Gretta
La Devoramundos
01-10-2024, 01:36 PM
Gretta estaba en el suelo, comiéndose la manzana que le había dado Qazan y aprovechando el momento tumbada, para respirar un poco, sobre el lecho de plantas carnívoras aplastadas. Pero de repente, un chico (Muken) del grupo que estaba pasando por el pasillo al que daba el trasero de Gretta, la apuntó con un arma.
Gretta lo miró mientras seguía tumbada; iba a pegarle un patadón al chico (Muken) con la intención de dejarlo de pegatina en la pared cuando otro del mismo grupo la disuadió con un bonito gesto. (Drake) El nuevo chico de piedra, al que recordaba haberlo visto hacerse muy grande, hace ya unas cuantas escaleras, le lanzó a Gretta una especie de plancha de piedra que protegió su pandero de unos nuevos ataques de las plantas.
Gretta, mientras se reincorporaba del suelo, miró al que había tenido el bonito gesto (Drake) y le guiñó un ojo mientras asentía con la cabeza, examinándolo de arriba a abajo con la mirada: "¿Esos brazos tan largos? Como lo tenga todo así…mmm". Pensó Gretta y luego cambió la expresión cuando recordó a su posible agresor (Muken). A este le dirigió una mirada muy intimidante.
—Ten cuidiado ¿ah? Nadie quierre que te hagas danio con eso. Le dijo Gretta muy seria con una medio sonrisa sádica al chico (Muken), mientras le miraba fijamente a los ojos. Entonces recordó que Shiro y Qazan habían seguido hacia delante y se dio la vuelta en su dirección.
"No puedo perder más el tiempo aquí, a saber si están bien estos dos, es más, ahora que lo recuerdo, ¿qué me había dicho Shiro al despedirse? Ahh, sí, que tenía un nuevo plato con una salsa impresionante para mí. Ya te entiendo, Shiro, el plato eres tú desnudo, y la salsa… la salsa será el sudor que provocarán nuestros cuerpos al juntarse… ufff, que hambre". Pensó Gretta andando hacia delante, mientras por inercia sacaba el muslo de carne que le quedaba y se lo comía.
Gretta se encontró el hueco que habían hecho sus dos compañeros; eso era un destrozo; ella en el otro muro se había tirado encima de las plantas aplastándolas, pero estos dos (Shiro y Qazan), en el siguiente muro, habían hecho una auténtica escabechina con ellas. Después de pasar la abertura se encontró con un muro de piedra derretida; era todo magma; por suerte había otra apertura natural justo delante; la cruzó. Los calores eran insoportables; ella aguantaba bien a nivel interno los cambios tan bruscos de temperatura gracias a las capas protectoras de su cuerpo, pero el sudor no se lo quitaba nadie y eso la incomodaba; por suerte tenía el hielo asimilado de antes y lo unificó todo en su mano haciendo una pelota; se la fue pasando por la frente y eso le ayudó a no sudar tanto. Pudo ver a lo lejos a Shiro entrar por otro hueco. Se apresuró a seguirlo, pero las velocidades no eran las mismas. Cuando llegó a la nueva apertura del último círculo de magma, encontró dos pasillos y ya no sabía por donde había tirado ese peliblanco, aunque delante al fijarse bien en el muro, vio que este tenía unos grabados dorados.
Gretta se aproximó a los grabados y puso su mano encima. "Tu, tu, tutututu, que esto es oro, oro del bueno bueno, desde que me comí esta fruta ya no me la cuelan ni una vez con los materiales; esto es orapio del gordo. No sé si el tesoro está más adelante, pero yo esto me lo quedo, vaaaamos que sí me lo quedo" pensaba Gretta mientras se le abrían los ojos.
Fue andando por el pasillo, a la vez que pasaba la mano por la pared, siguiendo el grabado dorado de esta. A través de su mano, el adorno iba siendo absorbido desde la pared hacia el cuerpo de Gretta; cuando tuvo la cantidad suficiente que podía cargar, justo se encontró con otra apertura que daba a unas escaleras en forma de caracol; entonces su felicidad por haber conseguido algo en esa maldita cueva se desmoronó.
