Silver D. Syxel
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06-10-2024, 11:52 PM
(Última modificación: 06-10-2024, 11:56 PM por Silver D. Syxel.)
Syxel se movía con la precisión y urgencia de alguien que sabía que el tiempo corría en su contra. Los gritos de los esclavos y el eco de la destrucción provocada por Balagus llenaban el aire. Había conseguido salvar al niño, pero ahora, con los guardias reagrupándose y los nobles escapando, las prioridades del capitán estaban claras. No podía salvar a todos, y lo peor de todo es que los prisioneros se negaban a salvarse a sí mismos.
Con el pequeño a salvo en su brazo izquierdo, aferrado a él, Silver avanzaba hacia la sala donde su compañero estaba cada vez más rodeado por los soldados. Mientras empuñaba su sable, un vistazo rápido le bastó para comprender la situación: los guardias seguían intentando rodear a Balagus, empujando con lanzas, mientras su compañero aguantaba el embate con una furia imparable, pero a costa de sus propias heridas. Había que actuar rápido.
El capitán mantenía su guardia en alto, observando de reojo cómo un grupo de soldados se le acercaba con las lanzas alzadas. No podían permitirse una pelea prolongada, no con el niño en sus brazos ni con Balagus asediado por el continuo desgaste. Debían buscar la forma de abrirse paso y escapar juntos. La lucha había cumplido su propósito, pero ahora necesitaban sobrevivir.
Cuando uno de los soldados lanzó su acometida, Syxel no esperó ni perdió el tiempo. Con su sable en la mano, trazó un movimiento fluido, desviando la punta de la lanza y redirigiéndola hacia otro guardia. El golpe fue preciso, y el soldado enemigo recibió en el pecho la estocada de su propio compañero, desplomándose de inmediato. Con la guardia rota, Silver aprovechó para lanzar un corte limpio, hundiendo su hoja en el primer soldado, quien no tuvo tiempo de reaccionar antes de caer muerto.
El capitán no se detuvo para contemplar la sangre que ahora manchaba el suelo. Con el sable firme y el niño aferrado a su costado, avanzó hacia Balagus. Su compañero no podría continuar resistiendo mucho más en esa situación. No si querían salir de allí enteros.
—¡Tenemos que irnos! ¡Esos cabrones ya han huido y los guardias se están reagrupando! —le gritó con una mezcla de urgencia y determinación.
Syxel atacó directamente a los soldados que rodeaban a Balagus, buscando crear una abertura para que pudieran escapar. Con movimientos rápidos y precisos, lanzó varios cortes, deshaciéndose de los guardias más cercanos y tratando de aligerar la carga de su compañero. El caos reinaba a su alrededor, pero en su mente había solo un objetivo: sacar a su compañero y al niño de allí antes de que la marea se volviera completamente en su contra. Juntos, debían abrirse camino hacia la salida.
Con el pequeño a salvo en su brazo izquierdo, aferrado a él, Silver avanzaba hacia la sala donde su compañero estaba cada vez más rodeado por los soldados. Mientras empuñaba su sable, un vistazo rápido le bastó para comprender la situación: los guardias seguían intentando rodear a Balagus, empujando con lanzas, mientras su compañero aguantaba el embate con una furia imparable, pero a costa de sus propias heridas. Había que actuar rápido.
El capitán mantenía su guardia en alto, observando de reojo cómo un grupo de soldados se le acercaba con las lanzas alzadas. No podían permitirse una pelea prolongada, no con el niño en sus brazos ni con Balagus asediado por el continuo desgaste. Debían buscar la forma de abrirse paso y escapar juntos. La lucha había cumplido su propósito, pero ahora necesitaban sobrevivir.
Cuando uno de los soldados lanzó su acometida, Syxel no esperó ni perdió el tiempo. Con su sable en la mano, trazó un movimiento fluido, desviando la punta de la lanza y redirigiéndola hacia otro guardia. El golpe fue preciso, y el soldado enemigo recibió en el pecho la estocada de su propio compañero, desplomándose de inmediato. Con la guardia rota, Silver aprovechó para lanzar un corte limpio, hundiendo su hoja en el primer soldado, quien no tuvo tiempo de reaccionar antes de caer muerto.
El capitán no se detuvo para contemplar la sangre que ahora manchaba el suelo. Con el sable firme y el niño aferrado a su costado, avanzó hacia Balagus. Su compañero no podría continuar resistiendo mucho más en esa situación. No si querían salir de allí enteros.
—¡Tenemos que irnos! ¡Esos cabrones ya han huido y los guardias se están reagrupando! —le gritó con una mezcla de urgencia y determinación.
Syxel atacó directamente a los soldados que rodeaban a Balagus, buscando crear una abertura para que pudieran escapar. Con movimientos rápidos y precisos, lanzó varios cortes, deshaciéndose de los guardias más cercanos y tratando de aligerar la carga de su compañero. El caos reinaba a su alrededor, pero en su mente había solo un objetivo: sacar a su compañero y al niño de allí antes de que la marea se volviera completamente en su contra. Juntos, debían abrirse camino hacia la salida.
SAM302
SAMURAI
Defensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
41
2
Una defensa con el filo de las armas que busca acompañar las agresiones de todo tipo con el filo del arma buscando dispersar la fuerza de la misma a lo largo del metal para nulificar esta completamente o Migitar parte del daño. En caso de que esta tecnica Mitigue todo el daño de la ofensiva, causara [Desarme] sobre el agresor, si la ofensiva era melee.
Defensa Pasiva + [FUEx2,5] de Daño Mitigado