Anko
Médica Despiadada
30-09-2024, 01:10 AM
La calma que Lovecraft había impuesto sobre la tartana enemiga fue rápidamente disipada por la llegada de Lionhart, quien cayó desde el aire en una forma para nada común pues este estaba transformado en una forma híbrida de tigre y humano. Rápidamente se adelantó al equipo y avanzó hasta la zona donde estaba el capitán Ovimarlixion, quien fue rápidamente vencido por el Tigre Blanco con un movimiento feroz que azotó el viento a su alrededor y mandó girando a Ovi hasta el suelo de madera. Había que admitir que Anko estaba impresionada por tal muestra de poder. — ¿Acaso… ese poder es de una Akuma No Mi? —.
Por otro lado, Nagaki y Masao repartieron golpes entre los tripulantes restantes del grupo pirata de Ovimarlixion y todo culminó con Lovecraft yendo directamente a por el segundo al mando del pequeño barco. Con eso, el asalto de la marina había tenido un rotundo éxito sobre el enemigo, Anko por su parte suspiró mientras volvía a envainar sus Katanas en su cintura, por unos instantes se sintió inútil, pues solo se quedó de pie mirando como sus compañeros acababan con los enemigos, pero estaba segura que ya habría tiempo para que ella demostrara sus habilidades.
En cuanto Lovecraft abandonó al segundo al mando, Anko también recordó de golpe la carga de su propio barco, si bien, confiaba en que estaría protegida por el grupo de soldados rasos que Galhard había mandado, nunca está de más echar un ojo para verificar que todo seguía en orden. Pero aún tenían que subir a Ovi y a su segundo al mando al barco escoltado por ellos para una amable entrevista, por suerte, Nagaki y Lionhart aún estaban en la tartana junto a ella, por lo que no tendría que cargar con ambos sola. — Nagaki, Lionhart… Debemos subir a estos dos tipos al barco, ya lo ordenó Gal. El resto son simple basura pirata… —. Las últimas palabras iban cargadas de desprecio, quienes la conocían, ya sabían de antemano que no soportaba a los criminales, y al menos la tripulación de Ovi demostró serlo en toda regla.
Anko no era la más fuerte físicamente del grupo, pero sí tenía fuerza suficiente como para echarse a la espalda al tipo noqueado por Lovecraft y pegar un gran salto para abordar su barco de nuevo, dejando caer al suelo de golpe al pirata capturado. — Debería ir con Lovecraft… —. Pensó mientras se alejaba rápidamente con dirección a la bodega, esperando que nada extraño haya ocurrido mientras luchaban contra los piratas.
Por otro lado, Nagaki y Masao repartieron golpes entre los tripulantes restantes del grupo pirata de Ovimarlixion y todo culminó con Lovecraft yendo directamente a por el segundo al mando del pequeño barco. Con eso, el asalto de la marina había tenido un rotundo éxito sobre el enemigo, Anko por su parte suspiró mientras volvía a envainar sus Katanas en su cintura, por unos instantes se sintió inútil, pues solo se quedó de pie mirando como sus compañeros acababan con los enemigos, pero estaba segura que ya habría tiempo para que ella demostrara sus habilidades.
En cuanto Lovecraft abandonó al segundo al mando, Anko también recordó de golpe la carga de su propio barco, si bien, confiaba en que estaría protegida por el grupo de soldados rasos que Galhard había mandado, nunca está de más echar un ojo para verificar que todo seguía en orden. Pero aún tenían que subir a Ovi y a su segundo al mando al barco escoltado por ellos para una amable entrevista, por suerte, Nagaki y Lionhart aún estaban en la tartana junto a ella, por lo que no tendría que cargar con ambos sola. — Nagaki, Lionhart… Debemos subir a estos dos tipos al barco, ya lo ordenó Gal. El resto son simple basura pirata… —. Las últimas palabras iban cargadas de desprecio, quienes la conocían, ya sabían de antemano que no soportaba a los criminales, y al menos la tripulación de Ovi demostró serlo en toda regla.
Anko no era la más fuerte físicamente del grupo, pero sí tenía fuerza suficiente como para echarse a la espalda al tipo noqueado por Lovecraft y pegar un gran salto para abordar su barco de nuevo, dejando caer al suelo de golpe al pirata capturado. — Debería ir con Lovecraft… —. Pensó mientras se alejaba rápidamente con dirección a la bodega, esperando que nada extraño haya ocurrido mientras luchaban contra los piratas.