Drake Longspan
[...]
02-10-2024, 04:22 AM
(Última modificación: 02-10-2024, 04:22 AM por Drake Longspan.)
La situación empeoraba. El camino, ya helado y peligroso, de pronto los llevó a una zona completamente opuesta: un paraje volcánico. El calor abrasador reemplazó rápidamente el frío que lo había acompañado todo el trayecto, pero en vez de ser un alivio, era igual de agobiante. El sudor comenzó a brotar por su frente, la sensación sofocante lo obligó a jadear. Cada respiración era más pesada que la anterior. Sin embargo, Drake sabía que no podía permitirse mostrar debilidad, especialmente frente a Byron, quien ahora lo miraba fijamente con una petición clara.
Todavía con Jun a la espalda colgada como un koala, se dio cuenta de qué Gavyn estaba en apuros, así que no dudó en colocarse otro más al hombro... Uno en cada brazo.
Sabía lo que Byron estaba a punto de pedirle, y aunque el solo pensamiento de usar sus habilidades para interactuar con roca fundida y magma le daba escalofríos, no podía negarse. Los chicos lo habían elegido por una razón y su vicecapitán no iba a fallarles.
Aquella pregunta de su capitán, con ese tono apasionado, sincero e infantil que siempre utilizaba cuando las cosas se complicaban resonó en su cabeza.
— Joder, claro que confío en ti, cabronazo.
Drake Longspan fijó sus ojos en los muros de lava. Sabía que aquello iba a doler, pero no había otra opción. Tendría que dar uso a la suficiente asimilación de piedra para no morir en el intento, y aún así terminaría destrozado.
Usando la Ishi Ishi no Mi, absorbió la roca intentando separar temporalmente el magma, segundos, formando un pasadizo improvisado entre las paredes incandescentes. El calor era insoportable. La lava abrazaba sus largos brazos y piernas mientras su habilidad intentaba manejar la presión y el dolor. Sentía como si cada segundo dentro de esa lava fuese una eternidad, pero a pesar de todo, se mantenía firme, cada músculo en su cuerpo tenso por el esfuerzo. El sudor le caía a chorros por la frente, y sus dientes estaban apretados con tal fuerza que sentía que podrían romperse. Pero lo logró. El pasadizo quedó abierto.
— ¡Seguid, cabrones!
El dolor era intenso, pero ver a sus compañeros avanzar le dio la fuerza necesaria para soportarlo. Incluso alguno diría que estaba sonriendo por no llorar.
Finalmente, cuando el último de ellos pasó, Drake salió del pasadizo, notablemente herido, pero aún en pie.
— No... Hay... Problema.
Mientras tanto, sentía nuevamente el peso de Jun colgando de su espalda, y aunque resopló con cansancio y dolorido, una pequeña sonrisa asomó en su rostro antes de animar a Gavyn a continuar una vez se alejaron de la lava.
Intentando seguir el ritmo de su tripulación, hincó la rodilla en el suelo, con aquella chica a la espalda, sintiendo como estaba a punto de desmayarse. Levantándose tambaleante, no sabía si su fruta le había protegido de las quemaduras, pero si sabía que una venda no sería suficiente para curarse de algo así.
Tras de si, el supuesto pasillo quebró una vez estaban todos juntos.
— ... A este paso llegaré al final del Nuevo Mundo contigo a la espalda.
Todavía con Jun a la espalda colgada como un koala, se dio cuenta de qué Gavyn estaba en apuros, así que no dudó en colocarse otro más al hombro... Uno en cada brazo.
Sabía lo que Byron estaba a punto de pedirle, y aunque el solo pensamiento de usar sus habilidades para interactuar con roca fundida y magma le daba escalofríos, no podía negarse. Los chicos lo habían elegido por una razón y su vicecapitán no iba a fallarles.
Aquella pregunta de su capitán, con ese tono apasionado, sincero e infantil que siempre utilizaba cuando las cosas se complicaban resonó en su cabeza.
— Joder, claro que confío en ti, cabronazo.
Drake Longspan fijó sus ojos en los muros de lava. Sabía que aquello iba a doler, pero no había otra opción. Tendría que dar uso a la suficiente asimilación de piedra para no morir en el intento, y aún así terminaría destrozado.
Usando la Ishi Ishi no Mi, absorbió la roca intentando separar temporalmente el magma, segundos, formando un pasadizo improvisado entre las paredes incandescentes. El calor era insoportable. La lava abrazaba sus largos brazos y piernas mientras su habilidad intentaba manejar la presión y el dolor. Sentía como si cada segundo dentro de esa lava fuese una eternidad, pero a pesar de todo, se mantenía firme, cada músculo en su cuerpo tenso por el esfuerzo. El sudor le caía a chorros por la frente, y sus dientes estaban apretados con tal fuerza que sentía que podrían romperse. Pero lo logró. El pasadizo quedó abierto.
— ¡Seguid, cabrones!
El dolor era intenso, pero ver a sus compañeros avanzar le dio la fuerza necesaria para soportarlo. Incluso alguno diría que estaba sonriendo por no llorar.
Finalmente, cuando el último de ellos pasó, Drake salió del pasadizo, notablemente herido, pero aún en pie.
— No... Hay... Problema.
Mientras tanto, sentía nuevamente el peso de Jun colgando de su espalda, y aunque resopló con cansancio y dolorido, una pequeña sonrisa asomó en su rostro antes de animar a Gavyn a continuar una vez se alejaron de la lava.
Intentando seguir el ritmo de su tripulación, hincó la rodilla en el suelo, con aquella chica a la espalda, sintiendo como estaba a punto de desmayarse. Levantándose tambaleante, no sabía si su fruta le había protegido de las quemaduras, pero si sabía que una venda no sería suficiente para curarse de algo así.
Tras de si, el supuesto pasillo quebró una vez estaban todos juntos.
— ... A este paso llegaré al final del Nuevo Mundo contigo a la espalda.