Ragnheidr Grosdttir
Stormbreaker
08-10-2024, 10:47 AM
Ragn sonrió levemente ante las palabras de Sijuh. Le parecía irónico que hablara de la muerte como si fuera una sombra que simplemente los siguiera, cuando para él la muerte tenía un rostro, un nombre, una presencia. Nosha, la diosa de la muerte, era su guía. A menudo la veía en sueños, con su fría y calma intensidad. A lo largo de su vida, había aprendido a aceptar su compañía, a verla no solo como el final de todas las cosas, sino también como el principio de cada nueva batalla, de cada día que le había sido otorgado. —Du snakker om døden som en slags fiende som lusker i skyggene, men for meg er det annerledes, Sijuh. —Dijo, con el tono de quien reflexiona en voz alta, sin ánimo de confrontar. — For meg er døden en gammel venn. Hver natt viser hun meg veien. Det er Nosha, dødens gudinne. Hun er der i hvert skritt jeg tar. Jeg kan ikke rømme fra henne, og vet du hva? Jeg ville ikke rømme om jeg kunne. La meg leve i hennes nærvær... det er trygghet i det. — Ragn parecía aceptar su camino, siempre con la idea a sabiendas de que su familia no respetó nunca sus creencias. Ni confió en sus nuevas diosas.
Ragn volvió a llevarse el odre a los labios, dejando que el hidromiel fluyera, templando su mente. La muerte para él no era solo un final inevitable, era la brújula que marcaba cada decisión, cada batalla, y cada momento. Nosha lo había salvado una vez, y desde entonces él caminaba su senda con la certeza de que, cuando su momento llegara, sería ella quien lo recibiera. En un mundo caótico, la muerte era lo único que siempre le había sido fiel. —Kanskje tror du jeg bare følger stien av blod og kamp, men den stien er mye klarere for meg enn noen annen. —continuó, sus palabras cargadas con una sinceridad rara. — Du valgte å forandre verden, og jeg respekterer det. Men Nosha... hun gir meg retning. Selv om det er merkelig, er det en trøst å vite at hvert skritt jeg tar er ledet av hennes hånd. Døden har alltid vært min følgesvenn, men det er hun som gjør den utholdelig, som gir den mening.— Ragn notó la manera en que su hermana lo miraba, tal vez buscando entender aquella extraña relación que él tenía con la muerte. Podía notar la curiosidad en sus ojos, mezclada con un matiz de comprensión. Sabía que Sijuh, aunque feroz en combate, no veía la muerte de la misma manera. Para ella, era un enemigo que rondaba la vida, un oponente al que había que vencer o evitar. Pero para él, Nosha era el faro que guiaba su existencia. ¡Por que nadie de su familia lo entendía!
—Du vet, Nosha reddet livet mitt en gang. Selvfølgelig vet du... —Añadió, dejando que su voz descendiera en un susurro, como si la historia pesara demasiado. — Jeg skulle vært død for lenge siden, og likevel er jeg her. Jeg ser henne noen ganger i drømmene mine. Hun sier ikke mye, men jeg vet at hun er der for å veilede meg, for å minne meg på hvor jeg kom fra, og hvor jeg skal. — En ese instante, los pensamientos de Ragn se volvían más íntimos, más oscuros, pero no temía compartirlos. La verdad era que, sin Nosha, habría estado perdido. Si su hermana estaba decidida a cambiar el mundo, él respetaba ese camino, pero también sabía que su senda era distinta, marcada por el toque helado de la diosa de la muerte.
—Vi har alle vår egen vei, og jeg vet at din er like viktig som min. Men Nosha er min veiviser, og jeg tror det er derfor problemene alltid finner meg. Døden er min følgesvenn, men hun er ikke fienden min... hun er min sannhet. — Hizo una pausa, permitiendo que el fuego, que ardía más fuerte ahora, iluminara sus rostros. Los reflejos danzantes parecían crear sombras en sus rostros, como si la muerte misma se manifestara en ese claro, entre ellos. Pero Ragn no sentía miedo, al contrario, sentía paz en la cercanía de Nosha, en la familiaridad de ese ciclo que siempre había seguido. Las palabras de Ragn colgaban en el aire, cargadas de un entendimiento personal que no necesitaba más explicación. Miró a Sijuh, con una mezcla de cariño y respeto, sabiendo que cada uno de ellos tenía sus propios demonios y sombras, sus propias razones para seguir adelante. Y mientras la miraba, supo que ese momento era un reencuentro, pero también una despedida.
Ragn volvió a llevarse el odre a los labios, dejando que el hidromiel fluyera, templando su mente. La muerte para él no era solo un final inevitable, era la brújula que marcaba cada decisión, cada batalla, y cada momento. Nosha lo había salvado una vez, y desde entonces él caminaba su senda con la certeza de que, cuando su momento llegara, sería ella quien lo recibiera. En un mundo caótico, la muerte era lo único que siempre le había sido fiel. —Kanskje tror du jeg bare følger stien av blod og kamp, men den stien er mye klarere for meg enn noen annen. —continuó, sus palabras cargadas con una sinceridad rara. — Du valgte å forandre verden, og jeg respekterer det. Men Nosha... hun gir meg retning. Selv om det er merkelig, er det en trøst å vite at hvert skritt jeg tar er ledet av hennes hånd. Døden har alltid vært min følgesvenn, men det er hun som gjør den utholdelig, som gir den mening.— Ragn notó la manera en que su hermana lo miraba, tal vez buscando entender aquella extraña relación que él tenía con la muerte. Podía notar la curiosidad en sus ojos, mezclada con un matiz de comprensión. Sabía que Sijuh, aunque feroz en combate, no veía la muerte de la misma manera. Para ella, era un enemigo que rondaba la vida, un oponente al que había que vencer o evitar. Pero para él, Nosha era el faro que guiaba su existencia. ¡Por que nadie de su familia lo entendía!
—Du vet, Nosha reddet livet mitt en gang. Selvfølgelig vet du... —Añadió, dejando que su voz descendiera en un susurro, como si la historia pesara demasiado. — Jeg skulle vært død for lenge siden, og likevel er jeg her. Jeg ser henne noen ganger i drømmene mine. Hun sier ikke mye, men jeg vet at hun er der for å veilede meg, for å minne meg på hvor jeg kom fra, og hvor jeg skal. — En ese instante, los pensamientos de Ragn se volvían más íntimos, más oscuros, pero no temía compartirlos. La verdad era que, sin Nosha, habría estado perdido. Si su hermana estaba decidida a cambiar el mundo, él respetaba ese camino, pero también sabía que su senda era distinta, marcada por el toque helado de la diosa de la muerte.
—Vi har alle vår egen vei, og jeg vet at din er like viktig som min. Men Nosha er min veiviser, og jeg tror det er derfor problemene alltid finner meg. Døden er min følgesvenn, men hun er ikke fienden min... hun er min sannhet. — Hizo una pausa, permitiendo que el fuego, que ardía más fuerte ahora, iluminara sus rostros. Los reflejos danzantes parecían crear sombras en sus rostros, como si la muerte misma se manifestara en ese claro, entre ellos. Pero Ragn no sentía miedo, al contrario, sentía paz en la cercanía de Nosha, en la familiaridad de ese ciclo que siempre había seguido. Las palabras de Ragn colgaban en el aire, cargadas de un entendimiento personal que no necesitaba más explicación. Miró a Sijuh, con una mezcla de cariño y respeto, sabiendo que cada uno de ellos tenía sus propios demonios y sombras, sus propias razones para seguir adelante. Y mientras la miraba, supo que ese momento era un reencuentro, pero también una despedida.