Hunter D. Alpha
Kurogami no Alpha
07-10-2024, 04:23 PM
(Última modificación: 07-10-2024, 04:41 PM por Hunter D. Alpha.)
Una seria de cuestiones y suceso ocurren frente de ti y de Indiana a lo lejos, joven pirata. Si, puedes ver como la lucha encarnizada a comenzado. Si, puedes ver como cada uno de las personas presentes luchan por conseguir una tajada del tesoro que yace frente de ti y al anciano. Tu observas aquello y, simplemente sujetas agarras tu brazo derecho con el izquierdo y lo aprestas fuertemente. Sonríes, sonríes de una manera como si estuvieras observando algo magnifico en frente. Tanto potencial increíble y de todo tipo. Tu instinto pirata sabe que allí se encuentran posibles grandes aliados o… deliciosos enemigos. Si, Alpha…. Por supuesto que lo sabes muy bien. Ya lo habías hablado con Galhard en su momento. Lo bueno de esperar con paciencia el momento indicado, era saber que sería algo que sin dudas llegaras a disfruta y, te prometo que lo disfrutaras.
Porque tú eres Hunter Irkenox D. Alpha… el gran cazador de los cuatro peligros.
Respiras profundo y dijeres tu mirada a indiana. – La verdad es que no creo que la vejez sea un problema para usted. – Das un par de pasos y llegas hasta el, tocándole el hombro. – Usted ha llegado hasta aquí, eso quiere decir que usted es igual que todos los presentes. Alguien sin importad que, no ha permitido que el tiempo y la debilidad dominen su cuerpo. Y por eso, tiene usted mi respeto y, el respeto de los cuatro peligros, Indiana D. Jones. Aunque es una lástima que mis hermanos y hermanas no hayan podido venir. – Le dices amablemente con una sonrisa bastante pacífica. - En tiempos como estos, ser pirata no es la profesión más segura y tampoco le invitaría a formar parte de mi familia. Pero quizás tener aliados que se preocupen más por otras cosas más que un recurso. Por qué se, que este no es su fin, y si lo necesita, le ayudare a salir con vida de aquí. – ¿Buscabas un aliado en el para el futuro, Alpha? Una gran jugada permíteme decir. Con cuidado te acercas y le susurras tu numero de DDM. Luego, te separas un poco. – Creo que le conviene tener aliados mucho más centrados en objetivos claro que lobos sedientos de tesoros. – Vuelves a poner tu mirada en la gente luchando. – Después de todo, yo soy una especia muy diferente de pirata.
Quitas la mano del sujeto y le dejas tomar decisiones. Tú prosigues tu caminata hasta llegar a la parte inferior derecha de la sala (la que tiene un dibujito de una máscara japonesa antigua, creo ver) Allí simplemente te dispones a buscar y ver que encuentras de valor. Parecía una especie de altar. ¿Quizás era la tumba que el explorador te indico? No lo tenías muy claro, aun así simplemente decidiste tomar lo que pudiste. Bueno aún quedaba otra, estaba en la esquina inferior izquierda (Tiene un dibujito de cáliz). Avanzaste con calma por allí hasta llegar al lugar.
Aunque… claramente no habrías llegado de primero.
La observas en silencio. Tu mirada se queda fija observándole a los ojos. Se le ve mejor de salud y más radiante, parece que ya no tiene frio. Claramente es hermosa, muy hermosa joven pirata. Es algo que no puedes pasar por algo. Pero aun así, tú no eres de aquellos que se rijan simplemente por la portada de un libro. Por qué igualmente, tú tienes un gran atractivo también a pesar de tu altura. Sonríes para ella, con total educación inclinas tu cabeza mientras sierras los ojos en señal de saludo. Te incorporas nuevamente y sigues sonriendo. – Creo que me has ganado. Buen trabajo, mi lady.
Por cierto, Alpha. No te quiero cortar el rollo, pero los temblores están aumentando.
Porque tú eres Hunter Irkenox D. Alpha… el gran cazador de los cuatro peligros.
Respiras profundo y dijeres tu mirada a indiana. – La verdad es que no creo que la vejez sea un problema para usted. – Das un par de pasos y llegas hasta el, tocándole el hombro. – Usted ha llegado hasta aquí, eso quiere decir que usted es igual que todos los presentes. Alguien sin importad que, no ha permitido que el tiempo y la debilidad dominen su cuerpo. Y por eso, tiene usted mi respeto y, el respeto de los cuatro peligros, Indiana D. Jones. Aunque es una lástima que mis hermanos y hermanas no hayan podido venir. – Le dices amablemente con una sonrisa bastante pacífica. - En tiempos como estos, ser pirata no es la profesión más segura y tampoco le invitaría a formar parte de mi familia. Pero quizás tener aliados que se preocupen más por otras cosas más que un recurso. Por qué se, que este no es su fin, y si lo necesita, le ayudare a salir con vida de aquí. – ¿Buscabas un aliado en el para el futuro, Alpha? Una gran jugada permíteme decir. Con cuidado te acercas y le susurras tu numero de DDM. Luego, te separas un poco. – Creo que le conviene tener aliados mucho más centrados en objetivos claro que lobos sedientos de tesoros. – Vuelves a poner tu mirada en la gente luchando. – Después de todo, yo soy una especia muy diferente de pirata.
Quitas la mano del sujeto y le dejas tomar decisiones. Tú prosigues tu caminata hasta llegar a la parte inferior derecha de la sala (la que tiene un dibujito de una máscara japonesa antigua, creo ver) Allí simplemente te dispones a buscar y ver que encuentras de valor. Parecía una especie de altar. ¿Quizás era la tumba que el explorador te indico? No lo tenías muy claro, aun así simplemente decidiste tomar lo que pudiste. Bueno aún quedaba otra, estaba en la esquina inferior izquierda (Tiene un dibujito de cáliz). Avanzaste con calma por allí hasta llegar al lugar.
Aunque… claramente no habrías llegado de primero.
La observas en silencio. Tu mirada se queda fija observándole a los ojos. Se le ve mejor de salud y más radiante, parece que ya no tiene frio. Claramente es hermosa, muy hermosa joven pirata. Es algo que no puedes pasar por algo. Pero aun así, tú no eres de aquellos que se rijan simplemente por la portada de un libro. Por qué igualmente, tú tienes un gran atractivo también a pesar de tu altura. Sonríes para ella, con total educación inclinas tu cabeza mientras sierras los ojos en señal de saludo. Te incorporas nuevamente y sigues sonriendo. – Creo que me has ganado. Buen trabajo, mi lady.
Por cierto, Alpha. No te quiero cortar el rollo, pero los temblores están aumentando.