Tofun
El Largo
08-10-2024, 03:28 AM
Tofun avanzaba sigiloso entre la maleza, atento a no hacer el más mínimo ruido. Había dejado atrás a los piratas que maltrataban a los animales y ahora se acercaba al verdadero objetivo: el asentamiento pirata. Desde el sur de la isla, bordeando los árboles más densos, fue capaz de llegar hasta una pequeña colina con una buena vista del oeste, donde los piratas habían establecido su base.
A lo lejos, el asentamiento pirata se erguía a la orilla del mar, construido parcialmente sobre el agua. La estructura principal parecía una especie de fortaleza improvisada hecha de madera y metal oxidado, rodeada por una empalizada de troncos clavados en la arena. Las chozas y barracas de los piratas se esparcían a lo largo de la playa, extendiéndose hacia el mar con varias plataformas flotantes, tal vez para guardar sus barcos.
Tofun se agachó detrás de un arbusto, observando el campamento con atención. A simple vista, el asentamiento parecía bien defendido. A lo largo de la empalizada, varios piratas caminaban en ronda, vigilando el horizonte y los alrededores. Tofun contó al menos treinta hombres visibles, sin mencionar los que probablemente estarían dentro de las barracas o en las torres de vigilancia improvisadas.
Lo que más llamó su atención fue que el campamento no se adentraba en la selva. Parecía que los piratas habían optado por quedarse en la zona costera y no arriesgarse a penetrar el interior de la isla, donde la vegetación era mucho más espesa y peligrosa. Esto corroboraba los rumores que había oído sobre una misteriosa criatura, el "Relámpago Verde", que supuestamente acechaba en el centro de la isla y que los piratas temían.
"Interesante..." pensó Tofun. Sabía que esa información podría ser crucial para el ataque que estaban planeando con el resto de los revolucionarios. Tenía que regresar cuanto antes y compartir lo que había descubierto, pero justo cuando estaba a punto de levantarse, algo llamó su atención.
Un pirata, un poco apartado del resto, salió del campamento caminando por la playa. Era un tipo alto y corpulento, con una barba descuidada y una cicatriz en la mejilla que le daba un aspecto aún más intimidante. Llevaba una bolsa al hombro, y por la dirección en la que caminaba, parecía que se dirigía a la selva, lejos de los demás.
Tofun dudó por un segundo, evaluando sus opciones. "Podría seguirlo y atraparlo. Quizás pueda sacarle más información..." No podía dejar pasar la oportunidad. Si lograba capturarlo sin alertar al resto del campamento, podría obtener detalles valiosos sobre la organización interna de los piratas, e incluso sobre su líder, Jack Fuel.
Sin perder tiempo, Tofun se deslizó entre las sombras, moviéndose con la agilidad y el sigilo que lo caracterizaban. El pirata avanzaba sin prisa, ajeno a la presencia del enano que lo seguía de cerca. Cuando se adentró lo suficiente en la vegetación, lejos de la vista del asentamiento, Tofun decidió que era el momento de actuar.
En un abrir y cerrar de ojos, Tofun apareció frente al pirata, moviéndose con la rapidez de un rayo. Antes de que el hombre pudiera reaccionar, el revolucionario lo tenía inmovilizado, con una rodilla en su pecho y el filo de un cuchillo rozándole la garganta.
— No hagas ruido. — Susurró Tofun, con una sonrisa tranquila pero amenazante. — No te pasará nada si colaboras.
El pirata abrió los ojos desorbitados, intentando luchar, pero se dio cuenta rápidamente de que estaba completamente dominado. La fuerza de Tofun, aunque no era lo que uno esperaría de un enano, era abrumadora.
— ¡No me mates, por favor! — Rogó el hombre, con el rostro sudoroso. — ¡No diré nada, lo juro!
— Eso espero, porque si intentas gritar, esto terminará mal para ti. — Respondió Tofun con serenidad. — Ahora, dime. ¿Por qué habéis montado vuestro campamento en la costa y no en el interior de la isla?
El pirata tragó saliva, dudando por un momento. Pero ante la presión de la situación, comenzó a soltar la lengua.
— ¡Es por el Relámpago Verde! ¡Esa maldita bestia no nos deja adentrarnos en la isla! — Exclamó, con un tono de desesperación. — Los hombres que lo han intentado han acabado muertos o han vuelto tan aterrorizados que se negaron a regresar. Por eso construimos el campamento cerca de la playa, es la única zona segura.
Tofun arqueó una ceja. "Relámpago Verde..." Así que los piratas realmente temían a esa criatura. Eso explicaba por qué no habían expandido su control al resto de la isla.
— ¿Y qué me puedes decir de vuestro capitán? — Preguntó Tofun, sin aflojar la presión sobre el hombre. — ¿Por qué estáis aquí?
— Jack… Jack ha decidido que esta isla es el escondite perfecto. — Respondió el pirata con voz temblorosa. — Se ha acomodado aquí y no tiene intención de marcharse. Dice que desde Momobami podrá controlar las rutas de comercio cercanas sin que la Marina lo detecte. Piensa que esta isla está fuera del radar.´´
Tofun lo observó detenidamente. Jack Fuel parecía ser un tipo inteligente y cauteloso. Utilizar la isla como base para asaltar barcos mercantes era una estrategia astuta, pero el capitán no contaba con la intervención de los revolucionarios.
— Muy bien, me has sido útil. — Dijo Tofun, levantándose de un salto y colocando al pirata en pie de un empujón. — Pero aún no hemos terminado. Vas a venir conmigo, por si necesitamos saber algo más.
