Qazan
Qazan
02-10-2024, 02:44 AM
El ataque golpeó de lleno al Marine que salió despedido varios metros de distancia, eso nos permitió ganar tiempo, sobre todo a Shiro que había sido desarmado de una de sus espadas y se encontraba en una posición peliaguda en el suelo luego de haber sido derribado por el capitán. Aunque el peliblanco había recibido el ataque del marine de las patillas largas con aspecto de simio, había conseguido amortiguar gran parte del impacto. De pronto a mis espaldas escuché a Gretta quejarse de dolor, parece que aquellos tres le estaban causando alguna que otra complicación, sin embargo cuando me volteé a ver la situación, tenía sumergidos a dos de ellos, así que era cuestión de tiempo que ganase la ventaja numérica, no me preocupaba la cerda aunque después de esta pelea deberíamos tratar esas heridas de las que tanto se queja.
El capitán se recompuso con esfuerzo, tenía mucho y rabia en la mirada. Se nos quedó observando unos segundos para luego dirigirse a nosotros. - ¿Quiénes sois y qué estáis haciendo aquí? ¿Acaso venís a vengar a los Piratas de Hargreaves?-. Dijo con algo de esfuerzo tras haber recibido mi Karate de lleno. Imagino que se refería al nombre de los piratas a los que anteriormente les pertenecía el tesoro que debían llevar a bordo. No pretendía darle más datos ni información de los necesarios. Es más, si nos íbamos un poco de la lengua podíamos complicarle la existencia al resto de los nakamas de la tripulación. Hagámoslo sencillo. Pensé hacia mis adentros mientras urdía mis artimañas.
-No se quienes son esos ni me interesa, esto es sencillo, lleváis un tesoro a bordo y lo queremos. Ni venganzas ni tonterías-. Le dije siendo totalmente directo y franco. Ahora, veamos la situación. Nuestra compañera está ahogando a tus tres subordinados, no les queda mucho en este mundo. Y una vez les saque el último aliento esto se va a convertir en un tres contra uno-. Le dije tratando de advertirle la situación en la que se encontraban tanto él como los pocos subordinados que seguían vivos. -La cosa es, pase lo que pase ese tesoro se viene con nosotros, en tu mano está rendirte ahora, darnos el tesoro y sobrevivir, o que acabemos con todos vosotros. Un solo golpe mío ya ha hecho que tus piernas tiemblen, imagina cuando se una a la pelea la que ha tumbado vuestro barco-. Le dije señalándole a Gretta que seguía enzarzada con los marines. La amenaza estaba siendo clara y directa, rendición o muerte, pero ese tesoro se venía con nosotros.
-Mientras te lo vas pensando, veamos que tal se te da bailar-. Dije mientras me apoyaba en el muelle para, de un salto salir del agua y comenzar a caminar en dirección al Marine. Toda aquella situación solo nos beneficiaba, había distraído lo suficiente al capitán como para que si Shiro se planteaba un ataque sorpresa, ganarle todo el tiempo posible. Por otro lado, igual aquella amenaza hacía recapacitar al capitán marine, ya que a simple vista quedaba patente que la situación en que se encontraba jugaba totalmente en su contra. Tras aquel pequeño monólogo me lancé a por el marine de frente, no parecía tener ningún tipo de arma oculta más allá de su escudo y el cuerpo a cuerpo era mi especialidad. Aprovechando que aún tenía el cuerpo chorreando agua, le lancé un puñetazo de menor potencia que el anterior pero aplicando el principio del Karate Gyojin para ejecutarlo, haciendo así que el golpe aun sin ser lo más espectacular de mi repertorio, pudiese causarle un gran daño si conseguía acertarle bien.
El capitán se recompuso con esfuerzo, tenía mucho y rabia en la mirada. Se nos quedó observando unos segundos para luego dirigirse a nosotros. - ¿Quiénes sois y qué estáis haciendo aquí? ¿Acaso venís a vengar a los Piratas de Hargreaves?-. Dijo con algo de esfuerzo tras haber recibido mi Karate de lleno. Imagino que se refería al nombre de los piratas a los que anteriormente les pertenecía el tesoro que debían llevar a bordo. No pretendía darle más datos ni información de los necesarios. Es más, si nos íbamos un poco de la lengua podíamos complicarle la existencia al resto de los nakamas de la tripulación. Hagámoslo sencillo. Pensé hacia mis adentros mientras urdía mis artimañas.
-No se quienes son esos ni me interesa, esto es sencillo, lleváis un tesoro a bordo y lo queremos. Ni venganzas ni tonterías-. Le dije siendo totalmente directo y franco. Ahora, veamos la situación. Nuestra compañera está ahogando a tus tres subordinados, no les queda mucho en este mundo. Y una vez les saque el último aliento esto se va a convertir en un tres contra uno-. Le dije tratando de advertirle la situación en la que se encontraban tanto él como los pocos subordinados que seguían vivos. -La cosa es, pase lo que pase ese tesoro se viene con nosotros, en tu mano está rendirte ahora, darnos el tesoro y sobrevivir, o que acabemos con todos vosotros. Un solo golpe mío ya ha hecho que tus piernas tiemblen, imagina cuando se una a la pelea la que ha tumbado vuestro barco-. Le dije señalándole a Gretta que seguía enzarzada con los marines. La amenaza estaba siendo clara y directa, rendición o muerte, pero ese tesoro se venía con nosotros.
-Mientras te lo vas pensando, veamos que tal se te da bailar-. Dije mientras me apoyaba en el muelle para, de un salto salir del agua y comenzar a caminar en dirección al Marine. Toda aquella situación solo nos beneficiaba, había distraído lo suficiente al capitán como para que si Shiro se planteaba un ataque sorpresa, ganarle todo el tiempo posible. Por otro lado, igual aquella amenaza hacía recapacitar al capitán marine, ya que a simple vista quedaba patente que la situación en que se encontraba jugaba totalmente en su contra. Tras aquel pequeño monólogo me lancé a por el marine de frente, no parecía tener ningún tipo de arma oculta más allá de su escudo y el cuerpo a cuerpo era mi especialidad. Aprovechando que aún tenía el cuerpo chorreando agua, le lancé un puñetazo de menor potencia que el anterior pero aplicando el principio del Karate Gyojin para ejecutarlo, haciendo así que el golpe aun sin ser lo más espectacular de mi repertorio, pudiese causarle un gran daño si conseguía acertarle bien.