Lemon Stone
MVP
26-09-2024, 06:40 PM
Cuando empujas la vieja puerta de madera, el sonido chirriante de los goznes oxidados resuena en la oscuridad del subterráneo. Un aire frío y denso te envuelve al instante y, al abrirla por completo, una sala apenas iluminada se extiende ante ti. Las antorchas en las paredes parpadean, dejando ver sombras que bailan al ritmo de las llamas.
Mientras estás en el laboratorio subterráneo algo sucede en el pueblo.
Al entrar, lo primero que notas es una mesa de madera en el centro de la habitación. Si te acercas a ella, puedes ver un mapa de la isla extendido y cubierto por lo que parecen ser bocetos, diagramas y anotaciones en un lenguaje que, si bien entiendes, tiene tantos tecnicismos que necesitarías conocimientos de botánica o biología avanzada para entender. También notas que hay dibujos de las flores que has estado viendo por todo el pueblo. Entre los papeles hay frascos llenos de líquidos extraños y restos de plantas, lo que indica algo que es evidente: este lugar es un laboratorio.
No hace falta que seas un genio para hilar una conexión entre las hojas, que son usadas como droga, y los aldeanos. Ahora bien, te puedes preguntar quién es el dueño de todo esto, quién es el responsable y por qué el alcalde ha responsabilizado a los piratas de introducir la droga al pueblo. Sin lugar a duda, algo esconde él. Y, por otro lado, ¿acaso los Piratas de Sentis no han afirmado que buscan algo? ¿Y si el laboratorio tiene que ver con el ataque del pueblo? Puede que la fórmula de la droga que se fabrica en este lugar sea el objetivo de los piratas, aunque ¿dónde estará?
Eres libre de examinar los libros, frascos, dibujos y cualquier cosa que esté a tu alcance. Sin embargo, el sonido de algo metálico arrastrándose por el suelo te pone en alerta. Más allá de la mesa, por donde están las paredes al otro extremo de la puerta de madera, hay otra puerta, pero esta es de metal. Y el sonido proviene de allí. Puedes esconderte, huir del laboratorio y anunciar tus descubrimientos, o enfrentar a quien quiera que esté allí, detrás de la puerta.