El pirata intentó protestar, pero una mirada de Tofun lo hizo callarse al instante. Ató las manos del hombre y lo empujó hacia adelante, guiándolo por el mismo camino por el que había venido. "Con esto, tenemos lo necesario para planificar un ataque efectivo."
A lo lejos, el asentamiento pirata se erguía a la orilla del mar, construido parcialmente sobre el agua. La estructura principal parecía una especie de fortaleza improvisada hecha de madera y metal oxidado, rodeada por una empalizada de troncos clavados en la arena. Las chozas y barracas de los piratas se esparcían a lo largo de la playa, extendiéndose hacia el mar con varias plataformas flotantes, tal vez para guardar sus barcos.
Tofun se agachó detrás de un arbusto, observando el campamento con atención. A simple vista, el asentamiento parecía bien defendido. A lo largo de la empalizada, varios piratas caminaban en ronda, vigilando el horizonte y los alrededores. Tofun contó al menos treinta hombres visibles, sin mencionar los que probablemente estarían dentro de las barracas o en las torres de vigilancia improvisadas.
Lo que más llamó su atención fue que el campamento no se adentraba en la selva. Parecía que los piratas habían optado por quedarse en la zona costera y no arriesgarse a penetrar el interior de la isla, donde la vegetación era mucho más espesa y peligrosa. Esto corroboraba los rumores que había oído sobre una misteriosa criatura, el "Relámpago Verde", que supuestamente acechaba en el centro de la isla y que los piratas temían.
"Interesante..." pensó Tofun. Sabía que esa información podría ser crucial para el ataque que estaban planeando con el resto de los revolucionarios. Tenía que regresar cuanto antes y compartir lo que había descubierto, pero justo cuando estaba a punto de levantarse, algo llamó su atención.
Un pirata, un poco apartado del resto, salió del campamento caminando por la playa. Era un tipo alto y corpulento, con una barba descuidada y una cicatriz en la mejilla que le daba un aspecto aún más intimidante. Llevaba una bolsa al hombro, y por la dirección en la que caminaba, parecía que se dirigía a la selva, lejos de los demás.
Tofun dudó por un segundo, evaluando sus opciones. "Podría seguirlo y atraparlo. Quizás pueda sacarle más información..." No podía dejar pasar la oportunidad. Si lograba capturarlo sin alertar al resto del campamento, podría obtener detalles valiosos sobre la organización interna de los piratas, e incluso sobre su líder, Jack Fuel.
Sin perder tiempo, Tofun se deslizó entre las sombras, moviéndose con la agilidad y el sigilo que lo caracterizaban. El pirata avanzaba sin prisa, ajeno a la presencia del enano que lo seguía de cerca. Cuando se adentró lo suficiente en la vegetación, lejos de la vista del asentamiento, Tofun decidió que era el momento de actuar.
En un abrir y cerrar de ojos, Tofun apareció frente al pirata, moviéndose con la rapidez de un rayo. Antes de que el hombre pudiera reaccionar, el revolucionario lo tenía inmovilizado, con una rodilla en su pecho y el filo de un cuchillo rozándole la garganta.
— No hagas ruido. — Susurró Tofun, con una sonrisa tranquila pero amenazante. — No te pasará nada si colaboras.
El pirata abrió los ojos desorbitados, intentando luchar, pero se dio cuenta rápidamente de que estaba completamente dominado. La fuerza de Tofun, aunque no era lo que uno esperaría de un enano, era abrumadora.
— ¡No me mates, por favor! — Rogó el hombre, con el rostro sudoroso. — ¡No diré nada, lo juro!
— Eso espero, porque si intentas gritar, esto terminará mal para ti. — Respondió Tofun con serenidad. — Ahora, dime. ¿Por qué habéis montado vuestro campamento en la costa y no en el interior de la isla?
El pirata tragó saliva, dudando por un momento. Pero ante la presión de la situación, comenzó a soltar la lengua.
— ¡Es por el Relámpago Verde! ¡Esa maldita bestia no nos deja adentrarnos en la isla! — Exclamó, con un tono de desesperación. — Los hombres que lo han intentado han acabado muertos o han vuelto tan aterrorizados que se negaron a regresar. Por eso construimos el campamento cerca de la playa, es la única zona segura.
Tofun arqueó una ceja. "Relámpago Verde..." Así que los piratas realmente temían a esa criatura. Eso explicaba por qué no habían expandido su control al resto de la isla.
— ¿Y qué me puedes decir de vuestro capitán? — Preguntó Tofun, sin aflojar la presión sobre el hombre. — ¿Por qué estáis aquí?
— Jack… Jack ha decidido que esta isla es el escondite perfecto. — Respondió el pirata con voz temblorosa. — Se ha acomodado aquí y no tiene intención de marcharse. Dice que desde Momobami podrá controlar las rutas de comercio cercanas sin que la Marina lo detecte. Piensa que esta isla está fuera del radar.´´
Tofun lo observó detenidamente. Jack Fuel parecía ser un tipo inteligente y cauteloso. Utilizar la isla como base para asaltar barcos mercantes era una estrategia astuta, pero el capitán no contaba con la intervención de los revolucionarios.
— Muy bien, me has sido útil. — Dijo Tofun, levantándose de un salto y colocando al pirata en pie de un empujón. — Pero aún no hemos terminado. Vas a venir conmigo, por si necesitamos saber algo más.
El pirata intentó protestar, pero una mirada de Tofun lo hizo callarse al instante. Ató las manos del hombre y lo empujó hacia adelante, guiándolo por el mismo camino por el que había venido. "Con esto, tenemos lo necesario para planificar un ataque efectivo."