Las escaleras eran ascendentes y no se vislumbraba un final. —Yo me miato, me corto piernas y me miato quí mismo... POR QUIEEE!!!!! Acabó gritando Gretta en la sala.
Paso a paso, escalón a escalón, emprendió la infernal subida.
Gretta lo miró mientras seguía tumbada; iba a pegarle un patadón al chico (Muken) con la intención de dejarlo de pegatina en la pared cuando otro del mismo grupo la disuadió con un bonito gesto. (Drake) El nuevo chico de piedra, al que recordaba haberlo visto hacerse muy grande, hace ya unas cuantas escaleras, le lanzó a Gretta una especie de plancha de piedra que protegió su pandero de unos nuevos ataques de las plantas.
Gretta, mientras se reincorporaba del suelo, miró al que había tenido el bonito gesto (Drake) y le guiñó un ojo mientras asentía con la cabeza, examinándolo de arriba a abajo con la mirada: "¿Esos brazos tan largos? Como lo tenga todo así…mmm". Pensó Gretta y luego cambió la expresión cuando recordó a su posible agresor (Muken). A este le dirigió una mirada muy intimidante.
—Ten cuidiado ¿ah? Nadie quierre que te hagas danio con eso. Le dijo Gretta muy seria con una medio sonrisa sádica al chico (Muken), mientras le miraba fijamente a los ojos. Entonces recordó que Shiro y Qazan habían seguido hacia delante y se dio la vuelta en su dirección.
"No puedo perder más el tiempo aquí, a saber si están bien estos dos, es más, ahora que lo recuerdo, ¿qué me había dicho Shiro al despedirse? Ahh, sí, que tenía un nuevo plato con una salsa impresionante para mí. Ya te entiendo, Shiro, el plato eres tú desnudo, y la salsa… la salsa será el sudor que provocarán nuestros cuerpos al juntarse… ufff, que hambre". Pensó Gretta andando hacia delante, mientras por inercia sacaba el muslo de carne que le quedaba y se lo comía.
Gretta se encontró el hueco que habían hecho sus dos compañeros; eso era un destrozo; ella en el otro muro se había tirado encima de las plantas aplastándolas, pero estos dos (Shiro y Qazan), en el siguiente muro, habían hecho una auténtica escabechina con ellas. Después de pasar la abertura se encontró con un muro de piedra derretida; era todo magma; por suerte había otra apertura natural justo delante; la cruzó. Los calores eran insoportables; ella aguantaba bien a nivel interno los cambios tan bruscos de temperatura gracias a las capas protectoras de su cuerpo, pero el sudor no se lo quitaba nadie y eso la incomodaba; por suerte tenía el hielo asimilado de antes y lo unificó todo en su mano haciendo una pelota; se la fue pasando por la frente y eso le ayudó a no sudar tanto. Pudo ver a lo lejos a Shiro entrar por otro hueco. Se apresuró a seguirlo, pero las velocidades no eran las mismas. Cuando llegó a la nueva apertura del último círculo de magma, encontró dos pasillos y ya no sabía por donde había tirado ese peliblanco, aunque delante al fijarse bien en el muro, vio que este tenía unos grabados dorados.
Gretta se aproximó a los grabados y puso su mano encima. "Tu, tu, tutututu, que esto es oro, oro del bueno bueno, desde que me comí esta fruta ya no me la cuelan ni una vez con los materiales; esto es orapio del gordo. No sé si el tesoro está más adelante, pero yo esto me lo quedo, vaaaamos que sí me lo quedo" pensaba Gretta mientras se le abrían los ojos.
Fue andando por el pasillo, a la vez que pasaba la mano por la pared, siguiendo el grabado dorado de esta. A través de su mano, el adorno iba siendo absorbido desde la pared hacia el cuerpo de Gretta; cuando tuvo la cantidad suficiente que podía cargar, justo se encontró con otra apertura que daba a unas escaleras en forma de caracol; entonces su felicidad por haber conseguido algo en esa maldita cueva se desmoronó.
Las escaleras eran ascendentes y no se vislumbraba un final. —Yo me miato, me corto piernas y me miato quí mismo... POR QUIEEE!!!!! Acabó gritando Gretta en la sala.
Paso a paso, escalón a escalón, emprendió la infernal subida.