Lionhart D. Cadmus
Tigre Blanco de la Marina
29-09-2024, 07:03 AM
Pir fivir, bíjiti di li misi. De algún modo las palabras de Cadmus habrían calado, aunque la respuesta no fuese la más apropiado. Meeko respondería, tergiversando las vocales, todas con i's, y eso sería gracioso. Y debía admitir, era una respuesta graciosa ante la habitual seriedad del tigre. El resto se reiría, y lejos de sentir más molestia -aunque Cadmus rara vez dejaba pasar una agresión por ser un bocazas-, esto era tan relativamente inofensivo, que lo podía dejar pasar. Meeko bajaría de la mesa, y aquel inconveniente se resolvería.
Cadmus no sabía como resolver una situación que era una mezcla entre lo inapropiado y lo legal. Molestaban al resto, pero a la vez, no habrían roto ninguna ley. ¿Cómo podía ejercer su autoridad en esas circustancias? Gracias. Respondería Cadmus únicamente, por otra parte, más burla por parte de otro compañero volvería a crear otra ola de carcajadas. Cadmus no podría evitar sonreír un poco.
Lo bastante desafortunado, es que este jolgorio relativamente inofensivo crearía consecuencias, y era la indiferencia ajena de los piratas lo que siempre le podía arruinar la velada a otros. La risa de, quién parecía la persona con más autoridad del grupo, le causaría un cierto inconviente, salpicándole a Cadmus unas gotas en la camisa de cerveza. La cara de disgusto no se haría esperar, a saber dónde estaría la boca de esa morena.
Qué asco, dios. Pensaría, pero otra vez, no habría sido completamente a voluntad, si acaso una fuerte ausencia de modales y cordialidad, pero la paciencia era cada vez menos.
El resto, aparte de los piratas, estarían o muy borrachos o muy nerviosos para actuar al respecto. Cadmus aún le costaba ejercer ningún tipo de autoridad, y realmente no podía. ¿Tenían Wanted estos sujetos? Quizás así podría hacer algo al respecto, pero aún así, estar rodeado de piratas y él solo, no era lo más sabio; todavía debía saber elegir sus batallas. Aún así, no se podía quedar de brazos cruzados.
Con permiso. Cadmus caminaria y se acercaría a la mesa de la capitana. Buscaría una silla, enfrentándola. Ustedes saben pasársela bastante bien. Lamento si soy aguafiestas, pero espero que podamos divertirnos sanamente. Intentaría sonar amable, aunque pecaba de muy serio. Mi nombre es Lionhart D. Cadmus, descuiden, soy un Suboficial de la Marina, así que solo estoy aquí para mantener la calma. Debía descubrir más sobre ellos, por si acaso. ¿Y ustedes, qué tal? Voltearía hacia atrás. Joe, ¿un vaso de vino rojo, por favor? Diría, con un gesto tranquilo a Joe, quería tan solo señalizarse que tendría todo bajo control, sin necesidad de ir más allá.
Cadmus no sabía como resolver una situación que era una mezcla entre lo inapropiado y lo legal. Molestaban al resto, pero a la vez, no habrían roto ninguna ley. ¿Cómo podía ejercer su autoridad en esas circustancias? Gracias. Respondería Cadmus únicamente, por otra parte, más burla por parte de otro compañero volvería a crear otra ola de carcajadas. Cadmus no podría evitar sonreír un poco.
Lo bastante desafortunado, es que este jolgorio relativamente inofensivo crearía consecuencias, y era la indiferencia ajena de los piratas lo que siempre le podía arruinar la velada a otros. La risa de, quién parecía la persona con más autoridad del grupo, le causaría un cierto inconviente, salpicándole a Cadmus unas gotas en la camisa de cerveza. La cara de disgusto no se haría esperar, a saber dónde estaría la boca de esa morena.
Qué asco, dios. Pensaría, pero otra vez, no habría sido completamente a voluntad, si acaso una fuerte ausencia de modales y cordialidad, pero la paciencia era cada vez menos.
El resto, aparte de los piratas, estarían o muy borrachos o muy nerviosos para actuar al respecto. Cadmus aún le costaba ejercer ningún tipo de autoridad, y realmente no podía. ¿Tenían Wanted estos sujetos? Quizás así podría hacer algo al respecto, pero aún así, estar rodeado de piratas y él solo, no era lo más sabio; todavía debía saber elegir sus batallas. Aún así, no se podía quedar de brazos cruzados.
Con permiso. Cadmus caminaria y se acercaría a la mesa de la capitana. Buscaría una silla, enfrentándola. Ustedes saben pasársela bastante bien. Lamento si soy aguafiestas, pero espero que podamos divertirnos sanamente. Intentaría sonar amable, aunque pecaba de muy serio. Mi nombre es Lionhart D. Cadmus, descuiden, soy un Suboficial de la Marina, así que solo estoy aquí para mantener la calma. Debía descubrir más sobre ellos, por si acaso. ¿Y ustedes, qué tal? Voltearía hacia atrás. Joe, ¿un vaso de vino rojo, por favor? Diría, con un gesto tranquilo a Joe, quería tan solo señalizarse que tendría todo bajo control, sin necesidad de ir más allá.