarma no lo sabría en ese momento, pero pronto declararon rápidamente sus intenciones cuando el sonido de cañonazos empezaron a sonar tanto de un bando como del otro. Al menos nosotros no habíamos empezado esta batalla, pero el hecho de que ese barco estuviera exactamente aquí daba mucho que sospechar, y más cuando se veía claramente la bandera de la Marina ondeando al viento. Eso, o eran los piratas con peor suerte que había visto nunca.
-Todo irá bien -dije a los ciudadanos y compañeros de la Marina allí presentes- Tenemos a 4 suboficiales de la Marina con nosotros, esos maleantes no saben con quien se han metido. Poneos a cubierto, la cubierta no es un lugar seguro ahora mismo.
- ¡Señor! ¡si, señor! -respondí con un grito mientras hacía un gesto de afirmación a la gente allí presente y me ponía en marcha.
Las órdenes eran claras, saltar al barco enemigo y derrotar a todos los enemigos sin dañar el barco. Eso sería fácil. Bueno, o al menos en teoría. Desde donde estaba se podría ver a un puñado de la tripulación enemiga en la cubierta, pero eso no significaba que estuvieran todos allí arriba. Tendría que tener cuidado pero las órdenes son las órdenes. Además se añadía el factor de estar en mi fase adulta, la fase mejor preparada para el combate y que hacía que mis instintos pidieran sentir la emoción de la batalla siempre que pudiera.
Fui a la proa del barco, donde mi compañero Lovecraft que con una gran habilidad había conseguido apartar gran parte de las bolas de cañón que venían en dirección al barco. Aproveché esa oportunidad. Me alejé varios metros de la popa, me puse las nudilleras T3 y me guardé el dial de rechazo en la ropa por si acaso y cuando vi que tenía el barco enemigo a rango, cogí carrerilla y salté al barco enemigo.
Volé entre bolas de cañón, y el humo de explosiones de bolas de cañón que había destruido Lovecraft en el aire, como si fuera una bala dirigida a su cubierta que con suerte pillaría a uno más de sorpresa por no esperarse a un enemigo en la cubierta desde más de 20 metros de distancia. En el aire en dirección a ellos me preparé para mi primer ataque contra el pobre que esté delante.
Decidí aprovechar mi inercia volando, y caer sobre un enemigo rodeando su cara con mis piernas y mi cadera y haciéndole caer al suelo de la inercia y el peso (primer golpe melee básico), y una vez estuviera en el suelo, golpearle en la cara para dejarlo fuera de combate (pero sin matarlo, segundo golpe melee básico). -¿Eran tan débiles estos piratas? -Me pregunté-. Dejándole en el suelo me levanté rápidamente con una sentadilla y descargué un puñetazo al pecho al enemigo que estuviera más cerca (tercer golpe melee básico). Allí, como si fuera una tormenta, me quedé con los puños levantados para estar preparada a todo lo que pudiera pasar.
-Todo irá bien -dije a los ciudadanos y compañeros de la Marina allí presentes- Tenemos a 4 suboficiales de la Marina con nosotros, esos maleantes no saben con quien se han metido. Poneos a cubierto, la cubierta no es un lugar seguro ahora mismo.
Cita:—¡Vamos! ¡Nosotros les atacamos primero! Nagaki, sube al barco enemigo también, pero nada de hundirlo, una vez les derrotemos les requisaremos los cañones que podamos o se los inutilizaremos, no estamos en condiciones de tomar reos en este barco, así que los dejaremos en su tartana una vez hayan caído derribados—gritó Galhard.
- ¡Señor! ¡si, señor! -respondí con un grito mientras hacía un gesto de afirmación a la gente allí presente y me ponía en marcha.
Las órdenes eran claras, saltar al barco enemigo y derrotar a todos los enemigos sin dañar el barco. Eso sería fácil. Bueno, o al menos en teoría. Desde donde estaba se podría ver a un puñado de la tripulación enemiga en la cubierta, pero eso no significaba que estuvieran todos allí arriba. Tendría que tener cuidado pero las órdenes son las órdenes. Además se añadía el factor de estar en mi fase adulta, la fase mejor preparada para el combate y que hacía que mis instintos pidieran sentir la emoción de la batalla siempre que pudiera.
Fui a la proa del barco, donde mi compañero Lovecraft que con una gran habilidad había conseguido apartar gran parte de las bolas de cañón que venían en dirección al barco. Aproveché esa oportunidad. Me alejé varios metros de la popa, me puse las nudilleras T3 y me guardé el dial de rechazo en la ropa por si acaso y cuando vi que tenía el barco enemigo a rango, cogí carrerilla y salté al barco enemigo.
Volé entre bolas de cañón, y el humo de explosiones de bolas de cañón que había destruido Lovecraft en el aire, como si fuera una bala dirigida a su cubierta que con suerte pillaría a uno más de sorpresa por no esperarse a un enemigo en la cubierta desde más de 20 metros de distancia. En el aire en dirección a ellos me preparé para mi primer ataque contra el pobre que esté delante.
Decidí aprovechar mi inercia volando, y caer sobre un enemigo rodeando su cara con mis piernas y mi cadera y haciéndole caer al suelo de la inercia y el peso (primer golpe melee básico), y una vez estuviera en el suelo, golpearle en la cara para dejarlo fuera de combate (pero sin matarlo, segundo golpe melee básico). -¿Eran tan débiles estos piratas? -Me pregunté-. Dejándole en el suelo me levanté rápidamente con una sentadilla y descargué un puñetazo al pecho al enemigo que estuviera más cerca (tercer golpe melee básico). Allí, como si fuera una tormenta, me quedé con los puños levantados para estar preparada a todo lo que pudiera pasar.