Hunter D. Alpha
Kurogami no Alpha
05-10-2024, 12:11 AM
Tu reacción ante el ataque de aquel hombre simplemente levantar la ceja. Lo único que pudiste esperar de este sujeto es que aquel impacto fuera algo que realmente sorprendente y fuera de lo común. Tú simplemente le dejas ser y buscas simplemente golear con una de tus nudilleras la cadena para desviarla. Lo logras, y suspiras con mucha decepción. - ¿Es esto lo mejor que tienes? – Preguntas dando un paso adelante. Al parecer esto parece descolocar un poco a Bash, que su cara cambio a una de enojada ha estado de alerta. – ¿No tienes algo mejor que ofrecer? Ni siquiera estoy usando mi arma principal… - Pareciera que tu oponente estuviera un poco fuera de lugar. Se trataba de alguien ciertamente mucha más pequeño que el desviando su ataque simplemente a punta de fuerza bruta. Bueno, precisamente tú no eras débil.
Subestimarte era un error.
- ¿Y bien? – El vuelve a intentar golpearte nuevamente, joven pirata. Otro cadenazo en dirección a tu cabeza. Vuelves a golpear aquel intento y lo desvías nuevamente. Aunque esto era fascinante. Podías desviar claramente su ataque, pero a diferencia de chocar con otro tipo de armas, las cadenas al no tener una forma más “firme” no lograrías encajar un daño al intercambiar golpes. De hecho, te atreves a pensar que le superas en fuerza por un poco. Pero igual tu oponente le preocupa ese hecho. No te logra hacer daño, que ya es un logro. Pero él ya podía intentar otra cosa. Pero antes que lo intentara, tú te abalanzas contra él y le sujetas de la camisa. Los músculos de tus brazos comienzan a marcarse y sin pensarlo mucho, lo arrojas fuera del lugar por la puerta por donde entro.
- Vamos, vamos… sé que puedes hacerlo mejor. – Dices mientras comienzas a caminar hacia fuera. Tu mano izquierda la posas sobre tu hombro derecho y mueves to cabeza de un lado a otro haciendo sonar los huesos de tu cuello. – Levántate, vamos. – Le dices al llegar frente a él. En tu rostro se comienza a dibujar una sonrisa.
Bueno, al menos ejercitar te pondría de buen humor.
Subestimarte era un error.
- ¿Y bien? – El vuelve a intentar golpearte nuevamente, joven pirata. Otro cadenazo en dirección a tu cabeza. Vuelves a golpear aquel intento y lo desvías nuevamente. Aunque esto era fascinante. Podías desviar claramente su ataque, pero a diferencia de chocar con otro tipo de armas, las cadenas al no tener una forma más “firme” no lograrías encajar un daño al intercambiar golpes. De hecho, te atreves a pensar que le superas en fuerza por un poco. Pero igual tu oponente le preocupa ese hecho. No te logra hacer daño, que ya es un logro. Pero él ya podía intentar otra cosa. Pero antes que lo intentara, tú te abalanzas contra él y le sujetas de la camisa. Los músculos de tus brazos comienzan a marcarse y sin pensarlo mucho, lo arrojas fuera del lugar por la puerta por donde entro.
- Vamos, vamos… sé que puedes hacerlo mejor. – Dices mientras comienzas a caminar hacia fuera. Tu mano izquierda la posas sobre tu hombro derecho y mueves to cabeza de un lado a otro haciendo sonar los huesos de tu cuello. – Levántate, vamos. – Le dices al llegar frente a él. En tu rostro se comienza a dibujar una sonrisa.
Bueno, al menos ejercitar te pondría de buen humor.