Shiro
Ninguno
02-10-2024, 05:24 AM
Shiro no pudo reaccionar tan rápido como quiso y su defensa quedó en nada, sufriendo un brutal ataque en pleno pecho que hizo que soltase un grito de dolor mientras notaba como sus huesos amenazaban con ceder ante el golpe. El espadachín llevaba mucho tiempo sin recibir un golpe de tal contundencia, por lo que le costó un segundo recobrar los sentidos tras la repentina pérdida de aliento, mientras su subconsciente le gritaba que no tenía tiempo para eso. Esa diferencia de apenas unos segundos podía costarle la vida, pero su cuerpo no reaccionaba como el peliblanco quería… Y entonces llegó su salvación.
Shiro vio como el marine se giraba justo a tiempo para recibir un ataque por parte de Qazan de lleno, el cual consiguió mandarlo a volar unos cuantos metros por el impacto, otorgándole al espadachín el tiempo que necesitaba para recuperarse.
- Que te jodan, bastardo - pensó el peliblanco mientras se incorporaba lo más rápido que pudo mientras se llevaba la mano libre al pecho, reflejando así la molestia que sentía en la zona.
El marine se puso a hacer preguntas que Shiro no pensaba responder. El ataque sorpresa se había ido al garete y cualquier fuga de información podía jugarles una mala pasada a todos, así que la única respuesta que dio el espadachín fue incorporarse y desenfundar el arma que aún le quedaba al cinto. Sobre la que había estado volando había quedado demasiado lejos para molestarse en ir a buscarla ahora mismo, así que sin más tiempo que perder agarró ambas armas y pensó cómo afrontar aquel enfrentamiento.
Mientras el peliblanco analizaba la situación, Qazan se puso a hablar con el tipo del escudo. Shiro sabía que el marine no iba a quitarle el ojo de encima, pero como bien señalaba el gyojin, ahora mismo disponían de superioridad numérica y tenían que aprovecharlo antes de que las cosas terminasen saliéndose de madre, por lo que mientras la orca soltaba su discurso, el espadachín comenzó a flanquear por la izquierda al tipo de las patillas largas mientras mantenía con él una distancia prudente. Shiro ya había comprobado en sus propias carnes el daño que podía ocasionar con aquel pequeño escudo, por lo que no iba a quitarle un ojo de encima y esperaría el momento adecuado para atacar. El peliblanco ya sabía cómo actuaban sus nakamas, por lo que cuando Qazan salió del agua lanzando un nuevo ataque, estaba preparado.
Esta vez sería él quien intentaría rebasar la defensa del marine cuando este se defendiera del ataque del gyojin, por lo que el espadachín intentaría sincronizar al máximo su ataque con el de su compañero. Una vez este lanzase su ataque, Shiro comenzaría a acortar distancias por el flanco por el que había avanzado mientras canalizaba su próximo ataque. No tenían que darle tiempo a reaccionar al marine, por lo que una vez que este realizase su defensa, Shiro se abalanzaría a toda velocidad, reaccionando a la misma, acortando la distancia que les separaba en un instante mientras se lanzaba con ambas armas en ristre.
- ¡Oni Giri! - gritó el peliblanco con todas sus fuerzas mientras apuntaba con su técnica al cuello del capitán marine. Esta vez, a diferencia de con el tipo del callejón, Shiro impregnó toda su voluntad en aquel ataque con una clara intención de decapitar al tipo.
Acto seguido, diese o no en el blanco, Shiro intentaría volver a poner distancias con el marine y alejarse de él dado que su rango de ataque era inferior al suyo.
Shiro vio como el marine se giraba justo a tiempo para recibir un ataque por parte de Qazan de lleno, el cual consiguió mandarlo a volar unos cuantos metros por el impacto, otorgándole al espadachín el tiempo que necesitaba para recuperarse.
- Que te jodan, bastardo - pensó el peliblanco mientras se incorporaba lo más rápido que pudo mientras se llevaba la mano libre al pecho, reflejando así la molestia que sentía en la zona.
El marine se puso a hacer preguntas que Shiro no pensaba responder. El ataque sorpresa se había ido al garete y cualquier fuga de información podía jugarles una mala pasada a todos, así que la única respuesta que dio el espadachín fue incorporarse y desenfundar el arma que aún le quedaba al cinto. Sobre la que había estado volando había quedado demasiado lejos para molestarse en ir a buscarla ahora mismo, así que sin más tiempo que perder agarró ambas armas y pensó cómo afrontar aquel enfrentamiento.
Mientras el peliblanco analizaba la situación, Qazan se puso a hablar con el tipo del escudo. Shiro sabía que el marine no iba a quitarle el ojo de encima, pero como bien señalaba el gyojin, ahora mismo disponían de superioridad numérica y tenían que aprovecharlo antes de que las cosas terminasen saliéndose de madre, por lo que mientras la orca soltaba su discurso, el espadachín comenzó a flanquear por la izquierda al tipo de las patillas largas mientras mantenía con él una distancia prudente. Shiro ya había comprobado en sus propias carnes el daño que podía ocasionar con aquel pequeño escudo, por lo que no iba a quitarle un ojo de encima y esperaría el momento adecuado para atacar. El peliblanco ya sabía cómo actuaban sus nakamas, por lo que cuando Qazan salió del agua lanzando un nuevo ataque, estaba preparado.
Esta vez sería él quien intentaría rebasar la defensa del marine cuando este se defendiera del ataque del gyojin, por lo que el espadachín intentaría sincronizar al máximo su ataque con el de su compañero. Una vez este lanzase su ataque, Shiro comenzaría a acortar distancias por el flanco por el que había avanzado mientras canalizaba su próximo ataque. No tenían que darle tiempo a reaccionar al marine, por lo que una vez que este realizase su defensa, Shiro se abalanzaría a toda velocidad, reaccionando a la misma, acortando la distancia que les separaba en un instante mientras se lanzaba con ambas armas en ristre.
- ¡Oni Giri! - gritó el peliblanco con todas sus fuerzas mientras apuntaba con su técnica al cuello del capitán marine. Esta vez, a diferencia de con el tipo del callejón, Shiro impregnó toda su voluntad en aquel ataque con una clara intención de decapitar al tipo.
Acto seguido, diese o no en el blanco, Shiro intentaría volver a poner distancias con el marine y alejarse de él dado que su rango de ataque era inferior al suyo.