Alguien dijo una vez...
Crocodile
Los sueños son algo que solo las personas con poder pueden hacer realidad.
[Aventura] T3 Típica mercancía misteriosa, no tan típica
Camille Montpellier
El Bastión de Rostock
Todo había escalado a unos niveles tan absurdamente incoherentes que a Camille le costaba creer que aquella situación que estaba viviendo pudiera ser real, más cerca de una pesadilla que de una experiencia lúcida. La situación estaba desbordando las capacidades de la base, hasta el punto en el que se había creado toda una trifulca ya no con uno, sino con hasta seis marines muertos en total si tenían en cuenta a Ewan. Para cuando la oni llegó al lugar en el que se estaba montando todo aquel alboroto, ya era demasiado tarde para evitar las bajas. Su ceño se frunció sensiblemente en cuanto vio que había varios marines apuntando a su compañero y al que, dedujo, debía ser el cartero.

¿Se puede saber qué está ocurriendo aquí? —inquirió con una voz firme y un tono amenazante, dándole un rápido vistazo a los marines que había tendidos en el suelo. No tardó en reconocer a los hermanos Williams entre ellos, lo que despejó muchas dudas—. Bajad las armas. Todos —matizó, y en su tono se podía entrever una contundente advertencia—. Vengo bajo órdenes de la capitana, estoy al cargo de la investigación. El cartero y el gyojin se vienen conmigo. Los heridos y las bajas ya sabéis dónde llevarlos. Y si alguien tiene alguna pega, que le eche cojones y me acuse de mentir frente a la capitana. —Sus ojos se fijaron en Octojin y luego en el cartero antes de dar media vuelta—. En marcha.

Una vez se hubieron alejado de allí, esperaba que sin más percances, le pidió a su compañero que le pusiera al día de lo ocurrido. Ella haría lo propio de camino al despacho de Beatrice. Las represalias de lo que hubiera ocurrido no le preocupaban en exceso: se encontraban en una base de la Marina, el G-31 ni más ni menos. Daban igual las mentiras que hubieran contado los gemelos: allí había cámaras por todas partes, era imposible que estas no hubieran grabado lo ocurrido. Y ante aquellas imágenes, ninguna mentira o intento de manipulación valdría de nada, de eso estaba segura.

La situación, como decíamos, se había salido de control muy rápidamente. Lo que al principio parecía la investigación de un asesinato y el robo de un artefacto misterioso, ahora se había convertido en un homicidio múltiple de marines. La capitana se mostraba sensiblemente preocupada, pero había seguido el plan y las indicaciones de Camille tal y como le había sugerido. En cualquier caso, aquella parecía ser la forma más efectiva de dar caza a los culpables de todo aquello y descubrir lo que estaba ocurriendo realmente con el archivista. Sin embargo, estaba claro que toda la situación estaba superando las capacidades de la oni y de su compañero.

Por un lado, tenían la opción de ir con un contingente marine numeroso para asegurar la detención de los culpables. Por el otro, un gran número sería demasiado llamativo como para que los sospechosos no se dieran cuenta de esto, por no decir que aquello tan solo pondría en peligro la vida de los potenciales rehenes con los que contaban. Había cosas que estaban muy por encima de capturar a un criminal, y esto pasaba por garantizar la seguridad de los civiles.

Tiene razón, capitana. Es posible que esto esté por encima de nuestras capacidades —reconoció la oni, bajando la mirada y frunciendo el ceño con frustración. Sus manos cerradas en un puño que apretaba con rabia—. Más allá de nuestro ego o nuestra voluntad de resolver este asunto, prima la seguridad de los inocentes que puedan verse envueltos en esto. Creo que es mejor que dirija usted esta operación a partir de ahora. —Cada palabra que pronunció salió de ella con dolor, pero sabía que era una realidad: no estaba capacitada para tomar las mejores decisiones en ese momento. Aun así, un par de segundos después, sus ojos se clavaron en los de Beatrice—. Sin embargo, solicito que nos incluya en el equipo de intervención que mande. Será mejor enviar un contingente pequeño, pero con Octojin y conmigo no harán falta tampoco muchos más marines. Nuestra capacidad de combate debería ser suficiente para controlar la situación incluso si nos encontramos en inferioridad numérica, y así reduciremos los riesgos. Además, tampoco puedo quedarme de brazos cruzados mientras otros resuelven el problema. Por favor, déjenos ayudar.

Acataría la decisión que tomase la capitana, pero no sin haber dejado clara su determinación en todo aquel asunto. Su mirada se desvió hacia Octo, buscando en su compañero un gesto o seña que le ayudase a creer que de verdad estaban haciendo lo correcto. Por pequeño que fuera.

Resumen
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RE: T3 Típica mercancía misteriosa, no tan típica - por Camille Montpellier - 07-10-2024, 05:45 PM

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