Ray
Kuroi Ya
03-10-2024, 08:00 PM
Los ojos de Karina sostienen la fija mirada de la sirena mientras esta le responde. Las metáforas de esta sobre el mar y sus corrientes son unas que una experimentada marinera como ella comprende a la perfección, y vais notando en su rostro cómo las palabras van poco a poco calando en ella, pues su expresión parece irse tornando ligeramente menos dura según avanza la conversación.
Tras la llamada de Tofun Airgid redobla sus esfuerzos, siendo mucho más específica en cuanto a lo planeado y provocando ligeramente a la líder de los balleneros al dejar muy a las claras que el alzamiento va a suceder igualmente se sumen sus hombres o no. La impresionante marinera os mira con un gesto serio pero que, si os fijáis detenidamente, podría traducir incluso aprobación.
- Tenéis agallas, eso tengo que reconocéroslo. - Os dice, terminando su frase con un largo parpadeo y un tenue suspiro.
Es en ese momento cuando Ragnheidr, dejando ver muy claramente la rabia que le provoca que alguien no esté dispuesto a todo para luchar por su libertad y por su pueblo, interviene de nuevo en la conversación. La expresión de Karina se endurece. No parece gustarle que se dude de ella ni de su valentía, al igual que de la de su pueblo. Sus palabras tienen un tono calmado, pero puede palparse la tensión en ellas:
- No se trata solo de luchar o no, soldado, sino de en qué condiciones. - Responde. - Ser un líder no es solo dar la cara por tu gente, es poner su bienestar por encima de todo, incluso del propio orgullo. Nada me gustaría más que destruir esa central que está quitándonos nuestra forma de vida, pero sé que no tenemos nada que hacer contra el ejército real.
Se hace un silencio durante unos segundos que, dada la importancia del momento y todo lo que está en juego, casi parece durar horas. La líder de los balleneros tiene la mirada perdida, como si estuviera en otro lugar. Sus pensamientos se arremolinan en su cabeza mientras trata de ponerlos en orden, buscando decidir qué es lo mejor para su gente.
- No obstante, si en algún momento vamos a tener una oportunidad es en este. - Os reconoce finalmente mientras suspira. - Así que más nos vale ponernos en marcha si queremos ser partícipes de nuestra propia liberación. Gracias, forasteros, espero que nos veamos triunfantes tras superar la batalla que se avecina.
Es entonces cuando un poderoso estallido resuena en toda la isla. El estruendo es ensordecedor, y una densa nube de humo aparece no demasiado lejos de vuestra posición. A los pocos segundos un hedor indescriptible lo inunda todo, un olor como nunca habéis percibido que se mete en vuestras fosas nasales y comienza a impregnar todo a su alrededor. Sin embargo, podéis ver cómo Karina arruga el entrecejo, reconociendo al instante ese infernal aroma.
- ¡El fuguström! - Exclama, mientras comienza a organizar a los dos hombres junto a ella para que reúnan al resto de los balleneros con intención de partir hacia el lugar de la explosión. Parece ser un sitio de importancia para ellos, pues en cuanto se han dado cuenta de lo que estaba sucediendo se han puesto en marcha a una velocidad envidiable.
Tras la llamada de Tofun Airgid redobla sus esfuerzos, siendo mucho más específica en cuanto a lo planeado y provocando ligeramente a la líder de los balleneros al dejar muy a las claras que el alzamiento va a suceder igualmente se sumen sus hombres o no. La impresionante marinera os mira con un gesto serio pero que, si os fijáis detenidamente, podría traducir incluso aprobación.
- Tenéis agallas, eso tengo que reconocéroslo. - Os dice, terminando su frase con un largo parpadeo y un tenue suspiro.
Es en ese momento cuando Ragnheidr, dejando ver muy claramente la rabia que le provoca que alguien no esté dispuesto a todo para luchar por su libertad y por su pueblo, interviene de nuevo en la conversación. La expresión de Karina se endurece. No parece gustarle que se dude de ella ni de su valentía, al igual que de la de su pueblo. Sus palabras tienen un tono calmado, pero puede palparse la tensión en ellas:
- No se trata solo de luchar o no, soldado, sino de en qué condiciones. - Responde. - Ser un líder no es solo dar la cara por tu gente, es poner su bienestar por encima de todo, incluso del propio orgullo. Nada me gustaría más que destruir esa central que está quitándonos nuestra forma de vida, pero sé que no tenemos nada que hacer contra el ejército real.
Se hace un silencio durante unos segundos que, dada la importancia del momento y todo lo que está en juego, casi parece durar horas. La líder de los balleneros tiene la mirada perdida, como si estuviera en otro lugar. Sus pensamientos se arremolinan en su cabeza mientras trata de ponerlos en orden, buscando decidir qué es lo mejor para su gente.
- No obstante, si en algún momento vamos a tener una oportunidad es en este. - Os reconoce finalmente mientras suspira. - Así que más nos vale ponernos en marcha si queremos ser partícipes de nuestra propia liberación. Gracias, forasteros, espero que nos veamos triunfantes tras superar la batalla que se avecina.
Es entonces cuando un poderoso estallido resuena en toda la isla. El estruendo es ensordecedor, y una densa nube de humo aparece no demasiado lejos de vuestra posición. A los pocos segundos un hedor indescriptible lo inunda todo, un olor como nunca habéis percibido que se mete en vuestras fosas nasales y comienza a impregnar todo a su alrededor. Sin embargo, podéis ver cómo Karina arruga el entrecejo, reconociendo al instante ese infernal aroma.
- ¡El fuguström! - Exclama, mientras comienza a organizar a los dos hombres junto a ella para que reúnan al resto de los balleneros con intención de partir hacia el lugar de la explosión. Parece ser un sitio de importancia para ellos, pues en cuanto se han dado cuenta de lo que estaba sucediendo se han puesto en marcha a una velocidad envidiable.