Balagus
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30-09-2024, 10:13 PM
Leves calambres de tensión acumulada fueron recorriéndole el brazo, ofreciéndole una satisfacción dolorosa, prácticamente masoquista, al saber cuál sería el objetivo de su ataque. El mismo palco parecía no estar pensado para soportar ya no su peso, sino la terrible ira acumulándose en su extremidad.
Y, de súbito, fuego. Hacia el fondo del escenario. Y con él, el caos y el miedo que traía consigo. “Es la hora.” Pensó Balagus con su ceño fruncido por la determinación, más que por su malhumor, y una media sonrisa leve y cruel dibujada en su rostro.
Con zancadas rápidas y fuertes, el oni saltó del palco al patio bajo sus pies, donde docenas de los encapuchados se revolvían para salir de allí. La capa y la máscara volaron en medio de su descenso, y su cargado puño cayó directamente contra el suelo, apuntando al sucio comprador más cercano que pudiera atrapar debajo de sus nudillos.
El choque no sólo hizo papilla roja de quienes estuvieran demasiado cerca de la mole de ira y músculos de tres metros que acababa de caérseles encima, sino que causó una devastación absoluta y repentina a su alrededor, sin lugar a dudas paralizando el pánico general durante unos segundos.
- ¿A DÓNDE VAIS TAN PRONTO? ¡PAGARÉIS POR ESA GENTE CON VUESTRA SANGRE MALDITA! –
Y, con su furioso bramido de desafío, Balagus se lanzó a causar el mayor caos y matanza posibles con sus propios puños. Si los guardias tenían que ocuparse de él además del incendio, Syxel tendría mayor libertad de movimientos para liberar a los esclavos. Y eso era lo verdaderamente importante.
Y, de súbito, fuego. Hacia el fondo del escenario. Y con él, el caos y el miedo que traía consigo. “Es la hora.” Pensó Balagus con su ceño fruncido por la determinación, más que por su malhumor, y una media sonrisa leve y cruel dibujada en su rostro.
Con zancadas rápidas y fuertes, el oni saltó del palco al patio bajo sus pies, donde docenas de los encapuchados se revolvían para salir de allí. La capa y la máscara volaron en medio de su descenso, y su cargado puño cayó directamente contra el suelo, apuntando al sucio comprador más cercano que pudiera atrapar debajo de sus nudillos.
El choque no sólo hizo papilla roja de quienes estuvieran demasiado cerca de la mole de ira y músculos de tres metros que acababa de caérseles encima, sino que causó una devastación absoluta y repentina a su alrededor, sin lugar a dudas paralizando el pánico general durante unos segundos.
- ¿A DÓNDE VAIS TAN PRONTO? ¡PAGARÉIS POR ESA GENTE CON VUESTRA SANGRE MALDITA! –
Y, con su furioso bramido de desafío, Balagus se lanzó a causar el mayor caos y matanza posibles con sus propios puños. Si los guardias tenían que ocuparse de él además del incendio, Syxel tendría mayor libertad de movimientos para liberar a los esclavos. Y eso era lo verdaderamente importante.