Balagus
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29-09-2024, 08:14 PM
Por lo que pudo ver, el salón principal de subastas estaba completamente desprovisto de guardias y de protección, algo que animó y enfureció aún más a Balagus al mismo tiempo.
“Los muy cabrones no conciben que nadie pueda colarse aquí y destrozarles el… el infierno este que se han montado. Nunca nadie lo ha intentado antes. Cobardes de mierda.”
La barandilla de madera finalmente terminó de crujir y astillarse bajo sus manos, por lo que las retiró de ella. Su dura y áspera piel, encallecida por la labor labriega y las peleas en fosos de esclavos, no pudo ser atravesada por astilla alguna, mientras que el elaborado pasamanos ahora tenía dos grandes hendiduras hechas pedazos, hasta tal punto que no tardarían en caerse. Tal vez cuando saltara al ruedo para combatir.
Saltar allá abajo… Balagus había sopesado la idea en su mente. No había guardias, y su primer movimiento debería desencadenar el mayor caos posible. No había dejado de fantasear, entre pensamiento y pensamiento, en todas las maneras en las que extinguiría la vida de todos los deshechos humanos que se hacían llamar “nobles” allá abajo, mercadeando con las vidas ajenas como si fueran poco más que la compra del mercado de la semana.
El oni miró hacia el escenario. Si conocía a Silver como lo hacía, trataría de llevar a cabo alguna entrada espectacular, extravagante, completamente exagerada y, por supuesto, altamente peligrosa y proclive a desencadenar el caos. Calmó su respiración, acompasándola lentamente a un ritmo propio, mientras tensaba su brazo derecho en un ángulo de noventa grados. Notaba la energía acumulándose en sus músculos, forzando huesos y tendones, esperando el momento para liberarse con violencia.
Toda su ira caería sobre los pobres diablos de abajo como un martillo castigador dictando sentencia, pero no lo haría aún: primero tendría que ver una señal por parte de su capitán, y entonces podría comenzar la masacre. Una señal que no debería retrasarse, pues la cuenta atrás ya había comenzado para Balagus.
“Los muy cabrones no conciben que nadie pueda colarse aquí y destrozarles el… el infierno este que se han montado. Nunca nadie lo ha intentado antes. Cobardes de mierda.”
La barandilla de madera finalmente terminó de crujir y astillarse bajo sus manos, por lo que las retiró de ella. Su dura y áspera piel, encallecida por la labor labriega y las peleas en fosos de esclavos, no pudo ser atravesada por astilla alguna, mientras que el elaborado pasamanos ahora tenía dos grandes hendiduras hechas pedazos, hasta tal punto que no tardarían en caerse. Tal vez cuando saltara al ruedo para combatir.
Saltar allá abajo… Balagus había sopesado la idea en su mente. No había guardias, y su primer movimiento debería desencadenar el mayor caos posible. No había dejado de fantasear, entre pensamiento y pensamiento, en todas las maneras en las que extinguiría la vida de todos los deshechos humanos que se hacían llamar “nobles” allá abajo, mercadeando con las vidas ajenas como si fueran poco más que la compra del mercado de la semana.
El oni miró hacia el escenario. Si conocía a Silver como lo hacía, trataría de llevar a cabo alguna entrada espectacular, extravagante, completamente exagerada y, por supuesto, altamente peligrosa y proclive a desencadenar el caos. Calmó su respiración, acompasándola lentamente a un ritmo propio, mientras tensaba su brazo derecho en un ángulo de noventa grados. Notaba la energía acumulándose en sus músculos, forzando huesos y tendones, esperando el momento para liberarse con violencia.
VAN302
VANGUARDIA
Ofensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
36
2
El usuario irá contrayendo su pierna o brazo concentrando toda la fuerza que pueda en ellos, con el fin de liberar un directo y poderoso impacto desde su arma contra su objetivo, llegando provocar un [Empuje] por los aires hasta 15 metros. Cada Turno que canalice la distancia de empuje aumentará otros 10 metros y su daño aumenta en 30 por cada Turno. Esta técnica se podrá [Canalizar] un máximo de 3 Turnos.
Golpe Basico + [RESx2,5] de [Daño contundente]
Toda su ira caería sobre los pobres diablos de abajo como un martillo castigador dictando sentencia, pero no lo haría aún: primero tendría que ver una señal por parte de su capitán, y entonces podría comenzar la masacre. Una señal que no debería retrasarse, pues la cuenta atrás ya había comenzado para Balagus.