[Aventura] [A-Presente] Cascadas de miseria [Tier 3]

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ALTO OYKOT

6:05 de la mañana

Te cuesta un poco dejar inconsciente al guardia. El puñetazo en la mandíbula no lo noquea, así que tienes que golpearle una segunda vez. Finalmente, pierde el sentido, pero ese segundo golpe le hace una pequeña herida en las encías de la que no te percatas a tiempo. Mientras le desnudas, un poco de sangre cae de su boca y mancha la camisa. Ups. Esperemos que no sea un problema más tarde. A continuación procedes a ponerte su ropa y... te encuentras con un problema. No solo te queda algo corta (al fin y al cabo, eres una persona alta), sino que no has tenido en cuenta las diferencias de raza y sexo. Entre tus alas y tu prominente busto, te cuesta horrores cerrar la camisa. Cuando lo logras, el resultado es desagradable para ti. Tienes el pecho tan comprimido que te duele y te cuesta un poco respirar, como si llevases un corsé. Con las alas tienes un dolor similar, pero con la desventaja añadida de que se notan. Parece que tengas una pequeña chepa en la espalda, como si tuvieses algún problema en la columna vertebral o algún bulto extraño. En resumen: pareces tener joroba, te duele el pecho una barbaridad, la camisa tiene unas pocas gotas de sangre y además el uniforme te queda un poco corto, lo que tu pecho y alas empeoran, con lo que vas enseñando el ombligo.

Cuando llegas junto al vigilante de seguridad, este te mira extrañado y confuso. Te mira de arriba abajo y titubea antes de empezar a hablar - No quiero estorbar a la guardia, por supuesto, pero, ¿entonces por qué quiere acceder al complejo? - hace un gesto hacia la presa - Simplemente pase caminando por encima de la presa y pídale al vigilante del otro lado que le abra la valla hacia el Bajo. Estoy seguro de que no le dará problemas.

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Aviso: no deberías asumir por el narrador detalles importantes de la trama que este no ha dicho, como si logras o no derrotar a un NPC. Además de que considero que la diferencia de sexo (en el caso de tu personaje) y de raza son un problema a la hora de escoger el uniforme de un hombre humano. Por ahora se queda en un pequeño toque de atención y una dificultad añadida de roleo, pero con que procures que no se repita en el futuro, no debería haber problemas.

Dicho esto, el uniforme te estorba mucho. Mientras lo lleves puesto, tienes un -5 a agilidad y destreza por el dolor, dificultades para respirar hondo y la manera en que restringe tus movimientos. Probablemente quieras cambiar de disfraz o de ropa si vas a intentar alguna acción físicamente extenuante.

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BAJO OYKOT

6:05 de la mañana

Tu canción hace arder los corazones de los dos atracadores más jóvenes. El chico llamado Gareth da un grito y alza su puño hacia el cielo, mientras que el otro, un poco más tímidamente al principio, acaba uniéndose también. El hombre de la gorra roja observa el espectáculo aparentemente impasible, pero finalmente baja la mirada, esboza una sonrisa suave y empieza a seguiros también. Tu espectáculo tiene efectos variados en el barrio. No pocas personas se asoman a las ventanas y empiezan a gritaros improperios e insultaros por estar montando escándalo tan temprano a la mañana. Varios hasta os lanzan cosas desde las ventanas, desde los impíos contenidos de una bacinilla a una maceta (25 de daño contundente si impacta). Sin embargo, otros tantos se unen a tu canción y a tus proclamas, dando vítores y gritando cosas como "abajo los tiranos", "fuego al Alto Oykot" o "muerte al rey". Igual son un poco violentos, pero al menos parece que tienen espíritu revolucionario.

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Conduces a tu pequeño grupo terreno arriba, hacia los alrededores de la presa. Puedes ver que del lado del Bajo Oykot, una verja metálica con alambre de espinos bloquea el acceso a la presa. Hay una puerta, custodiada por un vigilante que mira aprensivamente desde lejos a tu grupo. No parece sentirse seguro con tanta gente dando gritos cerca. Aún no da señales de llamar a nadie o reaccionar, pero su mano derecha aprieta la pistola en la funda. Si se asusta o ve señales de violencia, no crees que dude en desenfundar y disparar. La gente asustada es peligrosa.

- ¡¿Y ahora qué, gran lobo revolucionario?! ¡Hemos seguido tus pasos! Guíanos, ¿cuál es el plan de la Revolución para liberarnos del yugo de la tiranía? - quien pregunta esto es un anciano marinero de aspecto curtido y espalda ancha y fuerte. A sus palabras contestan otros presentes con vítores y asentimientos. Todos están atentos a tus palabras. No son muchos en términos reales, tan solo trece personas, en su mayoría jóvenes que no llegarán a los veinte años. Sin embargo, todos te miran con el coraje en sus miradas y sujetando en sus manos lo que han podido recoger como armas: palos, bastones, varias navajas, un arpón ballenero... tienes ahora mismo un arma de doble filo. Bien usada, esta gente puede ayudarte mucho en tu tarea. Con las indicaciones incorrectas, pueden complicártela muchísimo o incluso ponerse en peligro a sí mismos y a ti.