Panda
JANAI
01-10-2024, 05:13 AM
La chica casi se pega un susto tremendo cuando Panda y el pequeñejo Tontata comenzaron a hablar. Incluso Panda se vio sorprendido porque nunca había visto una especie tan diminuta, solo conocía Minks y otros animales similares pero nunca un ser tan pequeño y escurridizo, por lo que se encontraba más que intrigado con aquella criatura.
-Hola Chiper, me llamo Panda, un gusto- Respondió el oso, agachándose para poder verlo mejor. Aquel ser era pequeño como una ardilla y cabía fácilmente en la mano de Akari.
La joven explico que buscaba el Loto carolino, aquella planta misteriosa de la que Panda había escuchado hablar en el puerto, además de que dijo que era para investigación medica, por lo que se notaba que tenia cierto conocimiento en la materia.
-Yo estoy buscando algo de Bambu, para aprovisionarme para los largos viajes,- Dijo tocándose la barriga
-Igualmente había escuchado hablar del tal Loto, dicen que es bastante útil para curar enfermedades, así que no me molestaría llevarme una pequeña muestra conmigo de ser posible claro, además soy comerciante así que se que esas hierbas raras se venden muy bien.
-Y sobre si estamos perdidos, si reconozco que no soy de la zona y no me vendría mal un guía, acabo de llegar a la isla en un humilde bote que compre, tuve suerte que no me agarro mal oleaje ya que sin navegante es cuestion de azar el llegar en una pieza, por fortuna el dios del mar estuvo de buen humor hoy.
El pequeño ser se movia de un lado a otro a cada segundo que pasaba, con un pestañeo ya estaba revisando las cosas de Panda. Como podría apreciar entre sus cosas, a Panda apenas le quedaba Bambu para 1 o 2 días, sino se apresuraba en abastecerse, la sensación de abstinencia lo mataría de hambre y vaya que aquel oso comía como 3 personas.
Aquella zona se volvía cada vez más rocosa y fría a medida que se insertaban en el bosque y el olfato de panda pudo apreciar un ligero aroma como a mar en invierno en el ambiente, de seguro había agua cerca de allí.
-Hola Chiper, me llamo Panda, un gusto- Respondió el oso, agachándose para poder verlo mejor. Aquel ser era pequeño como una ardilla y cabía fácilmente en la mano de Akari.
La joven explico que buscaba el Loto carolino, aquella planta misteriosa de la que Panda había escuchado hablar en el puerto, además de que dijo que era para investigación medica, por lo que se notaba que tenia cierto conocimiento en la materia.
-Yo estoy buscando algo de Bambu, para aprovisionarme para los largos viajes,- Dijo tocándose la barriga
-Igualmente había escuchado hablar del tal Loto, dicen que es bastante útil para curar enfermedades, así que no me molestaría llevarme una pequeña muestra conmigo de ser posible claro, además soy comerciante así que se que esas hierbas raras se venden muy bien.
-Y sobre si estamos perdidos, si reconozco que no soy de la zona y no me vendría mal un guía, acabo de llegar a la isla en un humilde bote que compre, tuve suerte que no me agarro mal oleaje ya que sin navegante es cuestion de azar el llegar en una pieza, por fortuna el dios del mar estuvo de buen humor hoy.
El pequeño ser se movia de un lado a otro a cada segundo que pasaba, con un pestañeo ya estaba revisando las cosas de Panda. Como podría apreciar entre sus cosas, a Panda apenas le quedaba Bambu para 1 o 2 días, sino se apresuraba en abastecerse, la sensación de abstinencia lo mataría de hambre y vaya que aquel oso comía como 3 personas.
Aquella zona se volvía cada vez más rocosa y fría a medida que se insertaban en el bosque y el olfato de panda pudo apreciar un ligero aroma como a mar en invierno en el ambiente, de seguro había agua cerca de allí.