Suzuka D. Hanami
Dragón Floreciente
05-10-2024, 12:22 PM
La noche se había cernido sobre toda la aldea, las antorchas alumbraban la aldea y servían como una forma de ahuyentar a los deparadores de la sabana. Aunque la mayor fuente de luz provenía de la gran hoguera, rodeada por un circulo de fuego mayor aun. Una gran fuente de luz que escalaba por el cielo estrellado pudiendo ser visible desde casi cualquier lugar de la zona norte de la isla sin muchos problemas, que el punto de reunión donde se hizo tal ritual fuera también la zona más alta de la aldea Zing ayudaba a su visibilidad.
El ritual que se estaba llevando a cabo en el centro de las llamas era el Makai, un duelo entre las llamas. Pero aunque para algún ingenuo que solo pensara en la violencia podría parecer un combate, nada más lejos de la realidad. El Makai era una danza, un duelo entre mínimo dos personas aunque no había limite mientras el circulo fuera lo bastante grande. Allí se buscaba liberar mediante la danza el espíritu, expresar con el cuerpo de la forma más pura y libre aquello que nuestra alma albergara, no era extraño que algunos se dejaran llevar y en este ritual se declararan o confesaran algo. Pero también tenia una serie de normas este ritual; evidentemente iniciar una disputa o agresión sin previa provocación estaba castigado con ser arrojado al fuego, esto era un ritual para purificar el alma no para dejarse llevar por la violencia; quedarse quieto y no danzar era también una ofensa a los dioses, con lo cual también se te entregaba al fuego. Había algunas reglas más pero ya eran matices sin importancia.
Lo importante era que Lovecraft entendió rapidamente en que consistía la ceremonia sin necesidad de explicarle. En si todo eso fue una prueba de Ganesha a ver cuales eran las primeras reacciones o impulsos del monje ante una situación inesperada. Si su primera reacción hubiera sido huir, luchar o esperar a ver que pasaba, el gran paquidermo habria estado profundamente decepcionado ante el visitante extranjero. Pero por contra el individuo entendió que eso era un duelo de baile, una lucha de resistencias donde importaba liberarlo todo, aunque el favorito de los dioses seria aquel que aguantara más. Las llamas no solo purificaban el alma, sino que sumaban el calor a la ecuación, lo cual acababa implicando un mayor desgaste para los danzarines. Y los músicos que rodeaban el fuego, lejos de ayudar, paulatinamente iban acelerando el ritmo de la música de forma sutil, para que los de dentro del fuego fueran acelerando al ritmo de la música sin darse cuenta.
Ganesha estaba muy contento, hacia tiempo que no podía hacer este ritual con nadie, toda la aldea ya no quería hacerlo porque era imposible aguantar más que el gran guerrero. Y eso llevo que este ritual se fuera perdiendo puesto que Ganesha no obligaría a los suyos a realizar una danza para ser libres en contra de su voluntad, seria una incoherencia y más aun, seguro que obligados no danzarían bien. Pero por eso estaba feliz de que Lovecraft no hubiera fallado. Y de hecho el monje estaba imitando bien movimientos típicos de ellos, le sorprendió gratamente al elefante que hiciera algunos pasos que él no había hecho, aunque dedujo rapidamente que debía ser por los Naga.
La gente que rodeaba la hoguera estaba festejando eufórica. Pero finalmente tras una hora larga de danza, la victoria se iría con Ganesha, al Lovecraft no poder más. La diferencia de Resistencia entre ambos fue la clave de la victoria del elefante, el cual aun podría haber seguido danzando entre las llamas una hora más. Pero tras proclamarse vencedor, Ganesha se acerco a Lovecraft y lo ayudo a tenerse en pie y salir del fuego. Así el anciano podría bajar un poco la temperatura corporal.
Los miembros de los Zing lanzaron tierra para apagar el circulo de fuego, más no la hoguera central. En su defecto llevaron hasta ella unas ollas ya preparadas con verduras, especias y carne, con la que realizarían un estofado en la gran hoguera central para preparar la comida de esa noche, lo cierto es que con lo que demoro Lovecraft en caer algunos empezaban a tener hambre en la tribu - Lo hiciste bien Lovecraft - Diría el paquidermo sentado a su lado - Hacia mucho tiempo que nadie aguantaba tanto contra mí y veo que observaste bien a los Naga - Prosiguió el hombre dejando en el suelo sus grandes maracas - Sus danzas son para agradecer los alimentos que la isla nos da, siempre los hacen antes de banquetes, así que no ha estado mal que los hicieras en estos momentos - El elefante le dio una palmadita en la espalda suave para indicarle que había hecho un buen trabajo, aunque incluso suave el monje pudo notar la fuerza del animal - Te has ganado un hueco en nuestro hogar y has purificado tu alma ante el fuego, definitivamente te permitiré participar en el Hamatoa, uno de nuestros más sagrados e importantes rituales, será en un par de días. Pero por hoy procura comer bien y descansar, mañana tocara sembrar los campos - El elefante volvió a levantarse y se dirigió ha realizar de nuevo danzas rituales alrededor del fuego mientras la comida se preparaba agradeciendo por los alimentos.
