Vesper Chrome
Medical Fortress
24-09-2024, 11:38 PM
Por el bien de todos, no hubo ninguno que no haya acatado las ordenes, aunque no debían hacerlo, yo no soy su capitán, soy el médico, pero si de algo estoy seguro es que no dejaría que ninguno de los míos muriera, no otra vez, no soy el mismo hombre de hace tres años, ya no dejaría que nadie que me importase lo suficiente, muera a manos de nadie. En cuanto Gavyn se acercó volando a nosotros musitó unas palabras que para mis oídos no eran más que música. —¡¡Ah!! Intenta tocarme intento fallido de gaviota. — Le respondí justo antes de comenzar a bajar las escaleras con Bonez en mi espalda.
—Emplumado, ¿Crees que puedas romperla? — Le pregunté a Gavyn mientras me sentaba en mi forma animal en una esquina de las escaleras, la verdad era que no me gustaba demasiado el frio, a pesar de haber nacido en el mar del norte, esa es una de las razones por las cuales salí huyendo de esa maldita isla endemoniada. —Oi! Muken, en cuanto Gavyn derrumbe la pared, súbete a mi espalda, yo seré más rápido. — Eran instrucciones básicas, Gavyn podía volar, y si Muken y Bonez subían en mi espalda yo podría ir corriendo y evitaríamos la lentitud que produce su estúpido vicio. Ya solo quedaba esperar a que Gavyn rompiera la pared, o en todo caso que Bonez le ayudara hacerlo para que entonces pudiéramos derrumbar ese obstáculo y reunirnos con los demás.
—Vamos amigo, después de toda esta mierda vamos a beber por tres malditos días completos. — Le comenté a Bonez mientras bajamos rápidamente por las escaleras, estas por cierto terminaron siendo más cortas de lo que esperaba y al final cuando llegamos nos encontramos simplemente con una pared que nos imposibilitaba el paso, aun así, me di unos minutos para esperar que Muken bajara por la escalera contigua, tuvimos la suerte de que las escaleras daban al mismo piso, fue una obra de Nika o quien sabe, pero al menos volvimos a estar juntos.
Aun así, las cosas no estaban del todo bien, tenía que volver a mi forma humana y fue cuando observé el estado de Muken, no estaba bien y me acerqué a él para revisarlo, ¿Acaso tenía una herida que yo no alcanzaba a ver? —¡¡Maldición!!— Refuté con tan solo recordar que este también era un vicioso, pero este con los caramelos y cosas dulces. —¿Es que acaso ninguno de ustedes puede ser una maldita persona sana? — Casi gruñí antes de quitarme la mochila y entregarle mis provisiones de comida a Muken, con aquello al menos tenía que hacer un caramelo de manzana al menos, porque fue lo único que tomé del barco. Hablaba de personas sanas, y aunque yo no tuviera una necesidad física ni mental de tomar alcohol, si tenía una cierta debilidad por hacerlo, el sake te hace olvidar lo que la mente insiste en recordar. Tras volver a ponerme mi mochila me acerque a la pared y la toque, en verdad estaba fría, de hecho, el lugar comenzaba a enfriarse demasiado y eso no era bueno para mí, puedo calentarme un poco más en mi forma animal, pero tenemos que deshacernos de esta pared sí o sí.
—Cúbranse, intentare derrumbar la pared. — Busque entre mis ropajes aquella nudillera que había comprado no hace demasiado tiempo, y tras colocarla en mi mano derecha me disponía a lanzar un puñetazo a la pared, ojalá esta se fuera abajo con el simple golpe, sin embargo, sabía que no sería así de fácil. —Shockwave Punch. — El golpe fue potente, la verdad habia usado toda mi fuerza en el dichoso golpe, pero aun así tenía razón en mis deducciones y no caería tan rápido, aunque claro, fue tan poderoso que la pared se resquebrajó entre dejando ver lo que habia del otro lado en las grietas formadas por mi golpe.
—Esta mierda es más dura de lo que pensé. — Le comenté a los chicos, sin embargo, antes de siquiera intentar dar un siguiente golpe, el frio llegó a mi cuerpo como una ráfaga de brisa, y era claro, tras ese impacto solo hice que el viento que habia en la habitación brincara a todas partes y regresara fuertemente hacia mí, como un método automático de defensa contra el maldito frio que se encontraba ahora mismo azotando mi cuerpo volví a mi forma de Hiena, sería más rápido y por su puesto podría aguantar un poquito mal el maldito frio que hacía aquí abajo y algo me decía que mientras estuviéramos más abajo, más problemático seria el frio para alguien como yo.
—Emplumado, ¿Crees que puedas romperla? — Le pregunté a Gavyn mientras me sentaba en mi forma animal en una esquina de las escaleras, la verdad era que no me gustaba demasiado el frio, a pesar de haber nacido en el mar del norte, esa es una de las razones por las cuales salí huyendo de esa maldita isla endemoniada. —Oi! Muken, en cuanto Gavyn derrumbe la pared, súbete a mi espalda, yo seré más rápido. — Eran instrucciones básicas, Gavyn podía volar, y si Muken y Bonez subían en mi espalda yo podría ir corriendo y evitaríamos la lentitud que produce su estúpido vicio. Ya solo quedaba esperar a que Gavyn rompiera la pared, o en todo caso que Bonez le ayudara hacerlo para que entonces pudiéramos derrumbar ese obstáculo y reunirnos con los demás.