Cortas por la mitad la puerta metálica y consigues ver lo que hay del otro lado de la habitación, aunque ya te recomiendo ir a buscar una bolsa y sacar todo lo que tengas dentro, a menos que seas de los que resisten escenas… crudas.
-¡¿Dónde carajos estás, soldado?! ¡Los piratas atacan el pueblo! ¡Te necesitamos!
Muy bien, aquí está el desafío que querías. ¿Qué harás?
Está todo relativamente oscuro, iluminado apenas por unas antorchas parpadeantes cuyas sombras bailan al son del viento que se filtra por las grietas de las murallas. Un nauseabundo olor invade tus fosas nasales y, de no ser por tu gran voluntad y férrea determinación, habrías echado atrás. Todavía puedes hacerlo, pero suponiendo que no… Los aromas son una mezcla entre heces humanas, sangre coagulada y cuerpos orgánicos en descomposición, aunque, entre tantas notas desagradables, percibes un tono dulce similar a las hojas que encontraste anteriormente. Si aguzas la vista, conseguirás ver unas cuantas jaulas que cuelgan del techo pétreo atadas con una cadena y, dentro de ellas, cuerpos humanos. Hombres, mujeres, niños… Es imposible saber si están vivos o no, al menos por el momento. También hay un par de mesas de madera, largas y vacías, aunque ensangrentadas. Las jaulas cuadradas guardan hombres y mujeres cuales bestias y, si las matemáticas se te dan bien, dirás que hay alrededor de 8 o 10 personas en la habitación oscura.
Convenientemente, la luz de una antorcha ilumina un libro ubicado en una estantería. Está abierto, tiene aspecto gastado y es más grande que el resto de los tomos que has pillado. Te recomiendo pillarlo y leerlo cuando tengas tiempo y estés libre porque, hasta el momento, deberás enfrentarte a la única figura ensombrecida que no está en ninguna de las jaulas.
Frente a ti, se abalanza la misma figura pequeña pero siniestra que viste en el pueblo. Porta un tremendo y afilado espadón que arrastra constantemente, generando un molesto chirrido. La figura femenina alza su enorme espada y la deja caer con toda su fuerza sobre ti, intentando partirte por la mitad. Entre todo lo que anda mal en este lugar, notas que su mirada transmite cierto grado de… locura, incapacidad de consciencia o algo por el estilo. Además, tu DDM suena:
Muy bien, aquí está el desafío que querías. ¿Qué harás?