Ray
Kuroi Ya
06-10-2024, 09:44 PM
La particular capacidad para captar diferentes estímulos sensoriales que le otorgaban sus antenas, muy superior a la de un ser humano corriente, le permitió en apenas unos instantes analizar una gran cantidad de información y elaborar una deducción. Teniendo en cuenta la trayectoria del proyectil, la situación de la víctima y la disposición de la sala, solo había una posibilidad: quien acababa de intentar asesinar al dueño del Casino debía de hallarse en el palco superior.
Desde allí el lugar parecía vacío, pero su Haki le decía que había gente en él. No podía distinguir mucho más desde allí, pero sí que pudo darse cuenta de que había dos o tal vez tres presencias que se alejaban de forma un tanto sospechosa.
En ese momento el Vicealmirante y su acompañante aparecieron ante él, sacándole de su mundo interior. Su superior alabó su persistencia y le ordenó encargarse de descubrir qué había sucedido. Su compañera, con un tono de voz neutro y no muy expresivo le recomendó darse prisa, aduciendo que probablemente el asesino fuese a ser silenciado más pronto que tarde si no le encontraba antes.
Aquella mujer le intrigaba. Claramente tenía mucho dinero, eso saltaba a la vista, y se codeaba con alguien tan importante como Morelli. Pero había algo en su actitud que desde el primer momento no le había terminado de cuadrar. Por desgracia no disponía de tiempo para averiguar qué era, ya que en ese momento había otras prioridades mucho más acuciantes.
- Yo me encargo, señor. - Dijo el peliblanco a su superior antes de pasar a su forma híbrida y echar a volar tan rápido como fue capaz hacia el palco superior.
Intentaría buscar las presencias que había sentido tratando de alejarse, con intención de fijarse en cualquier detalle sospechoso que pudiera encontrar. Desde algún objeto que pudiera habérsele caído en el palco o en su huida a algún aroma que llamase la atención o cualquier otra cosa que pudiera resultar de utilidad.
Desde allí el lugar parecía vacío, pero su Haki le decía que había gente en él. No podía distinguir mucho más desde allí, pero sí que pudo darse cuenta de que había dos o tal vez tres presencias que se alejaban de forma un tanto sospechosa.
En ese momento el Vicealmirante y su acompañante aparecieron ante él, sacándole de su mundo interior. Su superior alabó su persistencia y le ordenó encargarse de descubrir qué había sucedido. Su compañera, con un tono de voz neutro y no muy expresivo le recomendó darse prisa, aduciendo que probablemente el asesino fuese a ser silenciado más pronto que tarde si no le encontraba antes.
Aquella mujer le intrigaba. Claramente tenía mucho dinero, eso saltaba a la vista, y se codeaba con alguien tan importante como Morelli. Pero había algo en su actitud que desde el primer momento no le había terminado de cuadrar. Por desgracia no disponía de tiempo para averiguar qué era, ya que en ese momento había otras prioridades mucho más acuciantes.
- Yo me encargo, señor. - Dijo el peliblanco a su superior antes de pasar a su forma híbrida y echar a volar tan rápido como fue capaz hacia el palco superior.
Intentaría buscar las presencias que había sentido tratando de alejarse, con intención de fijarse en cualquier detalle sospechoso que pudiera encontrar. Desde algún objeto que pudiera habérsele caído en el palco o en su huida a algún aroma que llamase la atención o cualquier otra cosa que pudiera resultar de utilidad.