¿Sabías que…?
... Eiichiro Oda empezó la serie con la idea de terminarla en 5 años, pero se dio cuenta de que en esos 5 años que la trama ni siquiera llegaba al 50%.
[Aventura] [T1] Un pequeño paso a la aventura, un gracioso saltito para una Sirena
Ubben Sangrenegra
Loki
El amanecer se extendía lentamente sobre las costas de Kilombo, tiñendo el horizonte con un suave resplandor dorado que se reflejaba en las aguas templadas y serenas. A lo lejos, los primeros barcos pesqueros comenzaban a aparecer como sombras danzantes, regresando a la seguridad del puerto tras partir en la madrugada en busca de su sustento diario. Pequeñas embarcaciones navegaban con sus redes repletas de pescado, mientras otras, de tamaño mediano, se balanceaban con la marea, esperando su turno para descargar. Entre ellas, se divisaba uno que otro mercante que llegaba a la isla cargado de mercancías, dispuesto a negociar su botín con los comerciantes locales. La actividad era constante, aunque en una escala moderada, típico de las primeras horas del día, cuando la isla apenas despertaba de su letargo.

Si nos alejamos unos kilómetros mar adentro, el océano mantenía una calma encantadora. El vaivén de las olas era apenas perceptible, y la vida marina se mostraba en todo su esplendor. Las algas y corales se mecían bajo la superficie, y pequeños cardúmenes de peces plateados se deslizaban entre ellas, brillando como fragmentos de estrellas en el agua clara. De vez en cuando, un pez más grande rompía la quietud, emergiendo por un instante antes de desaparecer en la inmensidad azul. La proximidad a la costa mantenía la vida marina limitada a especies de menor tamaño, pero su vitalidad era indiscutible, como un recordatorio de que, aunque la tierra firme estuviera tan cerca, el mar seguía siendo un reino con sus propias reglas y secretos.

Conocer la costa de un lugar nuevo antes de aventurarse en él era un acto de sensatez y sabiduría, especialmente cuando se trataba de regiones que uno no dominaba. Las sirenas y los gyojines solían evitar los asentamientos humanos, prefiriendo la tranquilidad de las profundidades, lejos del bullicio y las intrigas de los hombres. Sin embargo, si el destino te llevaba a internarte en sus dominios o a toparte con sus territorios, lo más sensato era estar preparado para cualquier eventualidad. Explorar los diversos puertos y playas se volvía una necesidad; observar qué tipo de personas frecuentaban la costa, cómo se movían y quiénes se destacaban como figuras de autoridad o como simples transeúntes, eran detalles importantes para empezar a comprender el entorno. Adentrarse a tierra firme con cautela era solo el primer paso, pero un plan tan sencillo, al fin y al cabo, siempre requeriría más esfuerzo del que uno podría imaginar.

Durante los primeros días de reconocimiento, tus rondas parecían intrascendentes. Nada fuera de lo ordinario; el movimiento constante de pescadores, marineros y comerciantes ocupados en sus propias vidas, sin prestar demasiada atención a los recién llegados. Pero al tercer día, algo cambió. Sentiste que no estabas sola. Una presencia se hacía notar desde el mar, acechante y distante, pero innegablemente real. En más de una ocasión, una sombra cruzaba rápidamente por el rabillo de tu ojo, y al girar la cabeza para mirar, lo único que te recibía era el reflejo de la luz del amanecer a través del agua. La sensación persistía, como si unos ojos invisibles te estuvieran vigilando desde las profundidades. Era inevitable sentir cómo la paranoia se iba colando en tu mente, y no podías evitar preguntarte si aquello era simplemente tu imaginación, fruto del cansancio, o si realmente había algo o alguien ahí afuera, observándote desde la oscuridad líquida, esperando el momento adecuado para mostrarse.


Bienvenida
Resumen
#1


Mensajes en este tema
[T1] Un pequeño paso a la aventura, un gracioso saltito para una Sirena - por Ubben Sangrenegra - 30-09-2024, 07:08 PM

Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 3 invitado(s)