Dharkel
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25-09-2024, 09:05 PM
Dharkel se giró con velocidad al escuchar el silbido, llevándose la mano izquierda al recoveco de los harapos donde había escondido el cuchillo. En la oscuridad de la noche, poco a poco, se fue revelando una pequeña figura con los bracitos en alto. La observó detenidamente durante unos instantes, mientras continuaba avanzando. Suspiró aliviado.
<< Solo es un mapache buscando comida en los contenedores >>, pensó mientras se volvía a dar la vuelta. En su experiencia, mientras le dejase tranquilo no tendría que haber ningún problema.
Pero unas palabras salieron de la boca aquel ser, paralizando momentáneamente al espadachín. Se giró, esta vez lentamente, con los ojos abiertos de par en par y un rostro que denotaba una mezcla entre sorpresa y terror. Había leído en algún sitio de la existencia de criaturas bípedas con forma animal, pero siempre había pensado que se trataban de cuentos para dormir. ¿Estaba ante la presencia de una criatura mitológica? ¿Sería aquel ser la bestia de los rumores? Era muy pequeña para ser capaz de llevarse un cuerpo de la calle, aunque ya había cometido con anterioridad el error de subestimar a otros por su apariencia, más concretamente su tamaño.
- Afirmas buscar lo que yo busco e incluso poder ser un aliado allá donde me dirijo. – Recobrando la compostura deslizó un cigarro entre sus labios e iluminando momentáneamente la callejuela lo encendió, dándole una larga y profunda calada. – Acostumbro a conocer el nombre de mis aliados – dijo tras liberar una gran nube de humo de sus pulmones.
Estudió en silencio al mapache y su propuesta. Tenía razón. Era meterse en la boca del lobo y quizás no saldría con vida de allí. Pero salió con vida de la cárcel, sobrevivió al encuentro con Balagus y Airok, a incontables temeridades de su capitán y a otras tantas situaciones con personajes dispares. Su diosa sin ninguna duda le había acompañado a lo largo de camino y hasta el día de hoy, pero amañar el juego para aumentar su suerte era algo que había hecho demasiadas veces, aunque en esta ocasión la apuesta era demasiado fuerte: confiar en un completo desconocido. Si su apuesta era correcta no solo ganaría un socio, si no que además tendría la oportunidad de estudiar en primera persona tan extraña criatura. Y eso era más valioso que cualquier tesoro.
- Soy Dharkel. – Rompió el tenso silencio ofreciéndole la mano derecha. – Será un placer colaborar contigo.
Finalizadas las presentaciones, el espadachín se encaminó hacia los almacenes del puerto, buscando un buen lugar donde tener una trampa cerca del muelle viejo. Durante el trayecto le contó a Rocket su renovado plan. Esta vez incluyendo al mapache y su rifle. El plan consistía en usar a Dharkel de cebo y, cuando fuesen a raptarle, el tirador escondido en la distancia evitaría que eso pasase. Tendrían que conseguir a alguien con vida a quien poder interrogar y obtener la siguiente pieza del puzle.
Tras encontrar una ubicación óptima, se sentó en el suelo, esperando entre la incertidumbre, las danzantes sombras y el silbido del viento.