El ritual que se estaba llevando a cabo en el centro de las llamas era el Makai, un duelo entre las llamas. Pero aunque para algún ingenuo que solo pensara en la violencia podría parecer un combate, nada más lejos de la realidad. El Makai era una danza, un duelo entre mínimo dos personas aunque no había limite mientras el circulo fuera lo bastante grande. Allí se buscaba liberar mediante la danza el espíritu, expresar con el cuerpo de la forma más pura y libre aquello que nuestra alma albergara, no era extraño que algunos se dejaran llevar y en este ritual se declararan o confesaran algo. Pero también tenia una serie de normas este ritual; evidentemente iniciar una disputa o agresión sin previa provocación estaba castigado con ser arrojado al fuego, esto era un ritual para purificar el alma no para dejarse llevar por la violencia; quedarse quieto y no danzar era también una ofensa a los dioses, con lo cual también se te entregaba al fuego. Había algunas reglas más pero ya eran matices sin importancia.
Lo importante era que Lovecraft entendió rapidamente en que consistía la ceremonia sin necesidad de explicarle. En si todo eso fue una prueba de Ganesha a ver cuales eran las primeras reacciones o impulsos del monje ante una situación inesperada. Si su primera reacción hubiera sido huir, luchar o esperar a ver que pasaba, el gran paquidermo habria estado profundamente decepcionado ante el visitante extranjero. Pero por contra el individuo entendió que eso era un duelo de baile, una lucha de resistencias donde importaba liberarlo todo, aunque el favorito de los dioses seria aquel que aguantara más. Las llamas no solo purificaban el alma, sino que sumaban el calor a la ecuación, lo cual acababa implicando un mayor desgaste para los danzarines. Y los músicos que rodeaban el fuego, lejos de ayudar, paulatinamente iban acelerando el ritmo de la música de forma sutil, para que los de dentro del fuego fueran acelerando al ritmo de la música sin darse cuenta.
Ganesha estaba muy contento, hacia tiempo que no podía hacer este ritual con nadie, toda la aldea ya no quería hacerlo porque era imposible aguantar más que el gran guerrero. Y eso llevo que este ritual se fuera perdiendo puesto que Ganesha no obligaría a los suyos a realizar una danza para ser libres en contra de su voluntad, seria una incoherencia y más aun, seguro que obligados no danzarían bien. Pero por eso estaba feliz de que Lovecraft no hubiera fallado. Y de hecho el monje estaba imitando bien movimientos típicos de ellos, le sorprendió gratamente al elefante que hiciera algunos pasos que él no había hecho, aunque dedujo rapidamente que debía ser por los Naga.
La gente que rodeaba la hoguera estaba festejando eufórica. Pero finalmente tras una hora larga de danza, la victoria se iría con Ganesha, al Lovecraft no poder más. La diferencia de Resistencia entre ambos fue la clave de la victoria del elefante, el cual aun podría haber seguido danzando entre las llamas una hora más. Pero tras proclamarse vencedor, Ganesha se acerco a Lovecraft y lo ayudo a tenerse en pie y salir del fuego. Así el anciano podría bajar un poco la temperatura corporal.
Los miembros de los Zing lanzaron tierra para apagar el circulo de fuego, más no la hoguera central. En su defecto llevaron hasta ella unas ollas ya preparadas con verduras, especias y carne, con la que realizarían un estofado en la gran hoguera central para preparar la comida de esa noche, lo cierto es que con lo que demoro Lovecraft en caer algunos empezaban a tener hambre en la tribu - Lo hiciste bien Lovecraft - Diría el paquidermo sentado a su lado - Hacia mucho tiempo que nadie aguantaba tanto contra mí y veo que observaste bien a los Naga - Prosiguió el hombre dejando en el suelo sus grandes maracas - Sus danzas son para agradecer los alimentos que la isla nos da, siempre los hacen antes de banquetes, así que no ha estado mal que los hicieras en estos momentos - El elefante le dio una palmadita en la espalda suave para indicarle que había hecho un buen trabajo, aunque incluso suave el monje pudo notar la fuerza del animal - Te has ganado un hueco en nuestro hogar y has purificado tu alma ante el fuego, definitivamente te permitiré participar en el Hamatoa, uno de nuestros más sagrados e importantes rituales, será en un par de días. Pero por hoy procura comer bien y descansar, mañana tocara sembrar los campos - El elefante volvió a levantarse y se dirigió ha realizar de nuevo danzas rituales alrededor del fuego mientras la comida se preparaba agradeciendo por los alimentos.